viernes, 16 de noviembre de 2012
EL CIELO DE COLORES
Sin darme cuenta se me ha hecho viernes por la tarde. El viernes, que ha llegado casi por sorpresa en una semana sin sobresaltos en la que me apura cada vez más la llegada del fin de una temporada, el inicio de otra... una semana en que mi cabeza y mi alma caminan por otros caminos, lejanos, aunque sienta la voz cercana y casi cada noche. Ha sido una semana de encontrarme conmigo mismo y huirme, de hacer una paseo lento, un peregrinaje cargado de cosas, de pequeñas citas, de momentos, de grandes recuerdos, de sospechas, de palabras cegadas...
Vengo hoy, ahora, viernes tarde, a punto de pasar por el afeite y la ducha y salgo volado a grabar las canciones de la presentación. Me queda poco tiempo y lo apuro. Luego calculo que cenaré en la falla, mientras preparo la cena de artistas falleros de mañana noche y otras tantas cosas. Me quedo aquí, acurrucadito, como ayer cuando desperté por la mañana sin haber deshecho la cama nada, escuchando "Tanto" el nuevo disco de Pablo Alborán. Artista. Soy fan. Ya lo dije. Me cuesta mucho sentirme fan de nada y aunque reconozco que casi ni de éste, tengo que decir que canta tan bonito y tan biográfico, que cada verso lo escucho con un deleite grande...
Soy un tío de sentidos. La tarde me cayó encima, como a Machado en su paseo, con recuerdos de viernes tarde cuando iba al colegio. Siempre se nublaba los viernes tarde, que tenía las tardes más largas, los colegios más alargados, las vueltas a casa más esperadas... En este desorden ordenado de vida que tengo, los viernes, ahora, son sólo un día más, otro día, pero se parece tanto a los anteriores y a los siguientes, que se me agotan los segundos pasando la vida a una celeridad bárbara. Me vienen recuerdos del baño en Sarrión de casa de la tía Mercedes, de alguna lejía especial, de alguna colonia que sólo oliera allí. Y me entretengo en juntar palabras de aquellas bonitas que os gustan leer, sobretodo, a algunas de las que os pasáis por aquí.
Estoy ilusionado con la presentación de la falla. Aunque va pasando el tiempo. Hoy hemos cerrado el texto. No adelanto nada, bueno la fecha: quién quiera, está invitado. 22 de diciembre. Mi cabeza está tranquila, mis brazos un poco más cansados y miro hacia adetrás y rememoro una semana pasada por radio, ayer, a la vez, divino todopoderoso, en la 97.7 y en la tertulia política de Radio 9. Cené luego con Mabel en Tommy's y copazo Erasmus en Cyrano. El miércoles entrevisté a Lledó en la tele (esta temporada, de verdad, estoy pletórico con el resultado de cada programa y con la respuesta de la gente). Miércoles de huelga general sin ambiente de huelgas. Y el martes, hablando por teléfono, con Raúl y Ángeles a quien pusieron de patitas en la calle sin más razón que la sinrazón...
Son tiempos oscuros, y pese a ello, a mí me apetece llenar el cielo de colores. Y hacer que el cielo que vosotros véis también los tenga... Apartemos el gris.
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Noviembre encriptado (11)
No sé si malgasté el corazón en el camino o lo escondí tanto en la despensa de la adolescencia tardía, pero siento que cada latido mío se eclipsa con cada razón de lo que debe de ser. A veces sueño. Pero sólo hago eso: soñar. Y despierto me mantengo en mis trece de imaginar y dejar que la imaginación vuele, porque no hay mayor libertad que esa, con el único miedo de que al final se haga de noche y se diluya en el tiempo cada palabra, cada sonrisa, cada esperanza...
martes, 13 de noviembre de 2012
VÍSPERAS DE MARTES Y TRECES
Casi son las dos de la mañana y un poco de chocolate me deja sabor a pólvora en la boca, pura poesía. He recordado ya unas cuantas veces que estamos a martes y 13, pero he decidido que el martes empiece a partir de que despierte. Cuando despierte. Hoy, sigue siendo lunes, después de "Tu cara me suena", de hablar con Moni para quedar mañana después de la comisión, después del pleno municipal, de hablar por teléfono con Merche, de decirle a Mabel que no podré mañana estar en la radio,... Después de llevar todo el día whatsappeando y recordando la fiesta del sábado, que se alargó otro tanto.
A primera hora del despertar, colgué la canción de "Mi princesa" de David Bisbal en el facebook, porque no podía haber otra razón que llevar a mi facebook. Los me gustan y los comentarios hicieron el resto. Todo risas y una autorecomendación: que nunca el dolor sea tanto como la felicidad de hoy, las risas rescatadas... Esta canción siempre tuvo un valor para mí, una canción que perdí hace dos sanjuanes o tres... Qué mala es la mala memoria. Desde este finde, con mis risas a cuestas, tengo que recordar la canción por otros motivos. Felicidad. Diversión. Risas. Felicidad (repetida). Y el temor de que vuelen momentos como el de hoy.
Paso la mañana vía chat riendo ocurrencias y demás. Recordando antes de ayer. Y una máxima recordada a lo largo del día, hoy que todavía no es martes y 13, de no querer quedarme colgado al recuerdo de nada, porque nos obliga a no mirar hacia adelante.
Hablo con Cris y le comento como batallo entre síes y noes en mi vida: como ella me dice soy de batallar no de renuncias, pero me complico la vida al pensar. Y no pienso. Y me pongo a limpiar el hogar y es como si todo se hubiera parado. Recuerdo ahora que hice la cama, que la desharé ahora bajo un frío de otoño, que deja 16,6 grados en estos momentos.
Me voy a dormir ya. Ha sido un gran lunes, especial, distinto. Alegre. Recordando la felicidad que antes de ayer detuvo la vida.
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Noviembre encriptado (10)
Y a lo mejor lo que me dijo el que menos esperaba, como un certero policía, fue la pista final que desvelaría el crimen. Un crimen cometido en silencio. Comedido, como siempre. Sintiendo que sería mejor la confusión absoluta de siempre que un poco de luz que aparece, soñando, y se deshace cuando me planto frente al cristal transparente que me deja ver lo que hay al otro lado... Qué curioso que así se desvelara todo. ¿Y si estuve equivocado? Tampoco serviría de nada... Si estoy equivocado, no me hallo en un momento de mi vida oportuno como para reivindicar una batalla que no sea ésta. Un crimen que no sea éste: cometido en silencio. Como siempre. El silencio.
lunes, 12 de noviembre de 2012
EL MUNDO ERA OTRO
Intenso frío. Agua por todos los lados, hasta dentro de mí. Pero no cayeron las goteras. Las manos heladas, el corazón contento y la cabeza durmiéndose por momentos. Como no dormí mucho ayer, se me caen ahora las horas del sueño. Y soñé. Y sueño, aún más despierto.
Anoche tuve una pesadilla que recordé al llegar a la falla hoy, primer día de ensayo. Comimos Mónica, Manolín, Adrián y yo. Patatas con rebollones (repetí el menú del éxito) y una tarta de chocolate (exquisida) que trajo Moni de El Camerino.
El reloj me dio la mañana. En la cama, recién despierto, me escribió Alejandro para recordar la noche de ayer y nos echamos unas risas. Me costó Dios y ayuda levantarme y pasar por la ducha. Tenía la presentación de fallas en Mislata, pero me hubiera quedado siempre dentro de aquella cama, de aquel instante apartado del frío y de todo. Frente a mí, la ventana, gris, que anunciaba lluvias como las de la otra noche. La del viernes. Y dentro de la cama, el mundo era otro.
Volví a la realidad. El corazón me dice que no y la cabeza que sí, que sí a ratos. Qué ingrata esta sensación de desequilibrar mi vida al contrario de lo que requieren las pasiones y las grandes decisiones. Prefiriría, por romanticismo, que mi corazón me empujara y la cabeza negase. Pero no. Y se van los días como nubes que descargaron lluvia y me entretengo en tomar decisiones, que ni siquiera sé si tomo o tomaron por mí.
Pienso que me hubiera gustado frenar el mundo ayer. No cambiaría las risas ni el viento por nada hoy. Y paso el día pensando que ayer fue un oasis en mitad de la realidad y que me debo, por evitar los dolores de la realidad baldía, olvidar de los sueños, los descansos, los recesos... Mañana, no sé si con un manto de verdad, todo volverá a ser lo que era antes de ayer y de esta mañana. Y de la pasada noche donde me invadió una pesadilla, sobre un teatro viejo, sin que nos saliera aquella obra que empezamos esta tarde a ensayar... Con entusiasmo. Con risas. Con felicidad. Recordando como antiguamente lo hacíamos...
La lluvia volvió a brotar del cielo gris, cayó regando mi vida y mi verdad. Me dejó pegado a la ventana con el frío húmedo atado a las manos, a la espera de tres o cuatro bonitas palabras que traerme aquí.
Después del ensayo, bajo la lluvia, me vine con Manolo a casa en el coche comentando sobre otra obra que escribimos... Y pensé en ayer y en mañana. Y por una vez, el pasado le gano la mano al futuro. Y no por falta de esperanzas, sino por falta de voluntades. Así es. Así no fuera.
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Noviembre encriptado (9)
Echaré en falta una palabra más y un silencio menos. A veces, obramos en contra de lo que nos haría mejor. Pero así lo hacemos... Hasta soñar. Lo reconozco: me pierdo cuando espero y me encuentro cuando desespero.
domingo, 11 de noviembre de 2012
FELICIDAD
Ayer verbalicé, que es cuando me salen las cosas, cómo sería si al morir nos quedáramos por la eternidad allí donde se nos agotó el último suspiro. Si hubiera sido ayer, me hubiera quedado con una sonrisa para siempre, porque me reí tanto, sonreí tanto, lo pasé tan bien, que fue en resumen: la felicidad. Era la boda de Conchín, que nos hizo reencontrar a Alejandro, Belda y servidor. Venía de una noche tardía entre cortes de honor, rifas, Alamedas Palace y Posadas de Ánimas en que no entré. Me dieron las seis de la mañana y ayer, poseído por el empeño de dormirme, no paré de despertar cada veinte minutos para comprobar que no llegaba tarde a la boda. No llegué. Llegué el primero y a tiempo a la Pagoda en que habíamos quedado. Álex, de repente, apareció tras de mí. Y poco más tarde Belda cruzó el paso de cebra para encontrarnos ante el Palacio de Monforte, donde se casó mi hermana.
Subimos. Pasé frío, disfrutamos de la breve ceremonia y les tiramos el arroz. Creo que en esos veinte minutos ya nos habíamos puesto al día de casi todo. Bueno, o de casi nada. No lo sé. Cogimos el coche de Alejandro en Blasco Ibáñez y tiramos para Aqualandia. Llegamos y vinimos, pero no del verbo "venir" sino del "vinar", echarse vino. En la ceremonia compartimos mesa con Inma, la hija de Conchín y su amigo Juanjo. Pasamos la boda y la pasamos re-bien. Pasamos la boda y la repasamos re-bien, mejor dicho. Con la música, al estilo de La Voz, nos giramos contra la pista de baile que hicimos nuestra. Y un ron con chachachás. Se hizo de noche: yo no recuerdo cuando dejamos de reír. Nos fuimos al Cyrano y cenamos en La Estrella. Regresamos al Cyrano y casi a las tres, ya con Boro y Elena, que acudieron al bar poco después que Marce, nos vinimos (de venir) hacia casa. Genial.
Me acosté al ritmo de un whatsapp con Alejandro recordando el día entero. Fui feliz, felícisimo. Porque lo pasé bien, pese al frío. Porque me reí tanto, porque me olvidé de todo y jugué. Sólo eso. Porque pasamos el día entero disfrutando de la boda, en compañía de nuestra amiga y de su felicidad. Que fue la nuestra.
De verdad, hoy pensar en ayer, me trae una resaca de risas y de felicidad. Un momento para toda la eternidad.
Pd: Desde ayer "Mi princesa" es una canción que me traerá otros recuerdos, "Gira a la izquierda ya" será una frase que mire con otros sentidos, que me haga sentir vivo. Desde ayer el marrón será otro color y pensaré cómo meter un pie en una piscina sin llegar a caer, lo que es mojarse, vamos, en la vida... Desde ayer pensaré cómo desaparecen las vallas que amarran a los burros... Desde ayer, ahora, sólo sabré escuchar a Amaia Montego... Desde ayer, pienso, que me encantaría repetir un día así... Tan feliz. Tan risueño...
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Noviembre encriptado (8)
Las cosas pueden pasar pero a veces no pueden ser. Hay días que no sé si podrían pasar ni si podrían ser... Y los momentos en que imagino que podrían ser, son cuando no podrían pasar... Por eso, a veces, me pierdo en pensar demasiado y finalmente, siempre, creo que pensé bien... Aunque ya no me pasen las cosas que pienso ni me suceden las que no pueden ser...
viernes, 9 de noviembre de 2012
BODEGÓN OTOÑAL
Carlitos me escribe cuando voy a empezar la entrada del blog (Carlitos es Galiana para la gente del artisteo, pero yo le llamaré Carlitos desde hoy porque sabéis que tengo una capacidad única para cambiar los nombres y buscar motes del colegueo). Últimamente me salen "primos" y "primas" (sin riesgo, o sin casi) como mote de amistad y así acabo diciendo "aquí mi prima" o "allá mi primo aquél". Lo dicho, que cuando voy a empezar por hoy, con este bodegón de otoño, Carlitos me envía preguntando de dónde sale el tiempo que gasto. Pues probablemente me planteo ahora que de derrochar muchos segundos y de dejarme otros tantos sin dormir. Pero lo más sorprendente, alguna vez creo que ya lo he dicho, es que sólo me llama la atención cuando alguien me lo señala, porque de verdad que siempre he creído que todo el mundo anda a velocidades raudas (oídos necios), y sólo caigo en que no es así cuando alguien me dice: "¿de dónde sacas tiempo para tanto?" o aquella otra frase de "¿Cómo llegas a todo?". Pues no lo sé. Pero me entran ya los vértigos porque pienso en el sarao de esta noche, la cena benéfica de Cortes, los playbacks de anoche, el pleno extraordinario que nos han colado hoy para el lunes, la boda de Conchín mañana o el ensayo del domingo con comida casalera... Vamos, que parar no paro. De aquí, aquello que ya comenté una vez y que os pido encarecidamente a los amigos que alguien se encargue de decir en mi velatorio: "Se ha muerto, pero joder hasta que se ha ido, cómo lo ha vivido...". La intensidad, viene de casa: el exceso, siempre lo dije, para lo bueno y para lo malo. No hay nada como el barroquismo valenciano.
Esta mañana me despierto mucho más tarde de lo que debiera. Voy al banco a por la tarjeta de crédito que no me traen y de vuelta a casa, paseo con mi empeño de comer patatas asadas. La báscula se quedó hoy en 87,800. Camino del Consum me encuentro con "El Julivert", la tienda que me llamó la atención al volver de vacaciones. Entro y compro: rebollones (rovellons valencians), mandarinas, patatas rojas, tomate raf y pimientos del padrón. Me queda una cesta de lo más otoñal. Y una sensación fantástica de haber descubierto un nuevo rincón... Muchas veces lo comento, y lo sabéis mi gente, que disfruto barbaridad de las pequeñas cosas, de los pequeños detalles. Hacer una compra como la de hoy y descubrir, vía paladar, la calidad de estas cositas cocinadas con amor (propio) me hacen disfrutar. Los pequeños detalles. Aunque para calidad, la de anoche en la presentación de un nuevo espacio de comida gourmet, Vicente Castillo, en La Gallera con vinos, jamones, quesos y productos más que exquisitos. Luego una noche de playbacks en Sala Canal y a la una a casa, aunque no me acosté hasta las tres de la mañana.
Voy a ir dejando que se pierda mi hoja de hoy. Sigo con la lengua quemada por la patata asada y con un letargo conducido por un cielo nublado hasta el exceso. Cielo gris, puro poema. Vamos por el 9 de noviembre y se cae 2012 a una velocidad bárbara. Los años impares son los míos, siempre lo dije. Espero que 2013 lo demuestre, que también toca... Ahora, planeando con Leo la noche de hoy y luego, como dijo aquel, ya veremos...
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Noviembre encriptado (7)
Me acuerdo más a menudo de ti de lo que no podrás saber ya nunca. Noviembre siempre será tuyo, aunque no te lo quiera decir. Sonrío cuando vuelvo atrás y recupero tantas cosas y al final, con cierta nostalgia, te lanzo un beso para que te lo lleve el viento. Me acuerdo mucho de ti. Y así te mantengo con vida en el corazón y en la melancolía, con la que pasearé tantas noches de otoños ocres y de fríos inviernos.
jueves, 8 de noviembre de 2012
JUEVES Y NUBLADO
Papá y mamá están en casa. Papá, como un cantante melódico grabando un disco, con sus casquitos pegado a "Bandolera" y mamá charrando con Mercedes, a grito pelado, mientras de fondo escanea Telecinco. Yo, a la ducha y a Valencia, a pasear por las calles del poeta maldito que huele a sombras y a mañana. Luego tengo una inauguración, que me invitó Cristina, a la que me acompañará Pepa.
El sol aparece y desaparece mientras limpio esta mañana mi habitación. Me duele por momentos la cabeza y limpio con amoníaco la escalera, a falta de zotal. Me quedé en la cama con la intención de despertarme a las mil, que es una tentación que tengo cada jueves después de caer derrotado en cada Tot és Festa. Estoy más contento que nunca con el programa, a tope de contenidos y de ritmo. Un poco como imagen y metáfora de mi propia vida. A tope, no tanto de contenidos como de ritmos, la verdad.
Después del programa, Leo que venía de su fiesta cervecera de pulserita, me trajo a casa. Planeamos dejar sobre la mesa posibilidades para la nochevieja, así es. Y aún me tomé el vaso de leche viendo el final de "La voz" en un miércoles distinto que me trajo a casa a cenar. Pienso con celeridad en todo lo que queda por hacer. Y escribo más rápido como si con ello ganara algo de tiempo...
Jueves y nublado.
La tele no trae buenas noticias nunca. Empiezo a pensar en pasado mañana, que es metáfora de lo que tenga que venir e intento reorganizarme. Siento que cuando escribo o hablo afloran todas las cosas que en realidad pienso y que la soledad entierra hacia el fondo: pienso también ya en la ducha, y que últimamente os hablo de ducharme, como antaño de las lluvias y otras veces del cielo. Los otoños hacen que aflore en nosotros los sentimientos que mudan al invierno. ¡Lo qué son las cosas! Me voy ya que no quiero hacer tarde. Me queda la transferencia bancaria del regalo de Conchín, que la tengo este sábado, y seguir a acabar la semana. Que a ello vamos. Os iré contando.
Pd.: Me encantó un facebook de Diegopa anoche en la madrugada dando las gracias al programa y a servidor por hacer que nos olvidemos de los problemas y las penas por un rato. Me sentí agradecídisimo de un detallito tan grande conmigo, porque yo lo siento así. Como siento la felicidad plena de tener tantos amigos... A la ducha.
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Noviembre encriptado (6)
Apareces y desapareces, como una sombra. Me inquietan las idas como me emocionan las venidas. Por eso, cuando de repente y sin esperarlo la voz se acerca, siento una felicidad absoluta. Y cuando el silencio lo invade todo y la voz se hace eco, aunque no piense mucho en ello, cuando me fijo, me entristece la idea de no escuchar más...
El sol aparece y desaparece mientras limpio esta mañana mi habitación. Me duele por momentos la cabeza y limpio con amoníaco la escalera, a falta de zotal. Me quedé en la cama con la intención de despertarme a las mil, que es una tentación que tengo cada jueves después de caer derrotado en cada Tot és Festa. Estoy más contento que nunca con el programa, a tope de contenidos y de ritmo. Un poco como imagen y metáfora de mi propia vida. A tope, no tanto de contenidos como de ritmos, la verdad.
Después del programa, Leo que venía de su fiesta cervecera de pulserita, me trajo a casa. Planeamos dejar sobre la mesa posibilidades para la nochevieja, así es. Y aún me tomé el vaso de leche viendo el final de "La voz" en un miércoles distinto que me trajo a casa a cenar. Pienso con celeridad en todo lo que queda por hacer. Y escribo más rápido como si con ello ganara algo de tiempo...
Jueves y nublado.
La tele no trae buenas noticias nunca. Empiezo a pensar en pasado mañana, que es metáfora de lo que tenga que venir e intento reorganizarme. Siento que cuando escribo o hablo afloran todas las cosas que en realidad pienso y que la soledad entierra hacia el fondo: pienso también ya en la ducha, y que últimamente os hablo de ducharme, como antaño de las lluvias y otras veces del cielo. Los otoños hacen que aflore en nosotros los sentimientos que mudan al invierno. ¡Lo qué son las cosas! Me voy ya que no quiero hacer tarde. Me queda la transferencia bancaria del regalo de Conchín, que la tengo este sábado, y seguir a acabar la semana. Que a ello vamos. Os iré contando.
Pd.: Me encantó un facebook de Diegopa anoche en la madrugada dando las gracias al programa y a servidor por hacer que nos olvidemos de los problemas y las penas por un rato. Me sentí agradecídisimo de un detallito tan grande conmigo, porque yo lo siento así. Como siento la felicidad plena de tener tantos amigos... A la ducha.
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Noviembre encriptado (6)
Apareces y desapareces, como una sombra. Me inquietan las idas como me emocionan las venidas. Por eso, cuando de repente y sin esperarlo la voz se acerca, siento una felicidad absoluta. Y cuando el silencio lo invade todo y la voz se hace eco, aunque no piense mucho en ello, cuando me fijo, me entristece la idea de no escuchar más...
martes, 6 de noviembre de 2012
LA GRAN DUDA
Me desperté en mitad del sueño, porque vaya que sí me costó anoche dormirme. No había ningún nuevo hecho que me llevara a perder el sueño. No hubo nada de novedad en la reunión de grupo de los lunes ni me llamó la atención nada en la tarde, ni me quedé soñando despierto imaginando mañanas que nadie sabe, ni Dios casi, si llegarán o no. El martes de hoy es electoral, de Obama o de Romney. Recuerdo, cada cierto rato, que cuando nació este blog aposté por Hillary frente al actual presidente, así que he decidido callarme para no truncarle el futuro a mi candidato, que espero que lo gane. Además, el martes, me desperté con la intención de romperme a trozos. Salí de la cama por un mensaje que me invitaba a quedar y descubrí antes de abandonar la cama, sin olvidar que anoche se hicieron las tres de la mañana, sin tener por qué, y que frente a mí se despejaba un martes y trece temprano (la semana que viene toca) lleno de nubes negras y oscuridad. Parece Londres. Ese Londres desde el que me escribe Álex para ponerme los dientes largos y la nostalgia por bandera. No salió hoy el sol. Noviembre, ya. Qué susto ver la velocidad con que se disparan los días y condenan este 2012 a desaparecer ya pronto.
Me encontré a Gemma y Mariam en el pasaje y me senté a tomar café con ellas. Llegó al rato Pepa que nos encontró allí y nos fuimos a la sede y luego al despacho y al rato a Cafés Valiente. Llegué a casa con el tiempo alargado para hacer unas longanizas porque hubiera comido a la una y media, pero lo alargué contestando mails hasta las tres de la tarde, porque ya me he acostumbrado a comer con las noticias, por si me indigesto. Me envío unos cuantos twitters con Jose a costa del Constitucional y la ley del matrimonio homosexual y tomo café bombón mientras se gritan por la tele. Estoy a punto de poner un disco: Sabina y Páez, Enemigos Íntimos. Y recupero de la memoria el trabajo que aún me queda, una reunión a la tarde en Junta Central Fallera y dos reuniones de la Agrupación. Todo ello con una dieta que me hace perder 400 gramos.
Al levantarme de la cama me dejo la rodilla contra un pilar de ladrillos. Dolor. Al salir de la ducha, me dejo el pie desnudo contra una cesta de mimbre. Dolor. Después de comer, me pego un codazo contra la pared. Dolor. Decido, como os dije, matarme por capítulos... En fin, que el martes, nublado, sigue llorando de vez en cuando y yo, tranquilo, a la espera ¿de qué? Esa es la gran duda...
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Noviembre encriptado (5)
Reconozco que me pirran las admiraciones desmedidas y que no espero. Nadie de aquélla manera. El ego de cada uno es el que es. Y no hay más. Será cuestión de egos, pero es fantástico, sobre todo cuando pensabas que el tiempo habría borrado de la memoria cualquier reliquia del pasado... Uno, no deja de ser humano. Afortunadamente.
lunes, 5 de noviembre de 2012
FIN DE SEMANA DE ENERGÍAS A TOPE
Tengo la sensación de estar en un fin de semana desde hace ochenta días. No he parado nada. Subí esta foto con Yajaira desde La Virada y alguien comentó en el face que cuándo paraba yo. Y es verdad. No paro, a puntito estaría de clonarme. Me planteo ya hoy domingo como cambio radical de ahora en adelante y me sorprendo a mí mismo, porque como tengo la mitad de la casa con los relojes sin cambiar de hora, miro uno de ellos y pienso que aún me queda una hora para que sea tan tarde. Lo lamentable es que luego me doy cuenta que ese reloj sí que está cambiado y hoy, que pensaba colarme por las sábanas y las mantas con cierta velocidad, me he quedado rezagado, sin saberlo, y la madrugada me ha cogido en mantillas.
Llego al final de la semana o a ese principio de lunes que tendremos mañana y que ya hoy, madrugada del domingo a lunes, anuncia resaca de cansancio. No paré nada. Ayer, además, lo dije, con esa cena de chicos de la falla que nos juntamos en La Estrella y nos alargó la noche. Por la tarde fui a la falla, me vestí de valenciano y me recogieron Félix y Amparo, con Aaron y Nerea para irnos de presentación con los amigos de Bilbao. Nos hicimos allí la tarde, nos esperamos y subimos al final al escenario para hacer lo que correspondía. El padre de Yajaira, nos llevó a La Virada: copa de vino y bravas. Echamos la tarde poniéndonos al día. Me gusta Yajaira porque es una chica que tiene conversación y siempre en positivo. Se agradece, en este mundo donde nos atormetan las crisis con sus truenos de rarezas, de repente, encontrarte frente a una amiga, sentados a la silla de un bar y echar el sábado por la borda, así, es un placer. Luego fuimos a un bar de la Calle Plus Ultra. Nos encontramos en la calle a una fan del programa y poco después llegamos al Rosiña. Presentación de Corretgería. Hicimos lo propio y a cenar. Llegué cambiado pasadas las once de la noche. Elías, Richard, Toni, Nick, Juan y Vicente. Se unieron luego Miguel, Bausá y Sergi, que tenían fútbol. Salimos de la cena y nos fuimos a Cyrano. De Cyrano a Nylon: experiención. Y en taxi a Ochenta y Pop. Allí echamos el resto y el resto de la noche. Yo llegué a casa pasadas las seis, con el día clareando y el sueño por delante. Y me desperté de repente, cuando no tocaba. Y al rato, otra vez. Y finalmente me levanté y preparé un plato de pasta all'arrabiatta. Por la tarde, bus y a la falla. Primera reunión de presentaciones: revivimos momentos pasados. Tiene buena pinta y la gente tiene ganas. Y yo también. Muchas más que el año pasado. Así lo siento. Me vengo a casa con Manolo y nos ponemos al día. Quedamos para el martes... Tengo la lotería por vender. Que no se me pase el tiempo...
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Noviembre encriptado (4)
Hay cosas que son más fáciles y otras que se complican más. Yo opté por complicarla cuando era sencilla, lo cual no sé si es bueno. Cruzo la ciudad en taxi porque todo es sueño. Debería de empezar a estudiar los aleteos que como una mariposa bato para que al otro lado del mundo haya un terremoto. Aquí, hace tiempo, no tiembla nada. Efecto mariposa.
Llego al final de la semana o a ese principio de lunes que tendremos mañana y que ya hoy, madrugada del domingo a lunes, anuncia resaca de cansancio. No paré nada. Ayer, además, lo dije, con esa cena de chicos de la falla que nos juntamos en La Estrella y nos alargó la noche. Por la tarde fui a la falla, me vestí de valenciano y me recogieron Félix y Amparo, con Aaron y Nerea para irnos de presentación con los amigos de Bilbao. Nos hicimos allí la tarde, nos esperamos y subimos al final al escenario para hacer lo que correspondía. El padre de Yajaira, nos llevó a La Virada: copa de vino y bravas. Echamos la tarde poniéndonos al día. Me gusta Yajaira porque es una chica que tiene conversación y siempre en positivo. Se agradece, en este mundo donde nos atormetan las crisis con sus truenos de rarezas, de repente, encontrarte frente a una amiga, sentados a la silla de un bar y echar el sábado por la borda, así, es un placer. Luego fuimos a un bar de la Calle Plus Ultra. Nos encontramos en la calle a una fan del programa y poco después llegamos al Rosiña. Presentación de Corretgería. Hicimos lo propio y a cenar. Llegué cambiado pasadas las once de la noche. Elías, Richard, Toni, Nick, Juan y Vicente. Se unieron luego Miguel, Bausá y Sergi, que tenían fútbol. Salimos de la cena y nos fuimos a Cyrano. De Cyrano a Nylon: experiención. Y en taxi a Ochenta y Pop. Allí echamos el resto y el resto de la noche. Yo llegué a casa pasadas las seis, con el día clareando y el sueño por delante. Y me desperté de repente, cuando no tocaba. Y al rato, otra vez. Y finalmente me levanté y preparé un plato de pasta all'arrabiatta. Por la tarde, bus y a la falla. Primera reunión de presentaciones: revivimos momentos pasados. Tiene buena pinta y la gente tiene ganas. Y yo también. Muchas más que el año pasado. Así lo siento. Me vengo a casa con Manolo y nos ponemos al día. Quedamos para el martes... Tengo la lotería por vender. Que no se me pase el tiempo...
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Noviembre encriptado (4)
Hay cosas que son más fáciles y otras que se complican más. Yo opté por complicarla cuando era sencilla, lo cual no sé si es bueno. Cruzo la ciudad en taxi porque todo es sueño. Debería de empezar a estudiar los aleteos que como una mariposa bato para que al otro lado del mundo haya un terremoto. Aquí, hace tiempo, no tiembla nada. Efecto mariposa.
sábado, 3 de noviembre de 2012
CORTEZAS Y CERTEZAS
Cada vez me sorprendo más de la virtud con que selecciono la música que me acompaña cuando tecleo. Keane, "Everybody's changing". La tarde se cierne a velocidad de bólido y cae a su paso con nubes negras que condenan la noche a llegar antes. Tengo dos presentaciones falleras que Yajaira apuntó anoche en nuestro calendario fallero y en breve salgo disparado a por el autobús porque he quedado con Félix y Amparo en la falla y así acudir juntos. A la noche cena de chicos de la falla... Porque ellas decidieron lanzarse a organizarse una y por rendición caemos nosotros esta noche alrededor de La Estrella (que todo lo guía). Anoche ya compramos allí el bocadillo, Richard y yo, luego llegaron Marga y Elías. Cenamos en la falla Rafa, Amparo con los críos, Richard, Marga y Elías, Mari Carmen Planells y Miguel, Laura y Sergi. Una reducida mesa en mitad del viernes, en mitad del puente éste que ha venido a descontrolar un poco más nuestro descontrol absoluto. Enseguida nos fuimos Amparo, Nerea, Aaron y servidor a la sala Canal para nuestra primera presentación: Amparito de Vivons. Mucha gente conocida y un retraso de hora y cuarenta minutos. ¿La gente por qué nunca minuta sus espectáculos? ¡Error!
Me quedo prendado ahora mismo de las cosas que me sorprenden: al escribir "cortezas" descubro una zeta que se cuela sonora y escondida. ¿Cuántas veces usamos esta letra? Me ha chocado que hace poco la encontré en mitad de unos "escozores"... Debe ser que tengo demasiado tiempo libre en esta agenda que me apremia, porque entiendo que no son cosas que tengan que llamar la atención... Pero a mí, ya lo sabéis, que me pasen estas cosas me estimulan y me parecen de lo más emotivo... La zeta: qué letra, pardiez.
Cuando acabamos de la presentación me dejaron en la calle Cádiz, Amparo me había dicho que acudiera. Estaban Richard y ella con Sergio y Laura en el Tocado. Ni recuerdo cuánto tiempo hacía que no me sentaba allí. Y empezó a chispear, levemente, cuando nos dijeron que entráramos en el local, como hicimos. Hablamos de cosas de la falla, de presentaciones, de poco más... Apuramos la copa y nos fuimos. Me llevaban Amparo y Richard a casa cuando me sonó el móvil: Susa. Estaba con Ángel en el Cyrano y allí me acerqué. Leo me abordó en la puerta para irnos a Mya, pero no tocaba. Nos quedamos en la barra del bar hablando de todo y organizando un poco el mañana. Hasta que me trajeron a casa. Eran las cuatro y pico de la mañana, por eso, al despertar me enredé una vez más en mi manta y mis pensamientos hasta que salí a la vida. Limpio poco, organizo algo la casa, casi nada, planteo hacerlo mañana y me preparó para llegar a las presentaciones que tengo. Arroz caldoso, tarde de otoño y una nueva víctima del Madrid Arena. Pena.
Me encuentro en un momento de prolongación, ni bueno ni malo. Dejo que se arrugue la corteza de mi vida con algunas alegrías y ninguna pena. Alguna calma grande, si acaso y una predisposición a que las horas y los días nos vayan llevando. No tengo la sensación de dejarme arrastrar, ni mucho menos. Pero tengo la certeza de no estar buscando nada y empiezan a darme ganas de limpiar, arreglar, reordenar... Esto, como cualquier otra cosa, no es más que indicio de una voluntad de reorganizarme que no llega... Y habrá que dejarle espacio. Como a la zeta, cuando se cuela entre las palabras.
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Noviembre encriptado (3)
De verdad que nunca le eché las cuentas en ello, pero es algo que me ha venido pasando toda la vida y hablo desde este ecuador de madurez, que siempre me han ido llegando cosas a la vida de manera sobrevenida y muchas de ellas las acepté, no por resignación, pero sí como mandato divino. O del destino. El caso es que me hallo una vez más ante una tesitura que no sé si es la que más me place, pero acato lo que tenga que venir, porque la fortuna, que casi siempre me trató con un mimo destacable, hace y deshace a su eterna voluntad. Que es virtud. Así, ahora, en mitad del camino, sigo dando pasos sin saber si me apetecería pasear, pero entiendo que, algunas veces, y en mi vida son casi todas: las cosas siempre suceden por algo.
viernes, 2 de noviembre de 2012
BAJO LA MANTA
A la ducha. Cierro el viernes en casa, viernes con ahora de lunes lluvioso. No ha estado nublado ni nada por el estilo, pero anoche, de jueves, parecía un domingo y esta mañana, pues de lunes. De lunes que costaba levantarse de la cama. La manta tiene sobre mí, y nunca mejor dicho, una extraña fuerza que condena la alarma a luchar contra su afonía. Me quedé tumbadito, revisé los twitters y los facebooks, todo lo que me dejaba mi móvil, todo lo que fuera no tener que tantear el frío suelo a la búsqueda de las zapatillas. Cuando me decidí el frío no era tal. Me desperté con el hartazgo de la cena de anoche en el Tommy Mel's. Nos reímos, comentamos y nos resumimos la vida, Noe y Javi, con dos hamburguesas y un sandwich de por medio. Con unas patatas y unos nachos. Con un brownie compartido... Y un cortado. Normal que esta mañana aún tuviera por resaca gastronómica unas pocas ganas de comer que alargué por todo el viernes y aún ahora, que tenemos la primera presentación, y he quedado con Félix y Amparo en la falla, siento que me queden ganas de comer nada... El día lo dediqué a escribir la presentación, como cuando de niño mis trabajos del cole salían a última hora, con una precisión absoluta, pero en el último instante, sintiendo el apuro absoluto de la faena que no se hizo. Afortunadamente, cuando dejé de ser Peter Pan, adquirí nuevos métodos de trabajar que ya arrastro de seguido. Escribo, me río, escucho música, chateo algo, pocos ratos, voy creando situaciones y personajes y me inyecto ganas de que acabe todo bien. Que lo conseguiremos, una vez más.
Comí unas chuletas, patatas y huevo. Soy consciente de que dije que no tenía hambre. Pero en cuanto a los pecados capitales cada uno se asocia el que le place. Y yo me quedé la gula. Lo reconozco, lo reconozco hasta cuando me abalanzo sobre la báscula de casa, que siempre da una cifra similar. O está estropeada o yo no adelgazo... Estará estropeada, calculo.
Ahora me voy ya. A la ducha, al autobús, a la falla, a la sala Canal y dudo que me acueste tarde porque ayer acabé con una fanta de naranja en la madrugada y ganas de irme a dormir. Y mañana hay charanga por la noche y escritura por el día. Pero también soy consciente que nunca puedo saber cómo se resuelven mis noches entre sorpresas y ganas de meterme, una vez más, bajo la manta.
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Noviembre encriptado (2)
Reconozco que me gustaría de repente un mensaje, sin esperarlo, como resumen de todo lo que pasó y que cerrara una puerta y abriera otras. Es necesario en la vida siempre que abramos y cerremos puertas. Y no sé si tú lo sabes, porque en lo emocional calculo que nunca te has manejado cómo yo. Quizá eso es parte del problema mío: los límites que cada persona le ponemos a nuestras vidas, en lo bueno y en lo malo. Y yo, lo dije mil veces, para los dos límites suelo ser excesivo. Pero calculo así, si de repente, se tendiera una mano, pues probablemente tendería la mía. Cuestión de lazos. Ya dije que creo que no pasará... Lo que no sé, entonces, es después de tantos ayeres qué mañana nos queda...
Comí unas chuletas, patatas y huevo. Soy consciente de que dije que no tenía hambre. Pero en cuanto a los pecados capitales cada uno se asocia el que le place. Y yo me quedé la gula. Lo reconozco, lo reconozco hasta cuando me abalanzo sobre la báscula de casa, que siempre da una cifra similar. O está estropeada o yo no adelgazo... Estará estropeada, calculo.
Ahora me voy ya. A la ducha, al autobús, a la falla, a la sala Canal y dudo que me acueste tarde porque ayer acabé con una fanta de naranja en la madrugada y ganas de irme a dormir. Y mañana hay charanga por la noche y escritura por el día. Pero también soy consciente que nunca puedo saber cómo se resuelven mis noches entre sorpresas y ganas de meterme, una vez más, bajo la manta.
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Noviembre encriptado (2)
Reconozco que me gustaría de repente un mensaje, sin esperarlo, como resumen de todo lo que pasó y que cerrara una puerta y abriera otras. Es necesario en la vida siempre que abramos y cerremos puertas. Y no sé si tú lo sabes, porque en lo emocional calculo que nunca te has manejado cómo yo. Quizá eso es parte del problema mío: los límites que cada persona le ponemos a nuestras vidas, en lo bueno y en lo malo. Y yo, lo dije mil veces, para los dos límites suelo ser excesivo. Pero calculo así, si de repente, se tendiera una mano, pues probablemente tendería la mía. Cuestión de lazos. Ya dije que creo que no pasará... Lo que no sé, entonces, es después de tantos ayeres qué mañana nos queda...
jueves, 1 de noviembre de 2012
UNO DE NOVIEMBRE, QUE PODRÍA SER YO
Noviembre. Acaba "Azul" de los Elefantes y empieza Dani Martín: "Mira la vida". Es una metáfora del momento que siento ahora mismo, resaca de Halloween a punto de salir de casa a cenar en el Tommy Meal's con Javi y Noe que me han llamado para quedar a cenar... Pasa la vida. Como un abuelico a punto estoy de gritar un "¡Cómo se pasan los días!" porque casi recuerdo a la perfección la nochevieja pasada en mi casa de Sarrión con Raquel y Pablo, Leo, Luis y Gueguel, cerca de las campanadas, con el frío raspándonos las orejitas y pensando en todas las bondades que queríamos para este año par... Yo siempre he sido de años impares: a por 2013, desde ya. Pero la verdad que en líneas generales éste tampoco se está portando tan mal. Lo único, que se me caen por la borda los días y las horas, que se me va la vida con una velocidad sólo comparable a la intensidad de cada segundo que vivo. En eso soy consciente que soy un campeón: he sabido en mi vida, y espero que así sea siempre, imprimirle exceso hasta a la necesidad de vivir, cada instante, cada momento... Como cada canción que se me va mientras tecleo esto.
Anoche fue Halloween. Octubre ha sido un mes desastroso porque si acaso os he ido contando cosas. Como semillero, el mes que cerramos ayer ha sido el jardín sobre el que se plantan futuros... Ya os iré contando porque ni nos pudimos poner al día. "Me cuesta tanto olvidarte" versión de la India. Espero que en noviembre me asomé a ir despidiendo el año con mayor asiduidad porque no dejáis de ser mi excusa perfecta para vomitaros cómo siente mi alma a cada momento...
Anoche, por ejemplo, fue una gran noche. Lo fue ya la tarde: grabando el "Tot és Festa" especial Halloween. Que lo fue. Las risas con Leo, genial disfrazado de presidente de falla al que los cuchillos le vienen por la espalda, y el viaje al casal de Luis y Gueguel, antes de acudir a casa de Angelita. Estaban David, Adrián y Manolín. Arancha les maquillaba y comíamos y bebíamos mientras el programa empezaba en el ordenador y rematábamos los disfraces de una familia Adams, cada vez más organizada (y rejuvenecida). "We are young", canción de Fun. Si lo hago adrede, no lo consigo... Banda sonora para una hoja perdida.
Acudimos a la falla: había mucha gente de la comisión disfrazada, la verdad es que un Halloween con mucha gente. Lo cual mola mucho. Lo pasamos genial: café primero en el Camerino, cubata en la falla, escapada a Clero y regreso a Noscarmientas. Nos visitaron de San Valero y el resto de Ruzafa. Fue pasando la noche, entre fotos y muchas risas. Cuatro de la mañana y a Cyrano. El sueño me empezó a vencer con un cansancio absoluto y arrebatador. Así que nos fuimos al Da Vinci, Moni, Chuso, Manolín y servidor, como ya es costumbre... Me acosté con el frío en la espalda y sin obsesión por levantarme. A las once sonó el teléfono, cayeron whatsapps y comentarios por face sobre las fotos de los disfraces de la noche anterior. He comido cerca de las cinco de la tarde y he guarreado que da horror. Me he visto un capítulo de Gran Hotel y he facebookeado. No he escrito nada, hasta ahora: necesitaba descansar un rato. Y empezar a organizarme. La agenda de la semana que viene ya está repleta. Y cada vez menos horas y más días que pasan.
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Noviembre encriptado (1)
Me dijo que se sentía mal por no estar en la medida que estaba antes y respondiéndole me dí cuenta de una gran verdad. ¿Qué otra posibilidad me quedaba a mí? ¿Desaparecer? Hay caminos en la vida que se nos hacen cuesta arriba y sin embargo se caminan... Cuando el cansancio empieza a desaparecer tan sólo nos queda la satisfacción del trayecto hecho. Yo no estoy satisfecho de algunas cuantas cosas de las que he ido caminando en los últimos tiempos, lo reconozco, pero cómo le dije ayer "¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Desaparecer?": al final regenerarse ha sido la mejor opción... Porque sólo me empeño en mirar hacia atrás y seguir pensando, como siempre, que nunca le hice mal a nadie ni jamás nadie se ha podido sentir engañado por mí... Para bien. Y para mal.
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