jueves, 8 de noviembre de 2012

JUEVES Y NUBLADO

Papá y mamá están en casa. Papá, como un cantante melódico grabando un disco, con sus casquitos pegado a "Bandolera" y mamá charrando con Mercedes, a grito pelado, mientras de fondo escanea Telecinco. Yo, a la ducha y a Valencia, a pasear por las calles del poeta maldito que huele a sombras y a mañana. Luego tengo una inauguración, que me invitó Cristina, a la que me acompañará Pepa.

El sol aparece y desaparece mientras limpio esta mañana mi habitación. Me duele por momentos la cabeza y limpio con amoníaco la escalera, a falta de zotal. Me quedé en la cama con la intención de despertarme a las mil, que es una tentación que tengo cada jueves después de caer derrotado en cada Tot és Festa. Estoy más contento que nunca con el programa, a tope de contenidos y de ritmo. Un poco como imagen y metáfora de mi propia vida. A tope, no tanto de contenidos como de ritmos, la verdad.

Después del programa, Leo que venía de su fiesta cervecera de pulserita, me trajo a casa. Planeamos dejar sobre la mesa posibilidades para la nochevieja, así es. Y aún me tomé el vaso de leche viendo el final de "La voz" en un miércoles distinto que me trajo a casa a cenar. Pienso con celeridad en todo lo que queda por hacer. Y escribo más rápido como si con ello ganara algo de tiempo...

Jueves y nublado.

La tele no trae buenas noticias nunca. Empiezo a pensar en pasado mañana, que es metáfora de lo que tenga que venir e intento reorganizarme. Siento que cuando escribo o hablo afloran todas las cosas que en realidad pienso y que la soledad entierra hacia el fondo: pienso también ya en la ducha, y que últimamente os hablo de ducharme, como antaño de las lluvias y otras veces del cielo. Los otoños hacen que aflore en nosotros los sentimientos que mudan al invierno. ¡Lo qué son las cosas! Me voy ya que no quiero hacer tarde. Me queda la transferencia bancaria del regalo de Conchín, que la tengo este sábado, y seguir a acabar la semana. Que a ello vamos. Os iré contando.

Pd.: Me encantó un facebook de Diegopa anoche en la madrugada dando las gracias al programa y a servidor por hacer que nos olvidemos de los problemas y las penas por un rato. Me sentí agradecídisimo de un detallito tan grande conmigo, porque yo lo siento así. Como siento la felicidad plena de tener tantos amigos... A la ducha.

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Noviembre encriptado (6)
Apareces y desapareces, como una sombra. Me inquietan las idas como me emocionan las venidas. Por eso, cuando de repente y sin esperarlo la voz se acerca, siento una felicidad absoluta. Y cuando el silencio lo invade todo y la voz se hace eco, aunque no piense mucho en ello, cuando me fijo, me entristece la idea de no escuchar más... 

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