miércoles, 28 de noviembre de 2012

PALABRA A PALABRA

Voy a confesarlo: cojo selección de dos mil canciones, le propongo al ordenador que seleccione de manera automática (casi autómata) y comienzo a escribir. ¡Momentazo caspa! Empieza Julio Iglesias a cantar "El amor" y se invade la atmósfera de un cutrelux absoluto que me divierte y me hace encarar la segunda parte del miércoles con algo más de ganas... Y de pasa, gritito y risas a costa del de Miami que me doy en casa. Escribo y bailo a la vez: para encerrar...

Anoche me acosté con un tuiter, resumen de mi día, tras regresar con Manolo en coche de la falla. Tuvimos junta directiva, antes de la general del próximo viernes. Escribí, cuando empezó a sentirse el hielo que hoy tendría que cubrirlo todo: "Por más que se empeñe, la gente que tiene veneno dentro, no puede guardarlo para siempre...". O algo similar. Fue una reflexión antes de irme a dormir, en estos días que me cargo de actividad.


Recibo esta mañana un mensaje que me dice que "le gustó ayer que comiéramos juntos de nuevo". Hacía demasiado que no nos sentábamos, mano a mano, cara a cara, en una silla, juntos en una mesa y compartíamos conversación entre plato y plato. Nos pusimos al día, porque ya nos tocaba, con unos caracoles y unas tellinas, un arroz con pato y un tiramisú con dos cucharas y que no compartí antes del cortado. Y lo dicho, nos vino genial para contarnos mudanzas y esperas, sueños y pesadillas, planes de futuro y cortos plazos... No tuvimos prisa, bajo el cielo nublado que siempre nos acoge entre sus ramas, dos copas de vino blanco y un litro de agua. Muchas palabras. Puesta al día de amistad y la satisfacción de saberse uno que no andará nunca solo mientras mantenga, como toca, las personas que nos quieren y a las que queremos tan próximas. Fue una comida genial, palabra sobre palabra... Indagando por mañana, por lo que nos pueda llegar, por lo que pueda ser... Hoy, recibir tu mensaje, me devolvió la paz y la tranquilidad de ayer, las ganas de batallar, la promesa que tengo que buscar a Steve Jobs en internet y el plan de ir caminando hacia adelante, porque sigues acompañándome... 

La mañana se chafa con una tostada en el bar de la plaza, después de recoger la lotería en el partido, pasar por el despacho y contratación. Me regreso a casa con otro décimo más y compro carne y mermelada de cerezas porque mi hermana viene a casa a comer. Llega antes de hora, me pilla sofriendo ajos tiernos y cebolla, la carne sin cortar... preparando el menú de hoy. Lo rematamos con unas mandarinas y un café. La báscula, a partir de mañana, objetivo claro.

Me voy ya. Tengo tele. Suena la Oreja de Van Gogh y whatsappeo con Raquelilla por nochevieja, con Sergio que ayer le visité en el taller por ideas finales para el proyecto de Especial y contratiempo de ver que hoy, ya es miércoles, y la semana sigue pasando... Aunque con un frío extraordinario.

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Noviembre encriptado (19)
Se venga la destreza creando inconvenientes y problemas donde no los hay. El polo negativo se dispara creando barreras que nos entretienen, ahora que la calma ocupa los días. Alguien me dijo el lunes que ande sólo, y "es un consejo para toda la vida", por donde me lleve el estómago. Así que, con las entrañas por bandera haced el camino... Sed sensatos. Que te preocupen las cuestiones que te puedan preocupar, el resto que no te distraigan. Y el polo negativo, que se convierta en positivo. Y a quien quiera úlcera, regálale una sonrisa... Así, sólo así, serás capaz de crecer... De caminar. De hacer algo más que seguir. Porque hay gente a la que seguir no nos vale...

lunes, 26 de noviembre de 2012

TENDENCIAS DE OTOÑO

Lunes. Se está girando la tarde, anunciaba la prensa y mi twitter que viene una ola de frío. Tengo el resabor todavía en el paladar del pastel de boniato prenavideño que ha acompañado un entrecot de carne y unas patatas fritas. ¡Horror, no me queda chocolate en casa! Tendré que pasar por el Consum antes de que mi caja de los antojos se abra como si fueran los truenos de Pandora. Anoche me reencontré vía tuiter con "El principito" tengo que volver a leerlo y me disfruto hoy que estoy con ganas de indagar, de conocer, de investigar... He perdido mucho tiempo de mi vida en no leer, en no aprender... Y ahora, tengo ganas de manta y libro, o guión de presentación, que es lo que nos toca leer... O en reorganizar lo que se nos venga por delante. Que vendrá.



Esta mañana retocé en la cama todo lo que pude y más. Le escribí a Álex que sigue bajo los fríos londinenses, con aquel Tower Bridge de fondo que tan buenos recuerdos me trae siempre. Hablé con Mabel que me despertó y estuvimos una hora al  teléfono. Planeé una escapada que tenía por la mañana y me fui casi al borde del mediodía atravesando las carreteras y los caminos a tener una reunión de trabajo que no podía quedar pendiente, ahora que todo nos pende y nos depende... ¡Avíados vamos!

Tengo al final de la tarde otra reunión de grupo y luego la de final de mes de partido. Y cena en la sede. Mañana por la mañana quedé con Javi que nos acercaríamos a almorzar al taller de Sergio. A ver proyectos y a seguir creando, que es lo que nos gusta. Vuelve a mi mente el taller de ideas de hace unos días... Y no desecho nada. Mi motor se mueve a base de actividad, lo tengo claro. Necesito cansarme para decir que estoy realmente con ganas de tirarme en el sofá, pero luego se me hace cuesta arriba... Creo que aprovecharé que es lunes para cambiar ya desde esta semana, algunas tendencias. Tendencias de otoño.

La boda de Vicente Alventosa (y Silvia Cabrejas) fue el sábado por la noche. Me animó la conversación con Leo y ponernos a tejer. Me mató una hora de autobús perdidos, como Frodo y sus colegas, dando vueltas por la comarca... La comarca del norte. Frío con cocktails a la entrada de "La Hacienda" y una mesa, redonda, con Quique Ginés y señora, Leo Marín, Gloria Martínez, Vicente Fayos y Félix Crespo. Se unió, a los postres casi, Boro Peiró. Barra y chucherías, un "gangam style" y una conversación junto a la fuente de chocolates... A las cinco, Fayos, me dejó en la puerta de casa y me acosté recordando cómo había pasado mi sábado. Casi nada: a tope todo el sábado y preparado para el domingo. Me levanté, no encontraba las llaves. Llegué en taxi a Rosiña, mandándole a Aurora una foto de la boda de su hermano que encontré trasteando por el mail y me trajo tan ricos recuerdos... Presentación de Tomassos y a comer a la falla. Por la tarde un fantástico ensayo de la presentación y vuelta a casa, con Manolo, poniéndonos al día... Cené pizza. Tercera pizza semanal con problemas. ¡Houston! Primera pizza: explota el plato en el horno. Segunda pizza: se queda pegada a la bandeja... ¡Ayer, mi pizza, con fondo de papel de plata! Me la comí pelando, como si fuera una manzana...

Voy a seguir de lunes. Os voy diciendo.

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Noviembre encriptado (18)
Me caen de vez en cuando palabras que me animan, que me llegan... Que no espero. Bueno, que espero pero que siempre me creo que no llegarán. Por eso, cuando las encuentro en mi camino, me abren el corazón como si fueran ventanas que se revientan con aire fresco... Que se reinventan. Qué bonito que el corazón y el alma sientan... cuando llegan las palabras que espero y que desespero.

sábado, 24 de noviembre de 2012

EL SÁBADO, MERCADO

Ayer viernes fue un día productivo, de no parar. Un día en que tuve tiempo para las impertinencias, para comer con los papás y Rosa en casa, para poder recuperar el flexo retro de mi niñez, para irme a la presentación de proyectos de la falla Obispo y llegar a la cena del Sector en el Hotel Playa Senator... Un día completo que terminó a las cinco de la mañana caminando por Peris y Valero en compañía del gran fallero que es Javisanz.

De la presentación de proyectos, decir que guardé los nervios, comentados con Angelita tomando un café junto a la cafetería de Abastos, de ser el primer proyecto de un artista fallero en que colaboro como guionista. El "Planet 78" de Sergio Alcañiz pinta de maravilla y me abre puertas e imaginación a un taller de ideas que no paran de bullir... La cena, con el sector, la compartí entre Elías y Marga, Rafa, Mónica y Chuso, Amparo y Félix, con Aaron y los recuerdos de la India y los de la mili. La mili que nunca tuve. Y al final, un rato con Laura charrando sobre la presentación, unas risas con Moni y Chuso a costa de la niñez de Mireia y la discoteca Mirror (que por cierto ahora se llama Noise) y con esa pareja alalimonera, Guillermo y Javi, que tan buenos ratos le dan a uno siempre. Cerramos la noche, como dije, de madrugada y casi como en un sueño, raro sueño, regresé en un taxi con un conductor negro que sabía la leche de política, tenía que ser cubano, creo o supongo, y un Artur Mas por la radio cerrando su campaña electoral en perfecto inglés.

Me acosté sabiendo que me quedaban cinco horas de sueño. Me bajé a la calle y fui a la mesa de la Cruz Roja. Allí me encontré con Pepa, que se iba al mercado. Le acompañé y por el camino nos encontramos a Tatín. Al final almorzamos juntos en el mercado. Y me regresé a casa, por la mesa de nuevo, caminito a casa. No comí. Llevaba lo almorzado. Me fui a dormir y me desperté ahora, que escribo tan rápido, porque a las seis estoy de boda. Se casan Alventosa y Silvia. Lo que dará de sí esta boda... Ya os lo contaré mañana.

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Noviembre encriptado (17)
Un patán será siempre un patán. Un patán, que además tenga necesidades de matar por su manera de ganarse la vida, cuando a la ignorancia le acompañen la falta de escrúpulos porque antepone sus necesidades a cualquier otra cosa, será un patán conflictivo. Me encantan cuando las indirectas cree que van por él. Y, sobre todo, me chifla cuando tiene la necesidad de hablar de mí sin nombrarme... Eso le hace más patán todavía. Y más patético.

viernes, 23 de noviembre de 2012

ALGO CAMBIÓ HOY


Me desperté a las cinco de la mañana, con un pinchazo horrible en los lumbares. Me levanté como bien pude, llegue al baño, pasé por la cocina y cogí un paracetamol, lo tragué con un golpe de agua y regresé a la cama. A las ocho, Alcañiz me llamó al teléfono, pero fui incapaz de cogerlo. Llegó luego otra llamada, de Carlos Serantes, y algún whatsapp que ni oí. Algo cambió hoy.

A través de la ventana y sin salir de la cama intuí que el frío lo invadía todo. El cielo estaba plomizo y cubierto todo de un único gris, ceniza. La lluvia caía lentamente, leve, pero caía. Y me quedé en la cama hasta que decidí poner en órbita todo mi mundo... Mi mundo de sustos a amigos en las últimas horas, mi mundo que somatiza en el cuerpo cada trasiego de mi alma... Me acosté anoche con el dolor a cuestas, escribiendo algún whatsapp de última hora y el primer capítulo de "La Voz" con sus directos... Me fui a dormir, sabiendo que hoy sería la resaca de un "Tot és Festa" y que muy probablemente aquel dolor no desaparecería. Apoyé a mitad noche mi riñón sobre un cojín helado y esperé a que el sueño y la pastilla hicieran todo el trabajo por mí...

Me hice al día. No hubiera salido de casa, no habría ni salido de la cama. Me mantuve todo el día haciendo cosas ante el ordenador o por la casa, con la calefacción puesta y viendo el agua empapar la fachada de la finca de enfrente. Me duché y cogí el autobús, camino a la Giorgeta. Comí con Luis y Jorge, reemprendiendo en el California's Stars las reuniones de trabajo que hace tiempo ya no teníamos y que se me antojan más urgentes que nunca. Les dispuse mi preocupación por algunas cuestiones que aquí no competen (soy más capaz de desnudar mi alma que cuestiones empresariales... ¡siempre he sabido que era un bicho raro! jeje...) y echamos unas cuantas risas con un pingüino que hoy podría ser la foto de esta hoja perdida...

¿Por qué elegí esas manos que se mojan bajo la lluvia? Porque detrás de ellas, hay sol. Al salir de la reunión, con un listado de tareas y pensando que hay futuro, me dio un vuelco el ánimo. Me vi enfocado a algo, que necesitaba enfocar y la cabeza empezó a engrasarse para no dejar de dar vueltas. Cogí el metro y regresé a casa. Hablé con Teresa, al mediodía había dejado la mañana entre Mabel y Cris. Poco facebook hoy, nada de chat y algo de whatsapps... Me fui al Ayuntamiento, tenía comisión de Hacienda, y me perdí luego entre el frío de las calles de Mislata para regresar desde la sede a casa en compañía de Sanchis. Él se fue hacia la falla y yo me hice unas longanizas para cenar. Descubrí el programa de Chicote en la Sexta y luego la versión americana de esa cocina infernal... Ahora es la una y media de la madrugada y tengo sueño. Es fantástico. Los últimos días me he acostado pasadas las tres... Hoy necesito dormir y me siento fatal por estar de medianoche lunera, escribiendo aquí... Aunque merece la pena. Ya lo creo. Me voy a dormir, positivo.

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Noviembre encriptado (16)
Me encantó saber que tú también lo habías recordado, no podrías olvidarlo, lo sé, pero que tuvieras el momento y la delicadeza de hacer más vivo aquel recuerdo, me gustó. Mucho. Mientras nos quedé la capacidad de recordar, estaremos vivos... 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

ESTACIÓN DE SENTIMIENTOS


La foto tiene sus años, del 2009. No hace falta que diga Ibiza, se presiente. Tengo dos comisiones ahora, una ducha y un programa de televisión esta noche. Tengo la calma por bandera y la alegría de sentirme tan rodeado, tan protegido... Tengo el hueco en el corazón de no saber hacia adónde dirigir lo más próximo de mi vida y la cabeza me pide calma, y la bilis fuego, y la vida calma... Eso es lo que me pide. Hoy, conseguí reubicar mis horarios: me fui a dormir a las doce y media de la madrugada dejándome unas palabras con Amparo, con quien hablaba a la salida de la falla, con Rosa, camino de Mislata, ella que me trajo después de empapelar las esquinas de la falla, y me desperté segundos antes que el despertador a las nueve y media por atajarle como única voluntad. Enseguida alcé el vuelo, emprendí la cama, arreglé algo los trastos de la casa y respondí a los whatsapps de Aurora y Ricardo (desde Londres, la envidia sana). Me encantaron algunas palabras de las que me dijeron ellos tres en las últimas horas, y las que me dejó Leo cuando me llamó por teléfono. Por algo siempre presumo de los amigos que tengo. Pero yo llevo mi camino... Ayer se asustó la gente, más de uno, pensando que caía. Ayer llegaba al hastío, que es una estación fatal donde parar el tren de la vida. Y quise acelerar para que no me pillara el atropello con el pie cambiado... Quiero variar el rumbo, coger la nueva virada, alcanzar los nuevos sueños... Los que hace tiempo que no tengo. He dejado mi vida en situación de inercia, algo peligroso, y al darme cuenta quise frenar y corregir. Ahí estoy, como un profesor en época de exámenes, hartito de tanta corrección... Yo que nunca he sido incorrecto.

Al escribir, poco antes de emprender la marcha que aún me queda por delante he decidido qué foto quería que acompañara este insulso día después. Primero coloqué la de una gallina. Luego una mía rompiendo el horizonte de Conejera, en Khumaras. Y al final encontré ésta en la que me encuentro tranquilo, plácido, reconfortado...

Era otra época, desde luego. Entre otras cosas, estabas tú. No pienses que se me ha caído noviembre del calendario, no creas que me olvidé de recordarte, no creas que me acordé de olvidarte... Con un ayer tan nuestro, cada mes que me viene, cada noviembre de otoño, te traigo a las manos y a la cabeza, al corazón compartido, como en otras fechas en las que sin darte cuenta, mi ángel de la guarda, te has convertido en la mejor de mis confidentes... Si me surgiera una lágrima ahora, porque me emociono al escribirte, la acompaño de una sonrisa para que sepas qué dulce fue estar a tu lado. Y tenerte al nuestro... Que no te olvido, por muchos noviembres que me sacudan. Un beso.

Lo dicho. El día ha sido de resaca de aquel S.O.S. lanzado al cosmos. Me llaman la atención Amparo y Aurora, tan diferentes ella, asegurando mi capacidad de trasladar al mundo mi ánimo... Y yo que siempre me he sentido tan reservado, parece que a fuerza de goteras y lluvias internas, he conseguido saber cómo descargar este saco, a veces losa, de las emociones y las vidas. Me encantó un mensaje de Ricardo: "La vida es amarga para que podamos disfrutar mucho los momentos dulces"... O algo así. La mía, en términos generales, es muy dulce. Pese a ello, necesitaba hacer una parada en el camino, en la estación de los pensamientos, y perderme con un tren en el que partir yo solo... Al final, mis amigos, no me dejaron. Una vez más y como sé que pasará siempre. Pese a ello, el empeño a veces debería de atreverse a conquistarme con más batalla. No son días fáciles para nadie y yo, que me siento tan afortunado en la vida, siempre me he creído sin motivos para levantar la mano y decir: "Aquí estoy. Y hacia adónde...". Y que alguien respondiera por mí... Soy un tío fuerte. Lo sé. Me lo dicen y lo sé... Pero echo en falta quedarme como un ovillo soñando sobre una libreta al escribir nombres y destinos, manos y alegrías, sueños y mañanas... El mañana de mañana que me parece tan gris y tan igual al ayer de ayer... Por eso, me paro, me ataco de energía y me pongo en positivo. Como yo soy. Como me decís que tengo ser. Aunque sea por egoísmo, como me decía Leo, porque le pueda hacer falta a su lado, haciéndole sonreír... Pues bendito egoísmo, compañero.

Esta mañana me dijo Leo que igual me falta la pizca de suerte que me merezco... Cuando me llegue, os lo diré.

Pd: Soy un tío realmente afortunado. Gracias.

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Noviembre encriptado (15)
La mitad de mi camino lo hice yo, la otra mitad me ayudaron o lo deshice. Llega un momento en la vida que te asusta el no haber tomado las decisiones correctas. Yo, hoy, creo que no me equivoqué mucho... Pero, ¿hasta cuándo se está a tiempo de corregir el rumbo? Tocará apretar fuerte, lo escribo para dejármelo claro. Para creerme. A mí mismo, que me doy igual... 

martes, 20 de noviembre de 2012

DESDE HOY


Hice de tripas corazón. El día de hoy, no ha sido malo, ni mucho menos, pero me ha dejado cogido a la colleja, como una mala resaca o un aviso de que te vigilan, la sensación de estar siempre saltando obstáculos por el camino. Me despertó mamá a una hora imposible, vía teléfono, para decirme que vendrían a comer. Me puse ahí las pilas y recordé que ayer se me hizo eternamente tarde porque después del "Tu cara me suena" echan en la tele (qué expresión tan española, el echar por la tele) un programa sobre casas espectaculares que se llama, como no, "Vaya casas". Salió una finca en Ibiza de diez millones de euros. A mí se me rebotó el alma, se me recogieron los sentidos y me explotaron las ganas de isla, de isla blanca. En pleno noviembre.

Me levanté y antes de ponerme cara el ordenador ya había decidido no desayunar nada. No tiene nada que ver con la báscula: 88,500. Encendí el ordenador y en nada tenía a Leo preguntándome qué dónde estaba, que qué hacía... En casa. Con el móvil apagado, porque ni recuerdo dónde está ni le queda vida al pobre. Le dí el fijo y me llamó. Hablamos de trabajo, básicamente, de lo que hay entre hoy y mi futuro: en pasar Nadal. Y desapareció entre el tiempo más inmediato la conversación. Encendí el ordenador y tuve la necesidad de escribirlo:

Hay días que se hacen muy difíciles, muy cuesta arriba, porque crees que todo está encarrilado en tu vida y de repente te encuentras otra piedra en mitad del camino... Cuando tienes muchas piedras, puedes resignarte o intentar saltarlas siempre. Lo primero derrota, lo segundo agota. Una amiga mía me dijo una vez que hay gente que estamos en la vida para saltar siempre obstáculos. Yo parece ser que
 soy uno de ellos... Aunque llegan días que me canso... Que me agoto. Y ante eso: o me dejo derrotar y me resigno o me pongo las pilas y vuelvo a saltar. Y creo que tengo que seguir saltando, porque la derrota no será mejor opción y porque en el fondo no sé resignarme... "Así que, Jaime, coge fuerzas y a empieza a saltar piedras" me digo. Aunque no sea lo que más me apetezca en estos momentos... El camino debe continuar y hay que decidir cómo queremos hacerlo... Uf! Cuesta arriba...




Lo dicho. No es un mal día. Pero sí un día de decisiones. Esperaba que salieran algunas cosas que vuelven a complicarse, así como tira mi vida siempre, complicándose a ratos y llenándose de luz por otros. Por eso dije que no tengo motivos para quejarme. Cierto es que se complicó algo más la meta, a la que llegaremos o a otra carrera, pero a veces pienso si todos esos grandes golpes de suerte que tengo (soy un tío en el fondo afortunado, o así me gusta pensarlo) no podrían conjurarse bajo los designios del universo para dejar el camino un poco más allanado... Hoy, por algo, tenía que expresarlo, que decirlo...

Me llovieron una caterva de mensajes por face incluso algún whatsapp o llamadas, como la de Planells, a la que tengo que darle las gracias por haber acudido al "ese o ese". Gracias a tanta gente con la que cuento, aunque si apenas me conocen. Y aquellos que me tienen más cerca, con sus intentos, saben cómo conquistarme, de recuperar el brío que debo volver a tener...

Los días pasan a una velocidad beligerante. Se va otro. Yo a la ducha y a la falla, a hacer falla. Me temo que con poca compañía. Luego a dormir, espero que antes de que nos den la una y mañana con el despertador cambiado a hacer algo más que esperar a que llegue el programa de la tele... Hoy limpié la habitación y vinieron los papás a comer. Por la tarde me puse a ensayar la presentación y todo se hizo negro. Poco más. Y ahí voy. A ese poco que nos queda y que debo movilizar. Se acercan cambios, seguro, pero o me positivizo ante lo que venga o no sé qué pasará con nuestros tiempos fríos en las próximas semanas... Hoy, por hastío, por cansancio, por dejadez, por lo que fuera, he sentido el otoño acunarme entre pacíficos brazos que se paran. Y mi cabeza me dice que me mueva antes de adormirme más... Despierta. Despierto.

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Noviembre encriptado (14)
Cada sonido pensé que era un mensaje esperado. Y desespero cuando el silencio lo cubre todo y el eco me trae el vacío de regreso. No hay nada que no supiera que podría pasar, y aún así sigue pasando... Cada sonido. 

AVIÓN, ELEFANTE, INDIO, OSO Y UVA

"Tu cara me suena" no deja respiro en las publicidades. Estaba con todas las ganas del mundo (modo ironía) de escribir antes de cerrar el día. Se van a publi y regresa en  ¡1 anuncio! Vamos, ni en mi época de primera tele local... Aprovecho otra pausa y me siento, con más frío ahora, a escribir. Me he quitado de la manta y del sofá, donde me estaba echando unas risas. Lunes que acaba.



Al final el día se ha ido más rápido incluso de lo que pensaba, porque se unen mañanas y noches, pasando con una velocidad el tiempo, que da horror. Me levanté (desperté) tarde, demasiado tarde. Ayer que me empeñé en cambiar algunos hábitos. La báscula me deja en 88.8. Tendiendo al infinito. Vaso de leche, un chateo rápido y una necesidad en el corazón: esperar a que acabara el lunes, como si hoy no fuera a ser un buen día. Se acaba y no lo es. Tampoco malo, tan sólo un día.

Tengo frío ahora, me reclaman el sofá y la manta. Casi no me decido a hacer planes para mañana, por si no los cumplo, aunque hoy me lo he currado, quizá por la necesidad de recuperar el tiempo pasado y me he dejado en mejores condiciones comedor, cocina y habitación, mientras escuchaba a Pablo Alborán, casi ya de la familia. Comí un plato de sopa y un racimo de uva. Racimo es una palabra bella. Y "uva" me retrotae directamente a los tiempos de parvulitos, con doña Isabel, que colgaba sobre la pizarra carteles para aprender las vocales. Me la voy a jugar contra mi memoria: avión, elefante, indio, oso y uva. Tendría que revisarlo en la memoria residual (y selectiva).

[Espectacular Daniel Diges imitando a Montserrat Caballé.]

Después de comer me desperté con una pesadilla de una minisiesta en el sillón. Incomprensiblemente dejé la tele encendida, pero sin sonido, para que no me molestara. Hay veces que la tele molesta hasta muda. Me voy a la sede, reunión de trámite, charreta en la sede con la gente que queda y camino a casa. El frío de invierno empieza a empujarle al otoño de hojas caídas. Una de las personas con quien hablé en la sede, Alejandro: "tendrían que grabar una película con tu vida". "¿Por?" no me conforman las dudas. "Por la cantidad de cosas que haces. Las hojas perdidas...". Le pregunto si las ha descubierto y cómo. Le cuento, como confidencia, que he llegado a pensar cerrarlas. Mi vida, tan pública ella, se expone aún más. Pero pienso, igualmente que qué más da. El exponer la vida de uno. Como le dije, no maté a nadie nunca. Espero seguir poder contando. Y cuento. Llego a casa y ceno: croquetas de jamón y un bombón. Adelanto la hora de cena y echo la sobrecena tirado en el sofá viendo la tele, como os dije.

El lunes se acabó. No tardo tanto como creí. Mañana, cambio de habitos y báscula. Espero que algo más. ¿Cuestión de esperar?

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Noviembre encriptado (14)
Desnuda el alma se queda cuando sangran mis ideas en estas líneas... Hice lo que no debía, recuperar del pasado cercano, del cajón de la rabia y el dolor, alguna instantánea donde se nos veía tan felices y sonrientes, tan cómplices. Y volvió por un instante la pena y el desconcierto. Luego, acostumbrado a los gélidos silencios con que rompen de mi vida aquellas personas que me apartaron, me entretengo en rehacer el camino. Pero aquellas sonrisas de las fotos, aquellos ojos que brillaban, aquella historia... se fue. Y parece que para no volver. Pena. De nuevo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL SOL DE NUEVE


Se me apodera el sueño, me gana, me vence, me convence... Hoy es un día en el que tengo claro que he estado más vivo que dormido. Me acostaba a las nueve de la mañana después de una noche de falla compartida con los artistas falleros que vinieron a Noscarmientas a nuestro particular "Entre pa i artistes".

Ayer sábado me fui a casa de Angelita, bajamos a comprar al Consum, preparamos la cena y la llevamos con Noe al casal. Vino Víctor Valero, Sergio Amar, David Moreno, Óscar Villada con David, Manolo Martín, Dani Zafrilla, Pedro Santaeulalia, Fede Ferrer y Moisés Alarcón. Gente de la falla y cenamos juntos. Entre risas y fallerío. Tomamos alguna copa. A las dos de la mañana nos escapamos a la falla de Toni y Conchín, para celebrar su cumpleaños. Me tomé con ellos un merengue de naranja e hice marcha. Volví al casal, donde fueron cayendo los invitados tal y como avanzaba la noche. Noche de lluvia absoluta. Todo agua. Y nosotros, dentro, como en casa, dejando pasar la madrugada y a la gente por la calle. Quedamos Manu, Angelita y yo con Dani y David. Vi como se apagaban las luces de la calle y en cinco minutos, como por arte de magia, empezó la calle a llenarse de luz. Hacía mucho que no recordaba esto. Salimos a la calle, nos despedimos, y en el principio de Puerto Rico las fachadas se iluminaban con sol. Caminé con David hasta la Gran Vía, luego por la Estación del Norte, donde reapareció Manolín, y luego la calle Xátiva hasta que encontré un taxi llegando a San Agustín. Llegué a casa, bajé la persiana y me dormí.

Me levanté con el tiempo justo de llegar a la falla. Me había despertado varias veces en el camino, oyendo whatsapps de gente que durmió mucho más en la noche. Al final, ducha y taxi. Llegué minutos después de las tres, sin recordar ya casi el frío helado de primera hora de la mañana. Fue como si fuera otro día, que muchas veces me ha pasado. Nos hemos ido luego a Clero, a su casal y hemos pasado la tarde hasta que Manolo me ha traído a casa. Manolo está asustado porque se le viene encima una operación de reducción de estómago. Toda la calma y suertes del mundo, que se las merece. Me deja en casa, hacemos planes para la semana y ceno una pizza con Aída de fondo. Ahora, mientras se me caen los párpados de sueño y se endurecen los dedos, una nueva misión imposible de Calleja en Cuatro sobre la nieve... Y casi, como un autómata, recuerdo que la navidad se nos cae encima.

Mañana dos cosas: cambio de hábitos y cambio de dieta. Ya.

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Noviembre encriptado (13)
Me había encabezonado con no perdonar, con no mirar hacia adelante con alguien que atrás, hace ya unos meses, se me quedó clavada la espina (y cierto dolor) por una conversación inacabada y una rabia contenida y guardada. Y al final el camino de la vida, que es el más sabio, y el paseo compartido le deja a uno la sensación de que merece la pena mirar hacia adelante. Sin orgullos. Porque hay gente que de vez en cuando intentas ponerte enfrente, pero es cuestión de tiempo que regresen a tu vera... O tú a la de ellos. Siempre lo he dicho: me enseñaron para ser buena gente. Y al final, sin quererlo, la bondad, siempre y de manera afortunada, le gana la partida a cualquier ápice de rencor. Debería de pensarlo. Más a menudo. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

FELIZ SÁBADO


Me llaman loco
por no ver lo poco que dicen que me das.
Me llaman loco
por rogarle a la luna detrás del cristal.
Me llaman loco
si me equivoco y te nombro sin querer.
Me llaman loco
por dejar tu recuerdo quemarme la piel...
                                                   [El beso, Pablo Alborán]



Soy tan fatal para memorizar las letras de las canciones, que sigo con el "Tanto" nuevo de Alborán, y entono alguna frase perdida, pero doy por hecho que no me las aprenderé, porque me cuesta... Mil. Alborán, ya os dije, me tiene enganchadito. Aquí estoy, de sábado tarde. Preparándome para el resto de la noche, de mañana la mañana y la tarde. Vamos, de agenda completa.

Ayer dediqué el día a limpiar algo, a escribir el final de la obra, como os conté, con todo lo que me despierta este año la presentación y a grabar las canciones. Cuatro horas para dos temazos. Así es: dos temazos. Como dije anoche en el facebook: ¡qué tiemble Alborán! Lanzado al estrellato musical... Acabamos de grabar a las once casi de la noche y nos fuimos a cenar tardío a la falla, con escaso público. Mari Carmen Planells y Miguel, Chelín y Toni, Rafa y nos agregamos Esther, Adri, Angelita y servidor. Nos tomamos café y copa y acudimos Rafa, Angelita y yo, pasada la una de la mañana a Clero, donde teníamos a Merche y Gerard, Marta, Mossi y Beto, Noe y Javi. Copa y risas. Nos recogimos pronto y aún nos quedamos bajo la casa de Noe y Javi contando batallitas de fin de semana. Esta noche tenemos la cena de artistas en la falla, me voy ya, como aquel que dice, a organizar todo. Y a cocinar. A cocinar mucho... Sigue Pablito, con un temazo:

Seré, un loco enamorado más
que más da si yo te quiero a rabiar
aunque después me duela más...
Seré... un loco enamorado más...

Me despertó el sonido del whatsapp. Era de día porque entraba la luz por la ventana con una fuerza de mayo casi. Cogí el móvil y me sorprendió el mensaje de Álex desde Londres. Me sorprendió y me gustó, mucho. Que de repente, un amigo que hace ya tiempo que no ves, te recuerde y tenga la necesidad de decírtelo es precioso. Revivimos momentos pasados, nos contamos las ganas que tenemos de cambiarnos la ciudad: él de venir y yo de irme a Londres, y todo con una banda sonora de gitanos y organillos en la calle. El suelo frío, de invierno casi. Y debajo de la manta, chateo en la distancia y al mismo tiempo, pienso en otras cosas y echo de menos. Algunas pocas cosas. Vuelvo a la cama, al móvil, a la conversación con Alejandro y acabamos de hablar, porque tiene trabajo y yo que incorporarme al día. Me alegró el sábado... Ya lo sabe.

Ahora, que me he quedado solo
veo que te debo tanto
y lo siento tanto... Ahora...
No aguantaré sin ti,
no hay forma de seguir así...

Me voy a dejar a Alborán puesto mientras me preparo para irme, ya contrarreloj. Mientras se carga el móvil y pienso que como Pablo Alborán se pasase por esta entrada me denunciaba por plagiarle cada verso... Discazo. Superdisco... Lo dije: me hago fan. De ésta, acabo fan...

Me queda por delante el fin de semana. Hago una pausita y os la cuento. Besos y abrazos, feliz sábado.

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Noviembre encriptado (12)
Y de repente unas palabras que vuelan libres entre nubes por un cielo de sentimientos. De repente, sin venir a cuento, despierto a la mañana y miro por la ventana. Y al otro lado del cristal, una mano amiga que tirita entre emociones que reinvento, que pienso, que imagino, que nunca sabré... Y así, a este lado de la ventana, lato por cada momento, con una felicidad absoluta y una tranquilidad que lo inunda todo. Hasta los sueños. Los sueños que sólo tengo cuando estoy despierto... Noviembre encriptado, un paso más hacia los versos que nunca escribí. El alma limpia y pura. Tranquilidad total en la vida. Y el camino que sigue hacia adelante, sin saber si en su serpeo final esconde alguna sorpresa en realidad... 

viernes, 16 de noviembre de 2012

EL CIELO DE COLORES


Sin darme cuenta se me ha hecho viernes por la tarde. El viernes, que ha llegado casi por sorpresa en una semana sin sobresaltos en la que me apura cada vez más la llegada del fin de una temporada, el inicio de otra... una semana en que mi cabeza y mi alma caminan por otros caminos, lejanos, aunque sienta la voz cercana y casi cada noche. Ha sido una semana de encontrarme conmigo mismo y huirme, de hacer una paseo lento, un peregrinaje cargado de cosas, de pequeñas citas, de momentos, de grandes recuerdos, de sospechas, de palabras cegadas...

Vengo hoy, ahora, viernes tarde, a punto de pasar por el afeite y la ducha y salgo volado a grabar las canciones de la presentación. Me queda poco tiempo y lo apuro. Luego calculo que cenaré en la falla, mientras preparo la cena de artistas falleros de mañana noche y otras tantas cosas. Me quedo aquí, acurrucadito, como ayer cuando desperté por la mañana sin haber deshecho la cama nada, escuchando "Tanto" el nuevo disco de Pablo Alborán. Artista. Soy fan. Ya lo dije. Me cuesta mucho sentirme fan de nada y aunque reconozco que casi ni de éste, tengo que decir que canta tan bonito y tan biográfico, que cada verso lo escucho con un deleite grande...

Soy un tío de sentidos. La tarde me cayó encima, como a Machado en su paseo, con recuerdos de viernes tarde cuando iba al colegio. Siempre se nublaba los viernes tarde, que tenía las tardes más largas, los colegios más alargados, las vueltas a casa más esperadas... En este desorden ordenado de vida que tengo, los viernes, ahora, son sólo un día más, otro día, pero se parece tanto a los anteriores y a los siguientes, que se me agotan los segundos pasando la vida a una celeridad bárbara. Me vienen recuerdos del baño en Sarrión de casa de la tía Mercedes, de alguna lejía especial, de alguna colonia que sólo oliera allí. Y me entretengo en juntar palabras de aquellas bonitas que os gustan leer, sobretodo, a algunas de las que os pasáis por aquí.

Estoy ilusionado con la presentación de la falla. Aunque va pasando el tiempo. Hoy hemos cerrado el texto. No adelanto nada, bueno la fecha: quién quiera, está invitado. 22 de diciembre. Mi cabeza está tranquila, mis brazos un poco más cansados y miro hacia adetrás y rememoro una semana pasada por radio, ayer, a la vez, divino todopoderoso, en la 97.7 y en la tertulia política de Radio 9. Cené luego con Mabel en Tommy's y copazo Erasmus en Cyrano. El miércoles entrevisté a Lledó en la tele (esta temporada, de verdad, estoy pletórico con el resultado de cada programa y con la respuesta de la gente). Miércoles de huelga general sin ambiente de huelgas. Y el martes, hablando por teléfono, con Raúl y Ángeles a quien pusieron de patitas en la calle sin más razón que la sinrazón...

Son tiempos oscuros, y pese a ello, a mí me apetece llenar el cielo de colores. Y hacer que el cielo que vosotros véis también los tenga... Apartemos el gris.

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Noviembre encriptado (11)
No sé si malgasté el corazón en el camino o lo escondí tanto en la despensa de la adolescencia tardía, pero siento que cada latido mío se eclipsa con cada razón de lo que debe de ser. A veces sueño. Pero sólo hago eso: soñar. Y despierto me mantengo en mis trece de imaginar y dejar que la imaginación vuele, porque no hay mayor libertad que esa, con el único miedo de que al final se haga de noche y se diluya en el tiempo cada palabra, cada sonrisa, cada esperanza... 

martes, 13 de noviembre de 2012

VÍSPERAS DE MARTES Y TRECES


Casi son las dos de la mañana y un poco de chocolate me deja sabor a pólvora en la boca, pura poesía. He recordado ya unas cuantas veces que estamos a martes y 13, pero he decidido que el martes empiece a partir de que despierte. Cuando despierte. Hoy, sigue siendo lunes, después de "Tu cara me suena", de hablar con Moni para quedar mañana después de la comisión, después del pleno municipal, de hablar por teléfono con Merche,  de decirle a Mabel que no podré mañana estar en la radio,... Después de llevar todo el día whatsappeando y recordando la fiesta del sábado, que se alargó otro tanto.

A primera hora del despertar, colgué la canción de "Mi princesa" de David Bisbal en el facebook, porque no podía haber otra razón que llevar a mi facebook. Los me gustan y los comentarios hicieron el resto. Todo risas y una autorecomendación: que nunca el dolor sea tanto como la felicidad de hoy, las risas rescatadas... Esta canción siempre tuvo un valor para mí, una canción que perdí hace dos sanjuanes o tres... Qué mala es la mala memoria. Desde este finde, con mis risas a cuestas, tengo que recordar la canción por otros motivos. Felicidad. Diversión. Risas. Felicidad (repetida). Y el temor de que vuelen momentos como el de hoy.

Paso la mañana vía chat riendo ocurrencias y demás. Recordando antes de ayer. Y una máxima recordada a lo largo del día, hoy que todavía no es martes y 13, de no querer quedarme colgado al recuerdo de nada, porque nos obliga a no mirar hacia adelante.

Hablo con Cris y le comento como batallo entre síes y noes en mi vida: como ella me dice soy de batallar no de renuncias, pero me complico la vida al pensar. Y no pienso. Y me pongo a limpiar el hogar y es como si todo se hubiera parado. Recuerdo ahora que hice la cama, que la desharé ahora bajo un frío de otoño, que deja 16,6 grados en estos momentos.

Me voy a dormir ya. Ha sido un gran lunes, especial, distinto. Alegre. Recordando la felicidad que antes de ayer detuvo la vida.

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Noviembre encriptado (10)
Y a lo mejor lo que me dijo el que menos esperaba, como un certero policía, fue la pista final que desvelaría el crimen. Un crimen cometido en silencio. Comedido, como siempre. Sintiendo que sería mejor la confusión absoluta de siempre que un poco de luz que aparece, soñando, y se deshace cuando me planto frente al cristal transparente que me deja ver lo que hay al otro lado... Qué curioso que así se desvelara todo. ¿Y si estuve equivocado? Tampoco serviría de nada... Si estoy equivocado, no me hallo en un momento de mi vida oportuno como para reivindicar una batalla que no sea ésta. Un crimen que no sea éste: cometido en silencio. Como siempre. El silencio.

lunes, 12 de noviembre de 2012

EL MUNDO ERA OTRO


Intenso frío. Agua por todos los lados, hasta dentro de mí. Pero no cayeron las goteras. Las manos heladas, el corazón contento y la cabeza durmiéndose por momentos. Como no dormí mucho ayer, se me caen ahora las horas del sueño. Y soñé. Y sueño, aún más despierto.

Anoche tuve una pesadilla que recordé al llegar a la falla hoy, primer día de ensayo. Comimos Mónica, Manolín, Adrián y yo. Patatas con rebollones (repetí el menú del éxito) y una tarta de chocolate (exquisida) que trajo Moni de El Camerino.

El reloj me dio la mañana. En la cama, recién despierto, me escribió Alejandro para recordar la noche de ayer y nos echamos unas risas. Me costó Dios y ayuda levantarme y pasar por la ducha. Tenía la presentación de fallas en Mislata, pero me hubiera quedado siempre dentro de aquella cama, de aquel instante apartado del frío y de todo. Frente a mí, la ventana, gris, que anunciaba lluvias como las de la otra noche. La del viernes. Y dentro de la cama, el mundo era otro.

Volví a la realidad. El corazón me dice que no y la cabeza que sí, que sí a ratos. Qué ingrata esta sensación de desequilibrar mi vida al contrario de lo que requieren las pasiones y las grandes decisiones. Prefiriría, por romanticismo, que mi corazón me empujara y la cabeza negase. Pero no. Y se van los días como nubes que descargaron lluvia y me entretengo en tomar decisiones, que ni siquiera sé si tomo o tomaron por mí.

Pienso que me hubiera gustado frenar el mundo ayer. No cambiaría las risas ni el viento por nada hoy. Y paso el día pensando que ayer fue un oasis en mitad de la realidad y que me debo, por evitar los dolores de la realidad baldía, olvidar de los sueños, los descansos, los recesos... Mañana, no sé si con un manto de verdad, todo volverá a ser lo que era antes de ayer y de esta mañana. Y de la pasada noche donde me invadió una pesadilla, sobre un teatro viejo, sin que nos saliera aquella obra que empezamos esta tarde a ensayar... Con entusiasmo. Con risas. Con felicidad. Recordando como antiguamente lo hacíamos...

La lluvia volvió a brotar del cielo gris, cayó regando mi vida y mi verdad. Me dejó pegado a la ventana con el frío húmedo atado a las manos, a la espera de tres o cuatro bonitas palabras que traerme aquí.

Después del ensayo, bajo la lluvia, me vine con Manolo a casa en el coche comentando sobre otra obra que escribimos... Y pensé en ayer y en mañana. Y por una vez, el pasado le gano la mano al futuro. Y no por falta de esperanzas, sino por falta de voluntades. Así es. Así no fuera.

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Noviembre encriptado (9)
Echaré en falta una palabra más y un silencio menos. A veces, obramos en contra de lo que nos haría mejor. Pero así lo hacemos... Hasta soñar. Lo reconozco: me pierdo cuando espero y me encuentro cuando desespero.

domingo, 11 de noviembre de 2012

FELICIDAD


Ayer verbalicé, que es cuando me salen las cosas, cómo sería si al morir nos quedáramos por la eternidad allí donde se nos agotó el último suspiro. Si hubiera sido ayer, me hubiera quedado con una sonrisa para siempre, porque me reí tanto, sonreí tanto, lo pasé tan bien, que fue en resumen: la felicidad. Era la boda de Conchín, que nos hizo reencontrar a Alejandro, Belda y servidor. Venía de una noche tardía entre cortes de honor, rifas, Alamedas Palace y Posadas de Ánimas en que no entré. Me dieron las seis de la mañana y ayer, poseído por el empeño de dormirme, no paré de despertar cada veinte minutos para comprobar que no llegaba tarde a la boda. No llegué. Llegué el primero y a tiempo a la Pagoda en que habíamos quedado. Álex, de repente, apareció tras de mí. Y poco más tarde Belda cruzó el paso de cebra para encontrarnos ante el Palacio de Monforte, donde se casó mi hermana.

Subimos. Pasé frío, disfrutamos de la breve ceremonia y les tiramos el arroz. Creo que en esos veinte minutos ya nos habíamos puesto al día de casi todo. Bueno, o de casi nada. No lo sé. Cogimos el coche de Alejandro en Blasco Ibáñez y tiramos para Aqualandia. Llegamos y vinimos, pero no del verbo "venir" sino del "vinar", echarse vino. En la ceremonia compartimos mesa con Inma, la hija de Conchín y su amigo Juanjo. Pasamos la boda y la pasamos re-bien. Pasamos la boda y la repasamos re-bien, mejor dicho. Con la música, al estilo de La Voz, nos giramos contra la pista de baile que hicimos nuestra. Y un ron con chachachás. Se hizo de noche: yo no recuerdo cuando dejamos de reír. Nos fuimos al Cyrano y cenamos en La Estrella. Regresamos al Cyrano y casi a las tres, ya con Boro y Elena, que acudieron al bar poco después que Marce, nos vinimos (de venir) hacia casa. Genial.

Me acosté al ritmo de un whatsapp con Alejandro recordando el día entero. Fui feliz, felícisimo. Porque lo pasé bien, pese al frío. Porque me reí tanto, porque me olvidé de todo y jugué. Sólo eso. Porque pasamos el día entero disfrutando de la boda, en compañía de nuestra amiga y de su felicidad. Que fue la nuestra.

De verdad, hoy pensar en ayer, me trae una resaca de risas y de felicidad. Un momento para toda la eternidad.

Pd: Desde ayer "Mi princesa" es una canción que me traerá otros recuerdos, "Gira a la izquierda ya" será una frase que mire con otros sentidos, que me haga sentir vivo. Desde ayer el marrón será otro color y pensaré cómo meter un pie en una piscina sin llegar a caer, lo que es mojarse, vamos, en la vida... Desde ayer pensaré cómo desaparecen las vallas que amarran a los burros... Desde ayer, ahora, sólo sabré escuchar a Amaia Montego... Desde ayer, pienso, que me encantaría repetir un día así... Tan feliz. Tan risueño...

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Noviembre encriptado (8)
Las cosas pueden pasar pero a veces no pueden ser. Hay días que no sé si podrían pasar ni si podrían ser... Y los momentos en que imagino que podrían ser, son cuando no podrían pasar... Por eso, a veces, me pierdo en pensar demasiado y finalmente, siempre, creo que pensé bien... Aunque ya no me pasen las cosas que pienso ni me suceden las que no pueden ser... 

viernes, 9 de noviembre de 2012

BODEGÓN OTOÑAL


Carlitos me escribe cuando voy a empezar la entrada del blog (Carlitos es Galiana para la gente del artisteo, pero yo le llamaré Carlitos desde hoy porque sabéis que tengo una capacidad única para cambiar los nombres y buscar motes del colegueo). Últimamente me salen "primos" y "primas" (sin riesgo, o sin casi) como mote de amistad y así acabo diciendo "aquí mi prima" o "allá mi primo aquél". Lo dicho, que cuando voy a empezar por hoy, con este bodegón de otoño, Carlitos me envía preguntando de dónde sale el tiempo que gasto. Pues probablemente me planteo ahora que de derrochar muchos segundos y de dejarme otros tantos sin dormir. Pero lo más sorprendente, alguna vez creo que ya lo he dicho, es que sólo me llama la atención cuando alguien me lo señala, porque de verdad que siempre he creído que todo el mundo anda a velocidades raudas (oídos necios), y sólo caigo en que no es así cuando alguien me dice: "¿de dónde sacas tiempo para tanto?" o aquella otra frase de "¿Cómo llegas a todo?". Pues no lo sé. Pero me entran ya los vértigos porque pienso en el sarao de esta noche, la cena benéfica de Cortes, los playbacks de anoche, el pleno extraordinario que nos han colado hoy para el lunes, la boda de Conchín mañana o el ensayo del domingo con comida casalera... Vamos, que parar no paro. De aquí, aquello que ya comenté una vez y que os pido encarecidamente a los amigos que alguien se encargue de decir en mi velatorio: "Se ha muerto, pero joder hasta que se ha ido, cómo lo ha vivido...". La intensidad, viene de casa: el exceso, siempre lo dije, para lo bueno y para lo malo. No hay nada como el barroquismo valenciano.

Esta mañana me despierto mucho más tarde de lo que debiera. Voy al banco a por la tarjeta de crédito que no me traen y de vuelta a casa, paseo con mi empeño de comer patatas asadas. La báscula se quedó hoy en 87,800. Camino del Consum me encuentro con "El Julivert", la tienda que me llamó la atención al volver de vacaciones. Entro y compro: rebollones (rovellons valencians), mandarinas, patatas rojas, tomate raf y pimientos del padrón. Me queda una cesta de lo más otoñal. Y una sensación fantástica de haber descubierto un nuevo rincón... Muchas veces lo comento, y lo sabéis mi gente, que disfruto barbaridad de las pequeñas cosas, de los pequeños detalles. Hacer una compra como la de hoy y descubrir, vía paladar, la calidad de estas cositas cocinadas con amor (propio) me hacen disfrutar. Los pequeños detalles. Aunque para calidad, la de anoche en la presentación de un nuevo espacio de comida gourmet, Vicente Castillo, en La Gallera con vinos, jamones, quesos y productos más que exquisitos. Luego una noche de playbacks en Sala Canal y a la una a casa, aunque no me acosté hasta las tres de la mañana.

Voy a ir dejando que se pierda mi hoja de hoy. Sigo con la lengua quemada por la patata asada y con un letargo conducido por un cielo nublado hasta el exceso. Cielo gris, puro poema. Vamos por el 9 de noviembre y se cae 2012 a una velocidad bárbara. Los años impares son los míos, siempre lo dije. Espero que 2013 lo demuestre, que también toca... Ahora, planeando con Leo la noche de hoy y luego, como dijo aquel, ya veremos...

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Noviembre encriptado (7)
Me acuerdo más a menudo de ti de lo que no podrás saber ya nunca. Noviembre siempre será tuyo, aunque no te lo quiera decir. Sonrío cuando vuelvo atrás y recupero tantas cosas y al final, con cierta nostalgia, te lanzo un beso para que te lo lleve el viento. Me acuerdo mucho de ti. Y así te mantengo con vida en el corazón y en la melancolía, con la que pasearé tantas noches de otoños ocres y de fríos inviernos.


jueves, 8 de noviembre de 2012

JUEVES Y NUBLADO

Papá y mamá están en casa. Papá, como un cantante melódico grabando un disco, con sus casquitos pegado a "Bandolera" y mamá charrando con Mercedes, a grito pelado, mientras de fondo escanea Telecinco. Yo, a la ducha y a Valencia, a pasear por las calles del poeta maldito que huele a sombras y a mañana. Luego tengo una inauguración, que me invitó Cristina, a la que me acompañará Pepa.

El sol aparece y desaparece mientras limpio esta mañana mi habitación. Me duele por momentos la cabeza y limpio con amoníaco la escalera, a falta de zotal. Me quedé en la cama con la intención de despertarme a las mil, que es una tentación que tengo cada jueves después de caer derrotado en cada Tot és Festa. Estoy más contento que nunca con el programa, a tope de contenidos y de ritmo. Un poco como imagen y metáfora de mi propia vida. A tope, no tanto de contenidos como de ritmos, la verdad.

Después del programa, Leo que venía de su fiesta cervecera de pulserita, me trajo a casa. Planeamos dejar sobre la mesa posibilidades para la nochevieja, así es. Y aún me tomé el vaso de leche viendo el final de "La voz" en un miércoles distinto que me trajo a casa a cenar. Pienso con celeridad en todo lo que queda por hacer. Y escribo más rápido como si con ello ganara algo de tiempo...

Jueves y nublado.

La tele no trae buenas noticias nunca. Empiezo a pensar en pasado mañana, que es metáfora de lo que tenga que venir e intento reorganizarme. Siento que cuando escribo o hablo afloran todas las cosas que en realidad pienso y que la soledad entierra hacia el fondo: pienso también ya en la ducha, y que últimamente os hablo de ducharme, como antaño de las lluvias y otras veces del cielo. Los otoños hacen que aflore en nosotros los sentimientos que mudan al invierno. ¡Lo qué son las cosas! Me voy ya que no quiero hacer tarde. Me queda la transferencia bancaria del regalo de Conchín, que la tengo este sábado, y seguir a acabar la semana. Que a ello vamos. Os iré contando.

Pd.: Me encantó un facebook de Diegopa anoche en la madrugada dando las gracias al programa y a servidor por hacer que nos olvidemos de los problemas y las penas por un rato. Me sentí agradecídisimo de un detallito tan grande conmigo, porque yo lo siento así. Como siento la felicidad plena de tener tantos amigos... A la ducha.

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Noviembre encriptado (6)
Apareces y desapareces, como una sombra. Me inquietan las idas como me emocionan las venidas. Por eso, cuando de repente y sin esperarlo la voz se acerca, siento una felicidad absoluta. Y cuando el silencio lo invade todo y la voz se hace eco, aunque no piense mucho en ello, cuando me fijo, me entristece la idea de no escuchar más... 

martes, 6 de noviembre de 2012

LA GRAN DUDA


Me desperté en mitad del sueño, porque vaya que sí me costó anoche dormirme. No había ningún nuevo hecho que me llevara a perder el sueño. No hubo nada de novedad en la reunión de grupo de los lunes ni me llamó la atención nada en la tarde, ni me quedé soñando despierto imaginando mañanas que nadie sabe, ni Dios casi, si llegarán o no. El martes de hoy es electoral, de Obama o de Romney. Recuerdo, cada cierto rato, que cuando nació este blog aposté por Hillary frente al actual presidente, así que he decidido callarme para no truncarle el futuro a mi candidato, que espero que lo gane. Además, el martes, me desperté con la intención de romperme a trozos. Salí de la cama por un mensaje que me invitaba a quedar y descubrí antes de abandonar la cama, sin olvidar que anoche se hicieron las tres de la mañana, sin tener por qué, y que frente a mí se despejaba un martes y trece temprano (la semana que viene toca) lleno de nubes negras y oscuridad. Parece Londres. Ese Londres desde el que me escribe Álex para ponerme los dientes largos y la nostalgia por bandera. No salió hoy el sol. Noviembre, ya. Qué susto ver la velocidad con que se disparan los días y condenan este 2012 a desaparecer ya pronto.

Me encontré a Gemma y Mariam en el pasaje y me senté a tomar café con ellas. Llegó al rato Pepa que nos encontró allí y nos fuimos a la sede y luego al despacho y al rato a Cafés Valiente. Llegué a casa con el tiempo alargado para hacer unas longanizas porque hubiera comido a la una y media, pero lo alargué contestando mails hasta las tres de la tarde, porque ya me he acostumbrado a comer con las noticias, por si me indigesto. Me envío unos cuantos twitters con Jose a costa del Constitucional y la ley del matrimonio homosexual y tomo café bombón mientras se gritan por la tele. Estoy a punto de poner un disco: Sabina y Páez, Enemigos Íntimos. Y recupero de la memoria el trabajo que aún me queda, una reunión a la tarde en Junta Central Fallera y dos reuniones de la Agrupación. Todo ello con una dieta que me hace perder 400 gramos.

Al levantarme de la cama me dejo la rodilla contra un pilar de ladrillos. Dolor. Al salir de la ducha, me dejo el pie desnudo contra una cesta de mimbre. Dolor. Después de comer, me pego un codazo contra la pared. Dolor. Decido, como os dije, matarme por capítulos... En fin, que el martes, nublado, sigue llorando de vez en cuando y yo, tranquilo, a la espera ¿de qué? Esa es la gran duda...

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Noviembre encriptado (5)
Reconozco que me pirran las admiraciones desmedidas y que no espero. Nadie de aquélla manera. El ego de cada uno es el que es. Y no hay más. Será cuestión de egos, pero es fantástico, sobre todo cuando pensabas que el tiempo habría borrado de la memoria cualquier reliquia del pasado... Uno, no deja de ser humano. Afortunadamente. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

FIN DE SEMANA DE ENERGÍAS A TOPE

Tengo la sensación de estar en un fin de semana desde hace ochenta días. No he parado nada.  Subí esta foto con Yajaira desde La Virada y alguien comentó en el face que cuándo paraba yo. Y es verdad. No paro, a puntito estaría de clonarme. Me planteo ya hoy domingo como cambio radical de ahora en adelante y me sorprendo a mí mismo, porque como tengo la mitad de la casa con los relojes sin cambiar de hora, miro uno de ellos y pienso que aún me queda una hora para que sea tan tarde. Lo lamentable es que luego me doy cuenta que ese reloj sí que está cambiado y hoy, que pensaba colarme por las sábanas y las mantas con cierta velocidad, me he quedado rezagado, sin saberlo, y la madrugada me ha cogido en mantillas.

Llego al final de la semana o a ese principio de lunes que tendremos mañana y que ya hoy, madrugada del domingo a lunes, anuncia resaca de cansancio. No paré nada. Ayer, además, lo dije, con esa cena de chicos de la falla que nos juntamos en La Estrella y nos alargó la noche. Por la tarde fui a la falla, me vestí de valenciano y me recogieron Félix y Amparo, con Aaron y Nerea para irnos de presentación con los amigos de Bilbao. Nos hicimos allí la tarde, nos esperamos y subimos al final al escenario para hacer lo que correspondía. El padre de Yajaira, nos llevó a La Virada: copa de vino y bravas. Echamos la tarde poniéndonos al día. Me gusta Yajaira porque es una chica que tiene conversación y siempre en positivo. Se agradece, en este mundo donde nos atormetan las crisis con sus truenos de rarezas, de repente, encontrarte frente a una amiga, sentados a la silla de un bar y echar el sábado por la borda, así, es un placer. Luego fuimos a un bar de la Calle Plus Ultra. Nos encontramos en la calle a una fan del programa y poco después llegamos al Rosiña. Presentación de Corretgería. Hicimos lo propio y a cenar. Llegué cambiado pasadas las once de la noche. Elías, Richard, Toni, Nick, Juan y Vicente. Se unieron luego Miguel, Bausá y Sergi, que tenían fútbol. Salimos de la cena y nos fuimos a Cyrano. De Cyrano a Nylon: experiención. Y en taxi a Ochenta y Pop. Allí echamos el resto y el resto de la noche. Yo llegué a casa pasadas las seis, con el día clareando y el sueño por delante. Y me desperté de repente, cuando no tocaba. Y al rato, otra vez. Y finalmente me levanté y preparé un plato de pasta all'arrabiatta. Por la tarde, bus y a la falla. Primera reunión de presentaciones: revivimos momentos pasados. Tiene buena pinta y la gente tiene ganas. Y yo también. Muchas más que el año pasado. Así lo siento. Me vengo a casa con Manolo y nos ponemos al día. Quedamos para el martes... Tengo la lotería por vender. Que no se me pase el tiempo...

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Noviembre encriptado (4)
Hay cosas que son más fáciles y otras que se complican más. Yo opté por complicarla cuando era sencilla, lo cual no sé si es bueno. Cruzo la ciudad en taxi porque todo es sueño. Debería de empezar a estudiar los aleteos que como una mariposa bato para que al otro lado del mundo haya un terremoto. Aquí, hace tiempo, no tiembla nada. Efecto mariposa. 


sábado, 3 de noviembre de 2012

CORTEZAS Y CERTEZAS


Cada vez me sorprendo más de la virtud con que selecciono la música que me acompaña cuando tecleo. Keane, "Everybody's changing". La tarde se cierne a velocidad de bólido y cae a su paso con nubes negras que condenan la noche a llegar antes. Tengo dos presentaciones falleras que Yajaira apuntó anoche en nuestro calendario fallero y en breve salgo disparado a por el autobús porque he quedado con Félix y Amparo en la falla y así acudir juntos. A la noche cena de chicos de la falla... Porque ellas decidieron lanzarse a organizarse una y por rendición caemos nosotros esta noche alrededor de La Estrella (que todo lo guía). Anoche ya compramos allí el bocadillo, Richard y yo, luego llegaron Marga y Elías. Cenamos en la falla Rafa, Amparo con los críos, Richard, Marga y Elías, Mari Carmen Planells y Miguel, Laura y Sergi. Una reducida mesa en mitad del viernes, en mitad del puente éste que ha venido a descontrolar un poco más nuestro descontrol absoluto. Enseguida nos fuimos Amparo, Nerea, Aaron y servidor a la sala Canal para nuestra primera presentación: Amparito de Vivons. Mucha gente conocida y un retraso de hora y cuarenta minutos. ¿La gente por qué nunca minuta sus espectáculos? ¡Error!

Me quedo prendado ahora mismo de las cosas que me sorprenden: al escribir "cortezas" descubro una zeta que se cuela sonora y escondida. ¿Cuántas veces usamos esta letra? Me ha chocado que hace poco la encontré en mitad de unos "escozores"... Debe ser que tengo demasiado tiempo libre en esta agenda que me apremia, porque entiendo que no son cosas que tengan que llamar la atención... Pero a mí, ya lo sabéis, que me pasen estas cosas me estimulan y me parecen de lo más emotivo... La zeta: qué letra, pardiez.

Cuando acabamos de la presentación me dejaron en la calle Cádiz, Amparo me había dicho que acudiera. Estaban Richard y ella con Sergio y Laura en el Tocado. Ni recuerdo cuánto tiempo hacía que no me sentaba allí. Y empezó a chispear, levemente, cuando nos dijeron que entráramos en el local, como hicimos. Hablamos de cosas de la falla, de presentaciones, de poco más... Apuramos la copa y nos fuimos. Me llevaban Amparo y Richard a casa cuando me sonó el móvil: Susa. Estaba con Ángel en el Cyrano y allí me acerqué. Leo me abordó en la puerta para irnos a Mya, pero no tocaba. Nos quedamos en la barra del bar hablando de todo y organizando un poco el mañana. Hasta que me trajeron a casa. Eran las cuatro y pico de la mañana, por eso, al despertar me enredé una vez más en mi manta y mis pensamientos hasta que salí a la vida. Limpio poco, organizo algo la casa, casi nada, planteo hacerlo mañana y me preparó para llegar a las presentaciones que tengo. Arroz caldoso, tarde de otoño y una nueva víctima del Madrid Arena. Pena.

Me encuentro en un momento de prolongación, ni bueno ni malo. Dejo que se arrugue la corteza de mi vida con algunas alegrías y ninguna pena. Alguna calma grande, si acaso y una predisposición a que las horas y los días nos vayan llevando. No tengo la sensación de dejarme arrastrar, ni mucho menos. Pero tengo la certeza de no estar buscando nada y empiezan a darme ganas de limpiar, arreglar, reordenar... Esto, como cualquier otra cosa, no es más que indicio de una voluntad de reorganizarme que no llega... Y habrá que dejarle espacio. Como a la zeta, cuando se cuela entre las palabras.
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Noviembre encriptado (3)

De verdad que nunca le eché las cuentas en ello, pero es algo que me ha venido pasando toda la vida y hablo desde este ecuador de madurez, que siempre me han ido llegando cosas a la vida de manera sobrevenida y muchas de ellas las acepté, no por resignación, pero sí como mandato divino. O del destino. El caso es que me hallo una vez más ante una tesitura que no sé si es la que más me place, pero acato lo que tenga que venir, porque la fortuna, que casi siempre me trató con un mimo destacable, hace y deshace a su eterna voluntad. Que es virtud. Así, ahora, en mitad del camino, sigo dando pasos sin saber si me apetecería pasear, pero entiendo que, algunas veces, y en mi vida son casi todas: las cosas siempre suceden por algo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

BAJO LA MANTA

A la ducha. Cierro el viernes en casa, viernes con ahora de lunes lluvioso. No ha estado nublado ni nada por el estilo, pero anoche, de jueves, parecía un domingo y esta mañana, pues de lunes. De lunes que costaba levantarse de la cama. La manta tiene sobre mí, y nunca mejor dicho, una extraña fuerza que condena la alarma a luchar contra su afonía. Me quedé tumbadito, revisé los twitters y los facebooks, todo lo que me dejaba mi móvil, todo lo que fuera no tener que tantear el frío suelo a la búsqueda de las zapatillas. Cuando me decidí el frío no era tal. Me desperté con el hartazgo de la cena de anoche en el Tommy Mel's. Nos reímos, comentamos y nos resumimos la vida, Noe y Javi, con dos hamburguesas y un sandwich de por medio. Con unas patatas y unos nachos. Con un brownie compartido... Y un cortado. Normal que esta mañana aún tuviera por resaca gastronómica unas pocas ganas de comer que alargué por todo el viernes y aún ahora, que tenemos la primera presentación, y he quedado con Félix y Amparo en la falla, siento que me queden ganas de comer nada... El día lo dediqué a escribir la presentación, como cuando de niño mis trabajos del cole salían a última hora, con una precisión absoluta, pero en el último instante, sintiendo el apuro absoluto de la faena que no se hizo. Afortunadamente, cuando dejé de ser Peter Pan, adquirí nuevos métodos de trabajar que ya arrastro de seguido. Escribo, me río, escucho música, chateo algo, pocos ratos, voy creando situaciones y personajes y me inyecto ganas de que acabe todo bien. Que lo conseguiremos, una vez más.

Comí unas chuletas, patatas y huevo. Soy consciente de que dije que no tenía hambre. Pero en cuanto a los pecados capitales cada uno se asocia el que le place. Y yo me quedé la gula. Lo reconozco, lo reconozco hasta cuando me abalanzo sobre la báscula de casa, que siempre da una cifra similar. O está estropeada o yo no adelgazo... Estará estropeada, calculo.

Ahora me voy ya. A la ducha, al autobús, a la falla, a la sala Canal y dudo que me acueste tarde porque ayer acabé con una fanta de naranja en la madrugada y ganas de irme a dormir. Y mañana hay charanga por la noche y escritura por el día. Pero también soy consciente que nunca puedo saber cómo se resuelven mis noches entre sorpresas y ganas de meterme, una vez más, bajo la manta.

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Noviembre encriptado (2)

Reconozco que me gustaría de repente un mensaje, sin esperarlo, como resumen de todo lo que pasó y que cerrara una puerta y abriera otras. Es necesario en la vida siempre que abramos y cerremos puertas. Y no sé si tú lo sabes, porque en lo emocional calculo que nunca te has manejado cómo yo. Quizá eso es parte del problema mío: los límites que cada persona le ponemos a nuestras vidas, en lo bueno y en lo malo. Y yo, lo dije mil veces, para los dos límites suelo ser excesivo. Pero calculo así, si de repente, se tendiera una mano, pues probablemente tendería la mía. Cuestión de lazos. Ya dije que creo que no pasará... Lo que no sé, entonces, es después de tantos ayeres qué mañana nos queda... 

jueves, 1 de noviembre de 2012

UNO DE NOVIEMBRE, QUE PODRÍA SER YO


Noviembre. Acaba "Azul" de los Elefantes y empieza Dani Martín: "Mira la vida". Es una metáfora del momento que siento ahora mismo, resaca de Halloween a punto de salir de casa a cenar en el Tommy Meal's con Javi y Noe que me han llamado para quedar a cenar... Pasa la vida. Como un abuelico a punto estoy de gritar un "¡Cómo se pasan los días!" porque casi recuerdo a la perfección la nochevieja pasada en mi casa de Sarrión con Raquel y Pablo, Leo, Luis y Gueguel, cerca de las campanadas, con el frío raspándonos las orejitas y pensando en todas las bondades que queríamos para este año par... Yo siempre he sido de años impares: a por 2013, desde ya. Pero la verdad que en líneas generales éste tampoco se está portando tan mal. Lo único, que se me caen por la borda los días y las horas, que se me va la vida con una velocidad sólo comparable a la intensidad de cada segundo que vivo. En eso soy consciente que soy un campeón: he sabido en mi vida, y espero que así sea siempre, imprimirle exceso hasta a la necesidad de vivir, cada instante, cada momento... Como cada canción que se me va mientras tecleo esto.

Anoche fue Halloween. Octubre ha sido un mes desastroso porque si acaso os he ido contando cosas. Como semillero, el mes que cerramos ayer ha sido el jardín sobre el que se plantan futuros... Ya os iré contando porque ni nos pudimos poner al día. "Me cuesta tanto olvidarte" versión de la India. Espero que en noviembre me asomé a ir despidiendo el año con mayor asiduidad porque no dejáis de ser mi excusa perfecta para vomitaros cómo siente mi alma a cada momento...

Anoche, por ejemplo, fue una gran noche. Lo fue ya la tarde: grabando el "Tot és Festa" especial Halloween. Que lo fue. Las risas con Leo, genial disfrazado de presidente de falla al que los cuchillos le vienen por la espalda, y el viaje al casal de Luis y Gueguel, antes de acudir a casa de Angelita. Estaban David, Adrián y Manolín. Arancha les maquillaba y comíamos y bebíamos mientras el programa empezaba en el ordenador y rematábamos los disfraces de una familia Adams, cada vez más organizada (y rejuvenecida). "We are young", canción de Fun. Si lo hago adrede, no lo consigo... Banda sonora para una hoja perdida.

Acudimos a la falla: había mucha gente de la comisión disfrazada, la verdad es que un Halloween con mucha gente. Lo cual mola mucho. Lo pasamos genial: café primero en el Camerino, cubata en la falla, escapada a Clero y regreso a Noscarmientas. Nos visitaron de San Valero y el resto de Ruzafa. Fue pasando la noche, entre fotos y muchas risas. Cuatro de la mañana y a Cyrano. El sueño me empezó a vencer con un cansancio absoluto y arrebatador. Así que nos fuimos al Da Vinci, Moni, Chuso, Manolín y servidor, como ya es costumbre... Me acosté con el frío en la espalda y sin obsesión por levantarme. A las once sonó el teléfono, cayeron whatsapps y comentarios por face sobre las fotos de los disfraces de la noche anterior. He comido cerca de las cinco de la tarde y he guarreado que da horror. Me he visto un capítulo de Gran Hotel y he facebookeado. No he escrito nada, hasta ahora: necesitaba descansar un rato. Y empezar a organizarme. La agenda de la semana que viene ya está repleta. Y cada vez menos horas y más días que pasan.

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Noviembre encriptado (1)

Me dijo que se sentía mal por no estar en la medida que estaba antes y respondiéndole me dí cuenta de una gran verdad. ¿Qué otra posibilidad me quedaba a mí? ¿Desaparecer? Hay caminos en la vida que se nos hacen cuesta arriba y sin embargo se caminan... Cuando el cansancio empieza a desaparecer tan sólo nos queda la satisfacción del trayecto hecho. Yo no estoy satisfecho de algunas cuantas cosas de las que he ido caminando en los últimos tiempos, lo reconozco, pero cómo le dije ayer "¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Desaparecer?": al final regenerarse ha sido la mejor opción... Porque sólo me empeño en mirar hacia atrás y seguir pensando, como siempre, que nunca le hice mal a nadie ni jamás nadie se ha podido sentir engañado por mí... Para bien. Y para mal. 

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...