Malditas sean las llamas de este desconsuelo con que se abraza el infierno más tenebroso... Maldito el fuego que mata, cruel, sin respiro ni descanso y azota sin futuro, sin presente ni mañana, sin dormir. El aire de esta mañana olía a fuego. Anoche salí de Cyrano pasadas las cuatro y media de la mañana acompañado por Angelita, Guillermo, Javi y Noelia. No caían ya cenizas, pensé que todo se acabaría. No había olor a muerte, pensé que ya habría cesado el incendio. Los incendios. Esta mañana me desperté por despertador a las once de la mañana, no llegué a dormir seis horas y me fui a un concierto sinfónico en el casino, que me gustó. Luego passejà desde la Iglesia de los Ángeles a la Morería. El cielo rezumaba un color gris que hastiaba. El olor a madera quemada se extiende por las calles y sacude la conciencia. Mi infancia son recuerdos de leña quemada en la calle Molino. Mi niñez el fuego y el olor a madera que desaparece de la placeta de Valero, de la calle de la vuelta del Corpus, del horno de abajo... Las chimeneas fumaban en mi Sarrión de niño. Sin embargo, en esta mañana mislatera, de humos y fuegos, el olor sacude por irracional. El monte arde, al lado, lejos o cerca. Pero el sol dorado oculto tras un manto de nubes y otro de ceniza, nos alerta de que todo se está perdiendo vida abajo...
Los mensajes en facebook son conmovedores. Desde quienes pierden sus entornos entre lágrimas a quienes intentan batallar políticamente con el fuego de todos. Sabéis que dedico desde hace años mi vida a trabajar desde la política. Nunca he creído sólo en las siglas, me gustan los proyectos y las personas. Por eso, cuando unos y otros, amigos míos, prenden mayor fuego asiéndose a unas siglas, lamento que se nos pierdan los árboles y pidan dimisiones, que no vean cenizas sino oportunidades, que no enjuguen lágrimas... La barbarie con que sacude el fuego la Comunidad Valenciana será una condena para nuestro oxígeno y nuestro tesoro natural, algo que ya no sé a algunos si les preocupa o en un exceso de irresponsabilidad, directamente, se la pela.
Sabéis que nunca hablo aquí de estas cosas: pero el fuego y la ceniza me han removido aún más todavía mi sacudida conciencia. No me gustan muchas de las cosas que pasan y batallo por cambiarlas. Pero al final de la corrida, bajo el fuego, señalados por un sol naranja cuyo atractivo es pernicioso, me condeno a la tristeza y la rabia de que los seres humanos sigamos por la vereda del egoísmo y la mentira. Verdad y justicia, qué honra si no se las llevara el fuego...
Voy para la ducha, me voy a la falla: final de la Eurocopa entre España e Italia (ganará España). Angelita prepara una tortilla de patatas en casa y yo recuerdo el fin de semana pasado por actos en la avenida de la paz, fotos para facebook y mensajes de whatsapp. Hay días que lo veo todo claro, otros, todo es un manto de ceniza... Mañana empieza mi nueva aventura en la radio: llegan "Esos locos días de verano". Os los iré contando... Ayer, como anticipo, una salida en Nolan bajo la ceniza y al lado de los mojitos. Leo y Raúl, Fidel, Vero, Mireia, María y Carla. Sin embargo, el fuego de hoy, que vino con viento de tormentas, me sacude y cambia de dirección. Ayer el mar, me parece lejano. Luego, la noche. Mañana, que se haya agotado el fuego...
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