martes, 3 de julio de 2012

NO DESCONECTES


Ayer descubrí de nuevo el nudo en el estómago. Pasé la noche fatal, con la angustia al borde de la garganta, en una noche en que volví a tirar de colcha, con el pensamiento puesto en el fuego que devastaba el monte y la cita de la radio. Ayer empecé "Esos locos días de verano" en la 97.7 FM con todas las ganas del mundo y los nervios del siempre debutante que te empujan, fantásticamente y de una manera inconscientemente adorable al precipio de todo. Salió el programa casi como estaba previsto, no hubo fallos, más allá de aquellos que te hacen decir "no desconectes" y acabé con la sensación de que habíamos hecho un buen programa. La comida fue la bajada. Con María Tomás y Laura Caballero, que me divirtieron en la recta final del programa, y con Leo Marín, promotor entre los promotores. Caída libre: cansancio a piñón y los nervios deshaciéndose mientras mi cabeza intentaba tejer en qué había podido fallar y cómo enmendarlo en el programa de hoy.

Por cierto, me voy ya para la ducha y a la emisora. Ayer me reencontré con la ilusión de salir de casa por la obligación diaria y consagré todos los segundos del sol a trabajar para el programa. A ver hoy cómo se nos da la misa... Por la noche me recogió un taxi y fui a la tertulia de Radio 9, al acabar Coca cola con Lasun y Daniel en el bar contiguo y regreso al hogar... Me dejé caer algo por el ordenador, repasé cosas del programa de hoy y me fui, apalabrado, a dormir... Hoy me desperté antes de que me lo pidiera el despertador. ¿Cuánto hace que no me pasaba?

Me emocionó la llamada de mi madre desde Sarrión, ya están allí con Edurne: "El papá se ha ido al Cabezo para poder oírte. Me ha dicho que le ha gustado mucho la poesía del final y que cree que Jaime con este programa le va a ir muy bien...". Me alegra saber de mis papás, que se sienten felices de este reto que a mí me tiene el estómago girado... Me reencontré a lo largo del día y desde el domingo con gente que no esperaba en mi móvil y que no me importa en mi vida. Ayer, por lo que fuera, era un día distinto... :)

Me voy a la ducha... En plena catarsis. Lo que hace el micro, ¡Dios!



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