María Luisa y yo conquistamos el recinto: lo hacemos bajo el cielo que amenaza lluvias en sorbos de rebujito. Pronto, alrededor de la mesa, improvisamos una fiesta en condiciones. Risas y fotos. Comentarios de todo tipo. Y cada vez, más gente. Poco a poco pasa la tarde y nos vamos conquistando territorios cercanos. Un cigarro por aquí. Risas. Conversaciones en la sombra. Más risas.
Al rato, el rebujito corre por la feria. Raúl y Chano se unen, Gloria pasea a Paula, que ya casi anda sola. Gala juega con su globo verde... ¡Qué historia la de los globos! Nada más llegar, a la feria, María Luisa y yo nos pasamos por el stand en búsqueda de helio. Llenamos el helio y nos lo tragamos para que nuestras voces se confundan con las de papá pitufo. ¡Mare! Se va uniendo la gente al festival improvisado, y al rato vemos a la gente comiendo helio y a carcajada limpia. A Gema no le surge efecto. María Luisa es pitufina. Yo, don pitufón. Más risas. (Tendriáis que habernos visto... Repito: "¡Mare!").
Mis padres se pasan por la feria. Veo a mamá guapísima y a papá muy moreno. Me alegra verles porque hacía mucho que no disfrutábamos de un rato de tranquilidad. Y aquí lo hacemos entre un río de gente que no cesa. Al rato siguen con la visita. Yo me quedo en el stand de la radio y vamos haciendo corro a ratos. Cris se queja de que su hija se independiza con cinco años... La vida se nos pasa corriendo.
Hoy comienza el último proyecto en el que he estado trabajando con todo el equipo de Juventud. Mislata en Obert, una campaña intercultural de inmigración, interculturalidad y convivencia. Comienza con un concierto de música africana, grupo Mabele. Color y marcha a raudales. Bailamos. Y más, y más, y más... Cada vez se anima más la gente y acabamos todos como si fuera un sambódromo, sin parar de festejar. Uno de los músicos baja y nos sube a Fernando y a mí al escenario... Desenfreno total y aplausos. Risas a cada momento.
Cuando abandonamos la Feria, el rocío riega la moqueta y la convierte en un manto brillante... Llevamos muchas horas en activo. Las últimas semanas han sido a tope. Pero merece la pena. Ahora ya está todo en marcha. La Feria casi finiquitada y Mislata en Obert ya inaugurada desde esta noche... Me voy contento a casa. Como decía Hannibal (¿Leckter, Laguna,...?), el del Equipo A (¿Smith? Probablemente.): "Me encanta que los planes salgan bien".
Mis padres se pasan por la feria. Veo a mamá guapísima y a papá muy moreno. Me alegra verles porque hacía mucho que no disfrutábamos de un rato de tranquilidad. Y aquí lo hacemos entre un río de gente que no cesa. Al rato siguen con la visita. Yo me quedo en el stand de la radio y vamos haciendo corro a ratos. Cris se queja de que su hija se independiza con cinco años... La vida se nos pasa corriendo.
Poco después llegan Toñi y Sofi con los demás. La semana pasada, Toñi me dijo de quedar a cenar con su gente. Conozco a Nacho y Jorge, que eran los que faltaba por conocer. Y la verdad, que son tal y como me decía siempre Toñi. Nos hacemos un hueco bajo la techumbre del bar y hacemos hueco para cenar. Risas de controles de alcolehemia y anécdotas por doquier. Nos vamos de cena cuando llegan Nacho y Jorge. Vamos a "La iaia". Festival del humor: empezamos macabros con los tanatorios, nos pasamos a las mamografías (espectacular el sketch de Nacho), al rato fotos de plazas libres de párking y una furgoneta que llega... Vemos el 1-0, el 1-1, el 2-1 del Valencia que nos sorprende contra el Barça... ¡La furgoneta blanca y la familia negra! Un padre le estampa el portón del vehículo a su hija en toda la cara... Lloramos de la risa. ¡Qué bueno es llorar de felicidad! Ataque de tos. Ataque de salsa brava de patatas bravas... Y más risas...
Hoy comienza el último proyecto en el que he estado trabajando con todo el equipo de Juventud. Mislata en Obert, una campaña intercultural de inmigración, interculturalidad y convivencia. Comienza con un concierto de música africana, grupo Mabele. Color y marcha a raudales. Bailamos. Y más, y más, y más... Cada vez se anima más la gente y acabamos todos como si fuera un sambódromo, sin parar de festejar. Uno de los músicos baja y nos sube a Fernando y a mí al escenario... Desenfreno total y aplausos. Risas a cada momento.
Cuando abandonamos la Feria, el rocío riega la moqueta y la convierte en un manto brillante... Llevamos muchas horas en activo. Las últimas semanas han sido a tope. Pero merece la pena. Ahora ya está todo en marcha. La Feria casi finiquitada y Mislata en Obert ya inaugurada desde esta noche... Me voy contento a casa. Como decía Hannibal (¿Leckter, Laguna,...?), el del Equipo A (¿Smith? Probablemente.): "Me encanta que los planes salgan bien".
Y mañana tengo planazo... Buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario