Me arrastra el virus todo el día. El despertador ha sonado justo en el momento en el que menos me apetecía levantarme, pero me he puesto en pie, rodeado por un batín de sudor. Anoche, me levanté entre los sudores fríos y me fui a la cocina a hacerme un ibuprofeno. Calculo que vale para este constipado que arrastro entre toses y mocos. Pero ya sabéis lo que me gustan a mí los medicamentos... ¡Ah, no! No lo sabéis, nunca os he hablado de ello: no me gustan nada. Me he ido al Ayuntamiento atorado y peor a cada momento. He revisado con lentitud mis correos, he puesto al día algunas cosas, me he tomado café, una napolitana y he tosido algo más. Cada vez toso mejor, con más arte, vamos.
Me he ido a la piscina: remanso de paz, que como un vick vaporub me ha descongestionado las narices. Ahora, el cuerpo me dolía entero y era incapaz de respirar en condiciones. Me he ido a casa. He descubierto toda una fauna sobreviviendo a costa de mis patatas pochas y he cocinado arroz a la cubana... Nota cultural: El arroz a la cubana no se cocina como lo comemos aquí. Ni la ensaladilla rusa es de Moscú, ni lo de Castellón es una paella (Jeje! Esto es coña Aurora! Es que tenía que decirlo, tú sabes).
Después de comer he hablado mucho por teléfono. Me ha llamado gente para ver cómo me iba. Y yo, dando el parte de guerra, como Gila. He hablado con Stoby, mi amigo indio, el chófer de Laddakh... Ha sido como volver al pasado. Y un pasado feliz, siempre. Ha sido genial conversar con él y encontrar un guiño del destino que me regala momentazos como éste. Me preguntó por Piru y por Laza. Por mí. Me hablo de todo menos de él. Y cuando le dije que me iba a la cama, que no me encontraba bien, él añadió: "Keep in touch!".
Me encanta mantenerme en contacto con gente tan especial. Es una suerte particular, grande, especial... Inconmensurable. Stoby, desde el Tíbet, diciéndome que nos manteníamos en contacto. Siempre, no lo dudes.
Me acuesto y duermo. Me despierta el teléfono. Hablo. Me quedo en la cama con un sandwich de paté y leo. Estoy con "Cometas en el cielo", casualmente el libro que comencé en el Tíbet. Me gusta mucho este libro de Khaled Hosseini, pero lo tenía abandonado a la espera de tener tiempo para mí... Qué lástima que sólo sea capaz de encontrarme tiempos perdidos cuando me pongo enfermo... Amir ha pedido que Soraya se case con él a Baba... Emotivo. Desde luego.
Voy a tomar algún medicamento ahora y regresaré a la cama... Desde allí, todo pasa más lento y sudado. Pero ya no toso. Keep in touch, my dear friends...
3 comentarios:
Hola Bron! No sabía que estabas malito, que te mejores.
Besicos
Apa
Holitas!
Yo estoy parecida, de agenda, y de virus.
Como no me contestas a los mails (reprimenda, jaja)... voy a intertarlo por aqui.
Besotes
M.
ME ENCANTA ESE LIBRO, NO SABES LO QUE LLORÉ.....CUANDO TE LO ACABES, SIGUE CON MIL SOLES ESPLENDIDOS.....AMPARO.
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