domingo, 15 de enero de 2012

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID


Recién llego con mi sueño acuestas de la Capi. El viernes tuve agenda completísima que pasó por una mesa redonda sobre los vuelos de las faldas en los trajes de valenciana y un homenaje a Juan Canet en la falla Espartero. Se alargó la noche más de lo que nadie creíamos y acabé llegando a casa, pasando por la ducha y la maleta y embutiéndome en un autobús camino de Madrid. No me enteré de las cuatro horas de viaje porque estuve durmiendo en dos tiempos, bajando a tomar unos donuts de chocolate y regresando al bus hasta Méndez Álvaro. En Madrid, el sábado de metros pasa entre mucha gente con mis incipientes primeras horas de sueño. Llegamos la hotel, que tenía perfectamente localizado. Cada vez me sorprendo más conmigo mismo al respecto de Madrid, que se ha convertido en un destino que cada viaje me aporta mayor comodidad (todavía). 

Nos instalamos en el hotel y bajamos a comer, con incorporación sorpresa incluída. Nos hicimos un Burger King y algo de shopping antes de regresar al hotel para hacer una siesta. A las siete y media llegó Mamen, a la esquina de la calle San Bernardo con Gran Vía. Estábamos al lado, en el hotel Mercure (muy recomendable). Paseamos por las calles de Madrid y entramos en una tasca de las de toda la vida: copa de vino blanco, dos cervezas y unas patatas con mahonesa y perejil. Nos fuimos a VIPS donde acudieron Mario y Javi, los amigos de Angelita. Cenamos contrarreloj acompañados de risas y cortado tomado de pie. Cruzamos la Gran Vía hasta el teatro Rialto y entramos en el musical de Sabina. Espectacular. Más que recomendable... No perdérselo.




Me he dado cuenta que la ausencia casi de facebook (desde año nuevo casi no escribo ni publico nada) me he volcado más con el blog y con el whatsapp. Contesto por doquier y nos vamos camino de Malasaña a tomar una copita. Primero en un local donde nos sentamos pero no pedimos y luego en  Microteatropordinero, un sitio que conocía Mamen y que Angelita tenía entre sus planes, que son también los míos.

A las tres de la mañana nos fuimos a dormir recargados de risas, descubriendo el motor de las camas. Algo de tarot en la televisión y una madrugada que anunciaba frío. El domingo despertó nublado en Madrid. Nos fuimos a tomar un chocolate a San Ginés, nos paseamos por la Puerta del Sol y la Plaza Mayor. Nos comimos unas gominolas camino de la La Latina y por San Andrés cruzamos a la Plaza de la Paja y a la calle del Rollo. Calle Madrid y Plaza de la Vila. Comimos en El Mercado de la Reina y nos bajamos a Valencia, con parada en Tébar. Como decía, acabo de llegar a casa, pero ha merecido y mucho la pena pasar las horas que hemos ido viviendo...

Al final acabo disfrutando de cada escapada y ésta, sin parar nada, nada de nada, mereció otra vez la pena... Por volver a ver a Mamen, con su pelo corto, por ir respirando entre los primeros fríos de un invierno tardío, por ir recordando cosas, por ir mirando hacia adelante... Pongamos que hablo del futuro... Pongamos que hablo de Madrid,...

1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS A LOS DOS! FUE UNA VISITA GENIAL!!! SÍ O NO??? ;D

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