Estamos de primero de noviembre. La víspera, una vez más, de Halloween. Y este año dedicado al vampirismo... ¡De época! Eso sí... Juego en el ordenador y me dicen lo que fui en la vida anterior: "No sé quien eres ahora, aunque lo presiento, pero eras mujer en tu ultima encarnacion terrenal.Naciste en algún lugar cerca del territorio que ahora se conoce como Israel aproximadamente en el año de 1500.Tu profesión pudo ser dramaturgo, director, músico.". ¿Cuántas mujeres israelíes fueron famosas directoras en el siglo XVI? ¡No lo sé! Dios, debería de estar más informado... Lo de la profesión, me va. El adivino, además, me cuenta que siempre "te gusto viajar e investigar. Probablemente fuiste embajador, espia o mensajero.". Lo cual, para que negarlo, también me podría ir... Pero lo más bonito, sin duda, es que el juego concluya asegurando que "has desarrollado tu amor propio y la habilidad para inspirar fe en otras personas. La ambición no lo es todo. La verdadera riqueza esta en tu alma.". Así que hay quiénes tienen fe en mí... ¡Dios, la fe! ¿Cómo perderla? Pues cada día se hace más fácil...
Ayer tarde estuve con Jorge decorando el Cyrano. Luego me fui a comprar. Y al rato a disfrazarme. Era la noche de Halloween. Y aunque no tenía muchas ganas, la verdad, al final la cosa fue mejorando... ¡Y claro! Para el Cyrano, un personaje de literatura... Lestat, el vampiro (aunque se empeñarán Angelita y Marisa en decir que iba de Tom Cruise).
Cenamos en la falla. Hablamos de todo y lo pasamos bien (como casi siempre, cierto es). Luego al café. Lleno absoluto. Aurelia, Amparo, Machu, Miriam (sin esposo), las otras con ellos pero a la suya, Aurora, Ana y Germán, Manolín (¡Ay, mi Manolo!) y Belén, Diego con un colega, Óscar, Palmira, Carol, David, Carolina, Sergi, Toñi, Laura,... La nómina de amigos fue extensa y se agradeció una vez más. El local a tope y más Halloween que nunca. Un regalazo. Lo pasamos bien y se nos fue pasando la noche entre rones y risas, chupitos de Cyrano y conversaciones de todo tipo... Al final, cuando me fui a la cama eran las seis pasadas.
A las diez y algo me desperté para ir al Hospital. He ido a casa a comer y una siesta. Duermo (sin que me guste hacerlo de día) algunos intervalos desde hace unos días porque el cansancio se complica con la agenda. Y quiero atender a todo. Me levanto y voy a la falla: gracias. Ha salido un ensayo divertido, compacto, adelantado,... Lo que nos hacía falta. Desde luego. A mí más que a nadie. Me voy al Clínico. Ceno con Hugo y Juanin. Hablamos. Y luego bajo la Luna, le quedan 29 días para ser llena y parece repleta ya, un cigarro y taxi a casa. Leo algo, mientras el taxista surca la veraniega noche de calor. Y llego a casa. Y os escribo. Y pienso. Y sueño. Y vivo...
Mañana, lunes, a la carga. La agenda ya está preparada. Y yo, inexorablemente, también... Ayer fui un vampiro y volé en la fantasía de una noche. Luego, hoy y mañana, volvemos como siempre a la realidad que nos ata. Y quedan 29 días para que tengamos Luna llena...
domingo, 1 de noviembre de 2009
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2 comentarios:
Muy guapo. R.
Me hubiese encantao acompañarte de Claudia!
Estando en plena adolescencia, me va al pelo el papel.
Bess.
M.
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