miércoles, 30 de septiembre de 2009

FUIMOS DEL AGUA



La noche se ha caído a pozales llenos. Agua a tope. Goteras en casa. Y despierto otra vez. Anoche, insomnio. Un par de horas. A las doce todo agua. A las dos. Y a las tres. A las cinco. A las siete... Me duermo a primera hora de la mañana. Café y reunión de trabajo. Ronda de palabras y miradas, silencios. Una piscina cubierta de agua fría. Como con Miguel Prim en las últimas gotas de la tormenta. Veo por última vez los paraguas abiertos en muchas horas últimas cargadas de negror. Osaka: maki y wasabi. Paso por Cortefiel y recojo unos pantalones. Cuido de Edurne por la tarde, que duerme tranquila y plácida. Se despierta, me ve. Viene, me da un beso. Y un superabrazo. El mundo se para. Llega Rosa y los papás. Me voy a una reunión de trabajo, otra. Y acabo. Ceno con Toñi y Sofi: risas y planes de futuro. Postre elaborado. Y en casa, algo de tele, y estas líneas... Todo es tranquilidad en la noche. La humedad puebla la casa. Fuimos del agua por unas horas y ahora, como siempre, al volver la calma, somos tiempo que pasa...

martes, 29 de septiembre de 2009

LA SERENA CALMA



Y entonces fue todo como un sueño irreal, como la llegada del fin del mundo, donde nosotros, los mejores amigos, éramos tan sólo espectadores de la noche más larga de la historia. El cielo se rompió, estruendoso, rompiendo en lluvia contra el suelo lejano, pequeño, diminuto, como una maqueta en miniatura de lo que nosotros mismos fuimos. Dio la sensación de que allí acababa y hubiera sido un buen final. Tras meses de silencios, de reproches, de ausencias, ahora que ya nada era como había sido ni volvería nunca más a serlo, nosotros, lejanos, estábamos contemplando como se deshacía todo bajo el manto de lluvia. Apuré el cigarro. Pensé en las cosas que habían ido cambiando en mi vida. En como había destrozado durante semanas mi serenidad y notado como había perdido, incomprensiblemente, lo que algún día pensé que habíamos llegado a ser. Fue entonces, bajo la lluvia, cuando comprendí que había perdido su amistad. Que nada había vuelto a ser ya igual tras las conversaciones. Que los reproches que nunca nos dijimos, se ahogaban ahora. Y eso me produjo, gracias a la lluvia, una liberación inmensa. Si alguna vez pensé que podríamos volver a lo que fuimos en un pasado, se diluyó entonces bajo la lluvia, entre la presencia de otros que, absortos y a lo suyo, contemplaban con todo se deshacía y se quedaba en nada... Pensé que echaría de menos muchas cosas. Pero a todo se acostumbra el cuerpo. Y los silencios con que nos venimos prodigando en los últimos meses, aunque de una manera pacífica, me indicaron que ya estaba todo enterrado entre el fango que fuimos, inconscientemente, amasando. Yo no sé lo que fue. Ni nosotros lo que fuimos. Ni hacia dónde quedaban los próximos respiros destinados... Tan sólo sé que la noche fue una catarata constante y aquel ritmo desproporcionado, de bella incalculable y salvaje, me marcó el fin de muchas horas... La tormenta primero y luego la calma. La serena calma.

lunes, 28 de septiembre de 2009

INDIFERENCIA NATURAL



Mi indiferencia natural, curtida en mil batallas contra la pereza, borrar del mapa todo amor, porque en mi vida todo acaba como empieza... Como la canción de Alaska, casi sin tiempos, sin penas, sin estreses, sin tristezas a las que darle la espalda, el fin de semana ha sido un no parar, nada de nada... Pero nada de nada.

Comenzó la cosa con cena de radio en Peris y Valero, intentando aparcar entre risas durante unos tres cuartos de hora. Comenzó la cosa cenando y tirándole a María Jesús, patoso estuve, todo un vaso de sangría y risas por encima de sus pantalones. Luego cena. Risas, comentarios, anécdotas, risas y karaoke. Muchas canciones. De risas con Fran cambiándole el tono con Camilo Sesto, con Ximo al New York, que hacía mucho no cantábamos (tanto como un año) y un poco de Radio Tránsito. María Jesús ya se había ido. Al rato, Laura, Idoya e Iván. Nos quedamos, como supervivientes Fran y Nacho, Ángeles y Cris. Servidor. Cruzamos Valencia rondando la claror del día y se empeñaron que remataramos la faena llegando el alba. Me acosté a las siete y cuarto de la mañana. Y me desperté a las doce... Tenía la bajada de cajones de Massamagrell, pero no llegué. Se lo dije a José, hablando por teléfono. Me vestí y al tren. Caminito de Sagunto. Estuvimos la exaltación de las Falleras Mayores y la cena. Y volvimos a Valencia con Álvaro Moliner y señora. Llegamos al Cyrano curtidos a las dos de la madrugada. Y tardaron en llegar Laura, Carol, Bravas, Jordi y Alfredo. Al tiempo Sergio. Y Borja y Lorena. Se hizo casi de día en la calle del Pintor Salvador Abril donde me faltaron las bromas de Luis. Abrazos. Recupérate pronto, que hemos de brindar por ti. Luego en la Gran Vía. Una señora nos grita desde la ventanilla del taxi: "¡Pobercicos!". A mí sólo me dolían los pies, enfrascados desde ayer en los zapatitos de tacón. Eran las siete y media de la mañana.



Me levanté y comí con Ana y Carlos, porque nos hacía falta. Comimos en Vips, entre palabras, y algún gesto. Pese a las nubes, el sol, al final, siempre sale... ¿Verdad? Pensaremos que estas nubes son pasajeras, agua desorbitada y truenos de espanto.



Nos fuimos a la falla a ensayar. Esto ya coge forma. La gente nos pregunta, quieren saber. Y no contamos. Dentro del taller, entre el calor de las cuatro paredes, todo se hace grande y crece. Magníficos momentos. Algunos especiales. Risas sueltas. Ayer nos despertaron con las hermanas Real a las que apuntamos en todo momento. Grandes momentos, ayer y hoy. Y mañana, quién sabe. Esto va creciendo, ya me emociona... De verdad. Ya veo brillos...



Cenamos en casa de los Bravitas, pizzas del telepizza más cercano con aguas de Plus Ultra. El trueno más grande de nuestra vida y la confirmación de la que ya sabíamos. Apoltronados en el sofá a la espera de que amaine el cielo que se cae... Gracias por todo a todos. Ha sido un fin de semana, desolador, de cansancios y penas, de risas y alegrías... Hoy hablo con Rosa y me alegro. Hoy miro al cielo y llueve. Hoy salgo ya y me voy a ensayar... Hoy mis manos, con su indiferencia natural, escriben al pulso de Manolo Carrasco... Hoy, todo vuelve a ser mi vida... Y me llama Lázaro. Y almuerzo. Y te veo triste. Y pienso en mañana... Mañana... El piano... Que no cesa...


viernes, 25 de septiembre de 2009

LOS ÁRBOLES DE OTOÑO



Los árboles de otoño tienen la hoja caduca, pero su raíz sigue anclada al suelo, a la tierra, donde erguidos se crecen con el paso del tiempo. Las lluvias despojan de hojas sus copas pero le dan brillo a su tronco, un brillo plateado y rico, que lo hacen aún más bello. Aún cuando los cielos están grises, gris oscuro casi negros, cuando los vientos pueblan por el aire convirtiéndolo todo en un vendaval de hojas secas, los troncos son fuertes y mantienen vigorosas las ramas que miran al cielo e intentan alcanzarlo, para quedarse con las motas de felicidad que, como polen de primavera, vuelan de uno a otro rincón del mundo entero. Por eso, aunque el otoño envejezca a los árboles nunca hay que olvidar que no dejan ni un sólo momento de crecer. Y donde todo aparece apagado y triste, el agua y la tierra siguen dándole vida a ese tronco fuerte que florecerá de nuevo en primavera. Los árboles de otoño son el descanso del verano, del calor asfixiante, del agobio máximo. Pero luego, el invierno bautiza con rocío y frío a los árboles para que las hojas, en primavera, sean más verdes y bellas que nunca... Y esas hojas, las de la primavera, que nacieron de estos cielos oscuros y de los vientos del fin, nos impactan por su belleza y por su fragilidad... Los árboles de otoño anuncian primavera próxima. Como una felicidad intensa. De la tristeza nacerá la alegría el día de mañana... No lo olvides nunca... Te lo digo yo, que fumo un cigarro, escribiendo estas líneas a la sombra perdida de los árboles de otoño.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

NOCHE BAJO LAS FLORES

- No puedo desvelar sus nombres... Había una veintena, alguno menos, pueda ser. Y la luz no acompañaba lo suficiente como para descubrir quiénes eran los allí reunidos...
- Reconocería usted por lo menos sus voces...
- Una me pareció familiar, pero no. No sabría decirle quiénes eran...



Bajo una lluvia torrencial de flores comenzó anoche nuestra velada. Sé que no es lógico, que os puede parecer irreal o extraño. A nosotros nos pareció normal. A los postres, un torrente de pétalos cayó de un lado a otro de la mesa, nuestros puños se llenaron en rojo y naranja, algunos blancos y otros amarillos. Como un manto floral, como una batalla de finales de julio, a flor limpia. Fuera, en la calle, otra lluvia, también torrencial. Y un manto de murta extendido en el suelo y sirviéndonos de alfombra. Y, a partir de ahí, de nuestra batalla de flores, una noche de mucha risa. De amistad absoluta.



Los pétalos cayeron sobre las copas de champagne. Y en nuestros pies, junto a nosotros, por dentro de nuestras camisas. Fue una cena más y una fiesta muy diferente en la que se hablaron de muchas cosas y muy interesantes. Una vez más... Pero la amistad y sobre todo la compañía fueron las grandes bazas de una noche en la que no nos faltó de nada ni nos sobró nadie... Nosotros somos así. Gentiles caballeros de la noche, oscura entre las oscuridades, señores de la risa y la palabra... Y el buen hacer.



- ¿Qué mal cometieron?
- Ninguno... Pero urge saber quiénes son esos oscuros caballeros del poder que campan a sus anchas en las noches de lluvia...
- Yo, ya le digo, no reconocí a ninguno...
- Puede irse...
- ¡Espere! Su voz... ¿Tan sólo una pregunta?... Usted, usted... ¿Usted fue uno de ellos?

Fuera llovía aún más, más que nunca...

lunes, 21 de septiembre de 2009

BENDITAS SEAN LAS HORAS

Benditas sean las horas que pasamos y rezo porque sean igual las venideras...

Mi fin de semana ha sido de infarto (infarto camuflado en el consejo de mucha gente que se apresuró a comentarme que "algún día" me dará "algo") como premonizando el adelanto de mis últimos segundos, que espero no me lleguen... De momento, que la parca siempre visita. La muy puta.

El fin de semana que empezó no sé cuándo fue largo y a tope, de horario escolar, de no parar, de cronómetro en mano... A tope, una vez más y como casi siempre. Desde que compré la casa, no sé si hace cinco o seis años, aún no he tenido tiempo de comprar un sofá... ¡Y mucho menos de usarlo! Lo que son las cosas... Empezamos el fólclore con cena televisiva y copeo cyranense. Nos juntamos una buena tropa, canallas que es lo que somos, y nos cenamos la noche y nos bebimos el Nilo. Risas y copas. Escaleras. Arriba y abajo. Gueguel de aniversario con las de su corte, con Luis en la barra y Pilar. Al rato, Jorge, de visita. Y Quique. Otras visitas que no esperaba y una noche más larga de lo que quise... Se cayó la Gran Vía entre resortes de calor y cansancio. Cama. Sueño. Mañana, luego, sábado, al rato, el despertador...



Y el gran día de Raúl y Vanessa (de Vanessa y Raúl que rezaban los tarjetones de boda, con un menú acertadísimo). Felicidad a raudales, nervios en Raúl, Vanessa resopla mientras suenan los Enemigos. Les espero en el atril, discurso en mano, para pasarles por el altar de su amor, por su fidelidad perenne, por su romance de valentía... Esta pareja se quiere ¡y cómo! Me alegra casar a Raúl. Me emociona. De hecho, durante un momento, al principio, se nos hace cuesta arriba mirarnos a los ojos. Gala es testigo de todo. Y una caterva de amigos y familiares entre los que hay caras conocidas. Cristina, Miguel, Iván, María Jesús y Marcos, Ángeles y Gloria completan la mesa en la que no paramos de charrar, reírnos, contar anécdotas, recordar y silencios, pausas, mensajes de móvil, relojes, copas, la tarta, el novio, los puros, la novia, las sonrisas... Bailamos descubriendo dónde están los huesos del cuerpo humano. Yo he perdido la mitad: tibia y peroné (ni recuerdo dónde están... Tendré que regresar a la EGB - o solucionarlo con los libros del Opencor, dominguito de mañana -). La boda, lo decimos todos, una fiesta feliz: un bonito final de película bella... ¡Sed felices!



En casa me ducho y vuelo en un Mercedes descapotable negro bajo el calor del fin de semana hasta Torrent. Descubrimos a las falleras mayores de 2010, de las que he sido jurado: con Kepa, Gueguel, Davinia, Miguel Ángel y Marta Querol. (Gracias chicos por estas semanas y a las candidatas...). La noche pasa en l'Hort de Trenor entre nervios, emociones y fuegos de artificio. De vez en cuando, con mis pies húmedos por el césped, vuelo a rincones remotos y lejanos. Calor de noche. Coche y aterrizo en la Fonteta, Valencia elige a sus cortes de honor.



A las dos salgo en volandas, trago de coca cola y a Salamanca - Conde Altea. Confidencias en la puerta del casal, risas. Fallerío. Con Tape y Elin, Alberto, Virginia, mi Tere, Ángeles que recién llega de los amores cavernarios... Las cinco de la mañana. Y la prensa, lectura rápida. Son las seis y a dormir...

El domingo me despierto tres horas después de acostarme. Y me niego. Pego la oreja y me dan las doce y pico... Compro la prensa, algo del supermercado (pollo), cocino y a la falla, con Javi. Estamos ya ensayando la presentación de la falla,... Sin parar. Ceno con Bravis y Carol en el japo de nuestros amores. Y charramos largo y tendido. A la una de la mañana regreso al hogar para empezar la semana...

Benditas sean las horas que esperamos a que los días nos lleguen.
Benditas sean las horas que pasamos,
y rezo, porque los que vengan sean como éstos...

viernes, 18 de septiembre de 2009

SONRISA DE RAÚL CON VANESA AL FONDO



Las vueltas que da la vida, y lo rápido que el destino viste de suerte a la gente que quiero. Como me emociona saber que las cosas van siempre bien a mi alrededor, que sois vosotros, que sois los míos. Os lo he dicho siempre: tengo una sangre gitana que me tira a salvar a los míos de los bordes de sus precipicios. Por eso, comprobar la sonrisa de Raúl los últimos días desde hace años es un alivio...

Raúl sonríe con Vanesa y por ella, nosotros al lado. Mañana se casan. Pasan por el altar de su amor, con Gala como testigo y todos nosotros emocionados y contentos, de ver, que la vida, paso a paso, le regala todo lo que desde siempre se había merecido. Nunca Raúl fue tan Raúl como ahora. Nunca soñé que lo conocería con la felicidad que casi siempre le desborda y si tiro la mirada atrás son ya muchos años. Casi todos. Hemos crecido a base de días, de saludos, de confidencias, de risas, de estar el uno junto al otro. Lo he dicho siempre, Raúl es el amigo más distinto a mí que tengo, y de ahí el cariño, la admiración, el respeto y la alegría compartida.

Raúl es el estratega del surrealismo, el último chiste en un mar de risas. Raúl es el ingenio desbocado de una amistad entregada a base de codos en la barra y de colillas de tabaco huido. Me gusta ser amigo de Raúl, me siento increíblemente orgulloso de él, de como es. Le admiro. Y siempre al lado... Fiel por encima de la fidelidad. De los pocos que siguen diciendo no cada vez que quiero escuchar un sí y no me lo merezco. Un artista de la noche y un poeta de voz quebrada sin aristas... Raúl Tamarit, feliz y contento. Mañana, casado. Alegría desbordada. La de ellos, un abrazo, y la de todos los que les queremos... Que seáis todo lo felices que os merecéis, que ya es mucho. Enhorabuena.

jueves, 17 de septiembre de 2009

ME SIGUIERON LAS NUBES



Es una constante, en mis entradas, hablar del cielo (lo miro a menudo), mis nubes, la falta de sol, el agua, la lluvia... Llevamos una semana manto gris al cielo cubierto. Me siento bien. Ando ocupado en cien mil cosas, atendiendo a todas, y con la sensación de estar respondiendo en todas a un nivel que es el mío... Me encuentro bien. A tope. Con las pilas cargadas y sin descansar. Sin parar un momento. Enérgico. Fuerte. Es bueno, maravilloso...

Ayer me siguieron las nubes por la tarde, en mi paseo, camino de la avenida grande por donde cruzan los coches sin cesar... Me acompañaron acompasadas, lentas en su peregrinaje y en el mío. Miré una vez más al cielo y disfruté. Disfruté tanto...

En la montaña de nuestras vidas estoy subiendo la cima, subiendo desde hace años, sintiéndome mejor a cada momento y afortunado. A veces, el gris nos confunde. Pero cuando somos capaces de ordenarnos en lógica nuestras vidas, el cielo, azul o gris, se funde con nuestros deseos y nos eleva por la ladera... Ayer me siguieron las nubes, las que hoy campan libres a sus anchas en el cielo de mi vida, que es la vuestra... Y de vez en cuando, en los caminos que se hacen difíciles, además noto vuestra mano caminando a mi lado, y dándome más fuerza, más apoyo, más camino... Ayer me siguieron las nubes. Y yo, de camino con ellas, y contigo.

domingo, 13 de septiembre de 2009

LO QUE AGOSTO MADURA, SEPTIEMBRE LO ASEGURA

Cuestión de tiempo, esa es la razón más esgrimida en las últimas semanas... El repaso a lo que fue agosto (preparando el mosto) ha llegado tras un fin de semana intenso en el que celebramos el cumple de Laura, estuve por Cyrano hasta el día, paseamos bajo el anuncio de lluvias por el centro de Valencia, celebramos el homenaje de María Oliver y nos fuimos a Calvestra, de fiestas varias... Agosto fue intenso e inmenso. Espectacular.

Primero por el regreso siempre celebrado a Ibiza. Con David y Carol, Ángeles, Sergi y Laura. La casa, los coches, las horas, las risas, las horas, la cocina, la piscina, el retorno, el pa amb oli, la sobrasada, el ron, las sandías, Rogelia, las fotos, los mercaditos, las calas, salir, entrar, Amnesia, nadar, volar, el Bora, los recién conocidos de ultramar, los encuentros, la vida... Ibiza, al fin y al cabo, una vez más, con gente nueva, con risas nuevas, con muchas experiencias, con mucho relax, con aire nuevo, libre, sin nubes, bajo el manto de protección de la isla blanca a la que nos tocará llegar de nuevo. Como si fuera la primera vez.



Sarrión también es un sitio que me devuelve a las primeras veces... Volver en fiestas fue una locura, un descanso sin horas de dormir, una fiesta continua, echar en falta muchas cosas y celebrar, por el contrario otras... Las fiestas de Sarrión fue un desfase de pocas personas y ver el sol cada día... Sarrión como siempre fue volver a las raíces de uno mismo y reencontrarme con muchos espacios... Con mis rincones del alma. Con Sarrión, una vez más. Como si fuera la primera...



A la vuelta, otra fiesta, porque incluyendo las de Mislata, agosto tuvo muchas y muy buenas. Pero una de las mejores, sin dudarlo en mucho tiempo, fue reunir a algo más de treinta amigos para cenar y celebrar mi cumpleaños. Fue un placer juntar a tanta y tan buena gente, una fiesta de alegría compartida y de horas de no parar. Incluyendo la visita de los pingüinos al Cyrano...



Y entre fiestas y vueltas, y vueltas a la normalidad, agosto se fue cayendo bajo un calor justiciero y un sol de justicia. Agosto es el mes de mi vida en el que más veces he visto amanecer y en el que se fueron cumpliendo muchos retos que ahora, pocos días después, han dado su fruto. Agosto es mi mes de vida, desde que nací un 16. Y este año ha sido un festival de amistades bien cuidadas... Agosto, que no dejó de madurar...





viernes, 11 de septiembre de 2009

SUCEDIÓ EN NUEVA YORK



De mis pasiones personales, la que arrastro, sin dudarlo, Nueva York, aunque huele a parada y final de destino cada vez más cercana. Hace ocho años, un once, de septiembre, me quedé inmóvil ante la puerta de casa, mirando desde el recibidor el segundo impacto de un avión contra las torres gemelas... Hace ocho años mi padre predijo que no era un accidente el primer atentado y saltamos contra él haciéndole ver que eso, lo que el pensaba que pasaba, y pasaba, tan sólo ocurría en las películas... Mis películas de Nueva York son de amor, no de atentados, ni de bombas. Son de paseos a la sombra recortada de un sauce de Central Park y paseando de la mano por el puente de Brooklyn. Mis películas de NY son besos furtivos con el skyline al fondo, triste desde que ellas cayeron... A veces, sin saberlo, vivimos etapas de la vida, hechos históricos que nos dejan anclados a un segundo y recordamos por siempre. Yo soy capaz de recordar aquél martes, lejano ahora en el tiempo, pero tan presente, siempre... 11 de Septiembre. La fecha, para cualquiera, ya es la de la muerte y la ceniza. Recuerdo aquellas portadas de gente despavorida, la más segura hasta entonces del mundo, llorando entre gritos, andando como zombies por una de las grandes avenidas. Recuerdo la cara, de aquella señora negra, cuando los negros nunca soñaban con presidir el país, terrorífica y derrotada ante la barbarie. Y los bomberos, la policía,... Las víctimas inocentes saltando entre las ventanas, despidiéndose por móvil, y volando del infierno al suelo. Dolor. Absoluto e increíble dolor de una estampa de sueños y pesadillas... Siempre tengo la maleta hecha para irme a Nueva York. Desde hace ocho años, aunque sé que con la ausencia del World Trade Center, con más ganas que nunca. Para ver a King Kong escalar el Empire huyendo del mal que puebla la tierra. Para tocar el saxo de Woody Allen. Para vivir como Frank Sinatra, bailando de marinero, a la sombra de Liberty. Hoy he recordado aquello que no se borra, aquél 11, aquél septiembre, aquél que yo mismo era entonces, más inocente, pero con la misma suerte y las ganas de volar hasta Nueva York, la ciudad de los azules que conquistan, de las sombras de día, de las luces de noche, del paseo hasta siempre... Nueva York, llorando, ocho años después por más de 2000 víctimas y una imagen que no se nos borrará nunca...

jueves, 10 de septiembre de 2009

YA HEMOS VUELTO



Ya he vuelto. Al blog, lo primero. Lo siento, voy arrastrando horas de mucho trabajo y dedicación a asuntos varios (y a mí me dedico menos, y a vosotros. Lo siento, de verdad...). Y ya hemos vuelto a la tele. Hoy hemos iniciado la segunda temporada en Levante TV. Hoy ha sido la prueba de fuego, y ahora, cansado, en casa, rememorando el día, creo sinceramente que ha sido una buena vuelta. He regresado acompañado por amigos, con nuevas ilusiones, con nuevos proyectos, con nuevas secciones y con nuevos horizontes... Creo que este año será importante para el programa. Los nervios han vuelto a cogerse al estómago. Los nervios... Le preguntaba a Teresa y Leo como es posible que me siga poniendo nervioso antes de que se enciendan las cámaras... Kike, mientras me llenaba de cables, se reía. Y yo, como siempre, creo que al fin y al cabo es bueno. Y que el día que esto no me ponga las mariposas en el estómago, mejor hacer las maletas... Es la sensación como la del torero que espera la salida del toro: es especial, no puedo explicarla. Es un sentimiento muy personal y compartido con los amigos que hacen posible volver a la tele. Merche, con su repor, que se ha salido. Javi, con su atención continua y siempre. Juanma, con su hasta última hora echándome el cable,... Todos. El equipo. ¡Qué grande poder compartir el trabajo con gente que se da tanto! Me gusta mi trabajo, me gusta este programa, me gusta el espectáculo directo, la adrenalina, el cansancio que te derrumba una décima de segundo después de decir adiós... Ya hemos vuelto. Tenía muchas ganas. Todas las del mundo...

domingo, 6 de septiembre de 2009

SÍ, POR FAVOR



A campanas suena la noche, que llega el final del domingo. Intenso fin de semana, en el que no hemos parado nada de nada, como casi siempre, ¿no? Ahora, a preparar los nuevos días, los que nos vienen por delante y que nos darán nuevas vivencias que iremos contando... Hoy el día ha sido dominguero. Dominguero y nublado en las primeras horas de la mañana. He ido a comprar la prensa, he tomado una ensaladilla rusa y una cola light y me he venido para casa. He trasteado. Y cansado por el sueño, he decidido por el cansancio que vengo arrastrando, echarme una siesta. Tal y como me he tumbado he tenido la sensación de que no iba a conseguir dormir. Así que me he preocupado de ir leyendo los mensajes que llegaban de la caterva de gente a la que le he pedido que colaboren en la nueva temporada de televisión que comenzamos el miércoles... Tengo muchas ganas. Pinta bien. Y creo que mucha gente se va a sorprender de la familia tan grande que conformaremos este año el programa... Lo dejamos en interrogante. Ganas hay. Trabajo, también. Y muy ilusionado con volver... ¡Volver! Esta temporada tiene que es definitiva para el programa...

Por la tarde, Ángeles y yo nos hemos puesto delante del ordenador. Estamos pariendo la escena que cierra nuestro proyecto teatral de este año. ¡Cómo cuesta, Dios! Pero cómo nos gusta... Al acabar, con Carol y David nos marcamos un japonés (algo que ya es clásico). Espectaculares las brochetas de gamba y el pollo con chocolate, como siempre... Ahora, con el calor en casa, los concursantes empiezan a entrar en la undécima casa de Gran Hermano. Me encanta la Milá. ¡Qué fuerza tiene! Me la creo siempre... Es bárbara. Y mientras apuro una colilla, recuerdo esa foto, estilo Abbey Road, de mis amigos cruzando el paso de cebra más largo del mundo... Mis amigos, ¡sí, por favor!

sábado, 5 de septiembre de 2009

ANTES DE QUE AMANEZCA



Antes que Valencia fuera un manto de nubes, cuando los primeros toldos, yo ya me regresaba para casa acompañado de los amigos que hace tiempo no veía. Ayer tarde cené en la plaza de toros y luego caminé por Ruzafa y la Gran Vía. Adoro Valencia. Adoro este barrio, emergente, como un pueblo, siempre en la resistencia, de estrechas aceras y bares por doquier. Adoro el barrio ahora que está en obras y me gusta, aire brisa de tormenta que acecha, caminar bajo el manto de palmeras que es el camino del Antiguo Reino. Ayer entré en Cyrano, con Jorge y risas en la barra, saludo a Pilar, Gueguel y Raquel, Carla, Ana y Laura, que se fue enseguida. Cigarros fucsias a primera hora del día nuevo. Risas en la mesa. Llegaron Mayra, Kike y Aroa: hacía tanto que no nos quedábamos que empezamos a reírnos a mansalva... Luis llegó al tiempo y se unió. "¿Cómo os va?", nos preguntaron. "Genial", pensamos. Manolo se ha comprado moto nueva, nos la enseñó a las dos de la mañana. Y algún truco de magia. Todos mis amigos son magos, pero Manolo además hace trucos... Mojitos. Ron con cola, el hielo picado. La noche va pasando. Fito en la barra. Risas y cierre del local. Camino en coche a casa, anoche manto nublado que prepara lluvia... Me despierto y voy a por la prensa. Compro para cocinar: salmón, gambones y unas clóchinas. Aún dan bolsas en el supermercado (es cuestión de tiempo)... Un pulverizador gris sacude la ciudad con una ducha de aire fresco (como de finales de septiembre...). Hoy, es el cumple de Teresa. Hablo con Cris y Hugo por teléfono, hemos de quedar pronto... Me apetece mucho. Sé que me lees Hugo. Un beso. Zenet suena acompañado por un piano y salgo volando por el balcón a volar la ciudad... Antes. Antes de que amanezca...

viernes, 4 de septiembre de 2009

LAS SIETE Y MEDIA



Juego de cartas, naipes con aires de primera hora de la mañana. Calor en la habitación a la espera del nuevo día. De la mano del insomnio tras una noche histórica. Las siete y media. Sin pasarse, sin que gane la banca... Anoche fue una desbandada en toda regla de la banda. Hielos y más hielos, en torno a una mesa de bar, con sombras de Cyrano. Anoche nos juntamos sin esperarlo improvisando una madrugada que se quebró en los albores del nuevo día. Paseo de amigos en taxi. Conversaciones con la luna y cigarro antes de dormir. Las siete y media. Calor e insomnio. Hoy dormiré muy poco, lo sé. Pero la noche ha merecido la pena. Mucho. Calor desbordado. Las siete y media. Y la luz cubre las sábanas convirtiéndolas en un mar de ceniza... Gran noche. Con buenos y nuevos amigos. Como siempre.

jueves, 3 de septiembre de 2009

DOLOR DE MUERTE

He estado esta mañana de entierro. Hacía tiempo que no lo estaba y, aunque os parezca extraño, también de esto se desacostumbra uno... Hubo una época, que se me antoja lejana, donde era casi algo habitual, y no dejaba de ser doloroso... Esta mañana, encontrarme con Toni, con Toni ausente de sí, ha sido triste, más de lo que esperaba. Esta mañana he vuelto a mi pasado, he recorrido casi cinco años hacia detrás con un salto sin lastres en el que me he quedado noqueado... Hace cinco años mi vida era otra y yo mismo. Y los que hoy regresaron a mí, se perdieron, y han vuelto. Entre sonrisas y pena, por el encuentro. Hace tiempo que dejé de lado las lágrimas de los adioses perpetuos, que me desangraron con fiereza y sacudieron a gente muy cercana y sentí como míos. Por eso, hoy, volver ha sido un dolor, un desgarro, un golpe certero con efecto doble... O triple. Esta mañana he vuelto a pasear oteando la parca entre lágrimas silenciosas y alejadas, compartiendo el dolor de Toni en la lejanía, del tiempo y de los metros... Hoy he recordado a Toni entre risas y fiestas, entre vasos de ron y canciones y bailes... Y volver, cinco años después, ha sido duro, por ver las lágrimas a flor de piel. Hace tiempo que no iba de entierro. He ido esta mañana. Volviendo a mi pasado y al de otros que se han colado de nuevo en mi presente. Y Toni. Un abrazo. A todos. Que difícil es compartir el dolor cuando no puedes cuantificarlo...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

PONERSE AL DÍA



Perdonadme. Han sido las fiestas de Mislata y las horas de las calores. Los días de las vueltas a todo y del regreso a mi vida normal (?). Han sido los momentos de no parar, ni tan siquiera para escribir. Estos silencios forzados lo han sido por el desvarío y el final de la calma, por el regreso a los horarios que nunca tuvimos. Ahora, intento volver de nuevo (regresar siempre) a mi rutina sin rutinas de falta de monotonías. A mis renglones torcidos de Dios y vuestros. A mis costumbres sin tradición... A las hojas perdidas.

El pasado ha vuelto, pero no el más cercano. Han regresado a mí amigos de la niñez, personas del ayer, que me han provocado la alegría de saber cómo se cruzan los caminos en la vida. Esto provocará cambios, lo sé. Y me apetece. Han regresado las palabras tristes del adiós. Mañana tengo un entierro que me lleva a años atrás... El otro día, comiendo con los compañeros del Ayuntamiento, volví, entre risas a Cuba. Mañana regresaré entre lágrimas.

Calor de verano. El jazmín ha resucitado como nunca, después de tratarlo con cariño. Después de darle agua ante la sed,... El jazmín, como una metáfora de la vida, donde las cosas crecen cuando las mimas. Vengo a mimar y a mimarme, con la intención de cambiar las cosas que debería de haber podado hace tiempo... He regresado sin intención de volver al principio, sin pasar por la casilla de salida, y me va bien... Aunque sigo con mis insomnios de madrugada, que me dan alas para volar al alba. He vuelto a conectar el despertador, aunque nunca me haga falta. Tengo la casa en desastre mínimo y lucho por organizarme de nuevo. Es hora de ponerse al día...

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...