miércoles, 20 de abril de 2011

COMO UN CUADRO

























De repente me vino un cuadro de Sorolla, pegado a la mar. Mi mar es el Mediterráneo, no es que haya tenido muchos más, alguno sí, pero no a miles. Descubrí antes el color del mar que me gusta, la mar, que mi grupo sanguíneo, empecé a odiar la arena antes que saber qué era el odio, a adorar Ibiza antes que adorar a ningún becerro de oro... Las olas, una sobre otra, y en compás, como un peregrinaje siempre, en continuo paseo, lento paseo... Me da la sensación de que este miércoles es viernes. Me da la sensación que viene una racha buena. Me da la sensación de que me gustaría tener la seguridad porque me sobra la certeza. Me da la sensación de que tengo sensaciones: y son fantásticas.

Me iré en unos días a descansar algo. Necesito un peaje, descanso en aire libre, dar vueltas a la cabeza y dejarla quieta, parar, o maquinar cosas nuevas que me quiten algunas de las que llevo últimamente. Necesito reposar algunas cosas que vengo pensando en las últimas semanas: necesito estar a mi lado. Y estaré. No apagaré el móvil, porque no sé. No dejaré de pensar en el trabajo: porque no sé. No dejaré de mirar al cielo... El mar, la mar, no la veré.

Hoy ha sido un miércoles reconvertido en viernes, olía a último día en el cole. Comí con Ángeles nuestro arroz con bogavante y en taxi me fui a la tele. Ahora tengo por delante la posible noche de fútbol o el descanso que me pide el cuerpo. Así que me voy a tomar un café y me esperaré a que decida mi cuerpo...

Como un cuadro, lleno de luz, miro al mañana.

No hay comentarios:

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...