martes, 3 de noviembre de 2009
LO MÁS PRÓXIMO A MI CASA
Instalar un plasma. Y cambiar una bombilla. Dos. Tres. Ecológicas, como las que me recomendó aquel taxista. Pasar una escoba. Un mocho rápido. Un cuarto de baño limpio...
Hablo por teléfono esta mañana. Desayuné con Hugo y regresé a Mislata. Hablo por teléfono, toda la mañana. Toda. Como con los papás y con Rosa. Lentejas (¡Cuánto tiempo!). Tomo café y camino a casa. Reunión de trabajo. El aire cambia en la ciudad. Voy al hospital y ceno con Hugo. Hablamos. Aparece Tato. Hablamos de nuevo. Taxi y a casa apurando los euros que me prestó Gloria. Llego con cincuenta céntimos a casa. Enciendo la tele. Y la luz. Y una bombilla nueva, ecológica, como la que me recomendó aquel taxista, ilumina el puente de Brooklyn que lo capitanea todo. Repaso ágilmente la agenda de mañana. Miércoles, programa en la tele. Mañana de ayuntamiento. Comida preparada. Presentación de jornadas. Y llegará la noche...
De momento, la bombilla nueva, aquella que me recomendó aquel taxista, ilumina Nueva York desde su rincón más hermoso y lo siento al lado, Nueva York es hoy, lo más próximo a mi casa...
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