jueves, 14 de abril de 2011

SI SE PUEDE, CLARO...
















Me gustó tu mensaje tanto como me duele la ausencia de otros.
Me gustó que vinieras a tomar un café conmigo a mitad mañana,...
Me gustó echarme atrás cuando pensé en usar mi blog para llamar "petarda" a una "petarda".
Me gustó ser capaz de pensar que los ruidos acabarán bien.
Me siento tan republicano como juancarlista: alma partida, corazón en dos.
Me gusta tener la televisión apagada toda la tarde.
Me gusta pensar qué quiero cenar y saber que tengo que hacerlo...
Me gustan muchas cosas y otras no me gustan nada, pero me voy a empeñar desde hoy en reclamar las primeras y renunciar a las otras... Si se puede, claro.

Me levanté despertado por el sonido del móvil: saludo de amigo a primera hora de la mañana, que saben a gloria con café cortado. Me ducho, estreno camiseta, porque el cuerpo me pedía estrenarme algo y salgo camino al trabajo. Acierto en la primera reunión de la mañana y no ceso de trabajar. Hoy volví a la carga y la intensidad que me han recomendado que no me tome: diseño, escribo, sostengo carpetas, camino, me escapo en mitad del viaje y remato con una comisión de Cultura. Como en Foster's con Gloria y Chano: nos echamos unas risas y me cambio una camisa. Me hace gracia cuando la gente dice "me descambio". Me hace tanta gracia como dolor me causa en los oídos... Es como lo de rebobinar hacia adelante las cintas... ¿Se puede? No. Rebobinar, se rebobina hacia detrás...

Yo me he planteado no rebobinar tan a menudo y apartar mis miedos estériles: ya saldrán al camino y a ver cómo los recojo. Mantengo la ilusión del trabajo bien hecho anoche y el cansancio arrastrado por una conversación telefónica que se alargó. Paso la tarde caminando, hablando con mi hermana por teléfono, mirando el cielo que amenaza lluvias y me echo un Pasapalabra a la espalda. Apenas si escucho el telediario y ahora reescribo mi vida aquí y pienso qué cenar... Huele a champiñones, por ejemplo, acompañando algo. Mis trigliceridos tienen que bajar.

Voy a preparar el final del día. Mañana termino la semana: he quedado a comer y a cenar. Pero sosegadito, como yo voy, caminando por la vida: sin pausa, pero sin prisa. Y me quedo escuchando varias veces una canción "Y ahora" de Manuel Carrasco, como si mi presente me importara más que mi futuro... La mañana empezó con Sabina y Serrat: "Pastillas para no soñar"... Espero que no hagan efecto. Si se puede, claro...

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