jueves, 29 de octubre de 2009

MÁS QUE NUNCA



Hay días, y debe de ser por cuestión de suerte, que aparece algo o alguien en tu mañana y te cambia pequeñas percepciones o grandes sustentos... A mí hoy me ha sucedido. Cuando menos lo esperaba. He estado currando esta mañana, tras una reunión, he dado vueltas por la calle y me he sentado con amigas a almorzar. Pero antes, sin esperarlo, me ha llegado el aliento bajito de su sonrisa.

Se ha acercado a mí y sin que viniera a cuento ni tuviera lógica alguna y sin dejar de sonreírme me ha dicho: "Eres muy buena persona, honrado y tienes detalles con la gente que nadie tiene...". Me he quedado perplejo. Creo que no me he echado a llorar porque realmente no he valorado sus palabras en un primer momento... "Que creo que eres una buena persona, que eres honesto y que tienes detalles con la gente que nadie tiene". Se ha callado. Yo he enmudecido. Le he sonreído, pero creo que más por regalarle lo único que llevaba encima, mi felicidad, y darle las gracias por uno de los gestos más bonitos que alguien haya tenido conmigo últimamente... "Es que te lo quería decir", ha añadido. Yo, al rato, de mi silencio, absorto, he roto con un "Gracias, de verdad". Y debo de decir que era un agradecimiento en toda regla... No por el contenido de lo que me dijo, sino porque lo haya dicho, porque haya vencido su timidez y haya tenido la generosidad de regalarme sus palabras para mí...

Yo no sé en qué grado tendrá razón. Probablemente, para los que me conocéis, será, más fácil juzgarlo. Pero para mí, en días como éstos, ha sido el mayor regalo que me podrían hacer. Así, sin venir a cuento. Sólo "porque te lo quería decir"... Pues gracias. Porque me has hecho sonreír y sentirme feliz y privilegiado... Gracias de verdad.

Con su regalo creo que realmente lo que ha hecho es empujarme a que me esfuerce por mejorar esos valores. Se lo debo. Os lo debo a muchos de vosotros, que siempre estáis ahí. Pero entended que este anónimo clamado me ha dejado paralizado por un momento. Y emocionado. Brutalmente emocionado... Luego he seguido con el almuerzo. Y al rato el descanso. Ahora me voy a tomar café con Hugo. Y luego pleno,... Y Dios dirá. Pero que bonito recuerdo guardaré de este día... Porque no me lo esperaba. Porque supongo que me hacía mucha falta. Porque me he vuelto a sentir vivo y humano. Más que nunca.

Gracias, M.

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