martes, 24 de julio de 2012

A LA SOMBRA DE ESTA LUZ QUE SUENA EN UNA DE LAS TARDES DE JULIO


Una versión recién descubierta del "Amado mío" en voz tanguera de Luz Casal (sorprendente) me lleva a escribir en la última hora, antes de irme, en este blog que julio cuadró con esmero y mucha cosecha. Gracias a la radio, que entra en su semana final, dejaremos un mes repleto de hojas perdidas, pareciendo un otoño este mes de días calurosos y otros nubosos. Hoy el cielo se despertó constipado y el aire fresco, la brisa que se respira con mayor ahínco se ha multiplicado sin duda ninguna... Miro desde el martes hacia detrás y compruebo que empiezo a ser hoy el inicio de semana que ayer no fui, después de un fin de semana marcado por la actividad a tope...

Pienso mientras busco un hueco donde escribir estas letras que hace tiempo que dejé de usar este blog como un tapiz contra el que disparar las indirectas del alma y del corazón a la espera de que alguien las pescara... Hubo un tiempo en que los segundos sentidos se desdibujaban tanto que parecían enigmas irrompibles. Ahora, sin embargo, ya no pienso quién entrará a leer y qué pensará de cada cosa, ya no espero que nadie rebusque entre los blancos, ya no confío en que nadie pueda venirme abajo si se lee, porque no hay nada para leer que no se lea por sí mismo... Me encanta esta libertad, como me gusta sentir la felicidad contenida y la esperanza despreocupada que siento en las últimas horas (no sé si avance de cualquier cosa presentida que quede por llegar. Esa es la sensación que tengo).

El viernes comí con el jurado: por la tarde limpiamos las impurezas del Nolan y acabé pasando por casa antes de cenar en el Palau y pasar por la Tribu y su concierto en los jardines del Palau. La noche la alargamos en el Cyrano hasta que nos despedimos hablando en la madrugada. Me suena que esto ya lo conté. El sábado fui a la Punxa tras una tarde cargado de pinceles y rodillos, pintura y quillas...

Entre mis recuerdos, sigo con Luz Casal.

La noche de la Punxà la rematamos Leo y yo en Umbracle después de cenar y tomar unas risas. El domingo, me desperté y fui a comer a la playa con mis padres y sus años. Comimos de maravilla en "Las carabelas", paseamos algo al borde de la playa, poco, porque mamá se cansaba, y nos despedimos en la parada del autobús. Subí al bus camino de la presentación, del ordenador y de Angelita. Me sorprendieron mis padres que habían decidido subirse de nuevo, para "acompañarme un poco". Y en la mejor compañía nos perdimos por las avenidas nuevas de la Valencia marítima... Escribimos algo y a la Batalla de las flores con Noelia, Javi, Noemí, Cris, Beto y Martita. Calor contenido y claveles. Una vez más, la risa. Los padres de las Falleras Mayores a muerte contra Braulio y servidor. Nos regresamos después al barrio en el coche de Manolito. En el Gond Wana seguían los del sector C y Boro Peiró, Julián Carabantes, Angelita y servidor que cerramos el fin de semana cenando con el calor del verano por compañía... Llegué a casa y me fui a dormir con la sensación de que ayer era lunes, que lo era. Lo dediqué a la radio y regresé a casa. Vinieron mis padres camino de Sarrión (me acaban de decir si han detenido al alcalde...) y luego mi hermana, con quien tomé un café del tiempo (del tiempo que hacía que no nos lo tomábamos) en la terraza... Cené algo de fruta y un poco de helado, suficiente para que hoy me duela el estómago ahora, sin saber por qué, después de mi segundo día de radio y de haber comido con María Tomás y Laurita Caballero...

Me dejo el calor. Voy a preparar unos bocatas que tengo reunión fallera de la Agrupación y he quedado con Carol y con Javi...

Luz casal sigue... Y mi sensación de que quedan nuevos días por brillar...

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