viernes, 24 de abril de 2009

26,5



Hace una noche de verano, de caluroso verano. De esas noches que anuncian lluvia. 26,6 grados cerca de la una de la madrugada.... Calor contenido. Hace una noche de esas que necesitas nicotina, que la garganta te raspa, hambrienta, sin nada que llevarte a la boca. Una noche de esas en la que rebuscas por los cajones un cigarro suelto, una cajetilla por acabar, un cigarrillo perdido, escondido... Todo es silencio. Me duele una muela. Oigo el murmullo agotador del ordenador que no cesa y el tecleo rompe la noche por completo. No cruje hoy la madera. Siento humedecida la espalda sobre la silla, calor, y de una manera autómata voy empujando las palabras para sacarlas afuera... Es una noche de calor.

Mato el día en el teléfono, mensajes y llamadas. Ando, veloz, de un sitio para otro. Y de vez en cuando, freno, respiro y cojo carrerilla de nuevo... Ha sido un día intenso, de los que a mí me gustan. Y de calor. Un día asfixiante, anuncio de lluvias. Quién sabe si de tormentas...

Hace tiempo que no miro la previsión del tiempo. Hace tiempo que miro hacia el cielo con otros ojos. Y de vez en cuando, al suelo. A la tierra firme. He de llamar a mis padres, de mañana no pasa. He de revisar la factura del gas. Apagar las luces. Aprovechar y tirar la basura. Quedar con José y María, con el pequeño Álvaro. Les debo la visita. Tengo que llamar por teléfono y echarme unas risas. Es una noche de calor...

A veces, en noches como esta, me cuesta más conciliar el sueño. Y entonces pienso... En cien mil historias. ¿No os pasa? Mi cabeza no deja de dar vueltas. El techo se esfrenta a la oscuridad. Mis manos actúan solas. Escribo como si vomitara sobre la pantalla y siento el calor de manera más aguda. 26,5 grados. La madrugada empieza a hacer sus estragos. Unas voces irrumpen en la calle. A través del cristal entran en mi vida. Y toso. Necesito un cigarro que llevarme a la boca... Aunque va siendo hora de dormir, sospecho que tardaré en hacerlo.

Debo descubrir las bondades del insomnio, ahora que no hay nada que me quite el sueño. Ni el hipo. Mañana tengo que comprar tabaco y dejarlo en la mesita. Y llamar por teléfono. Mañana debería de resolver algunas cosas que ya no debo dejarme... Calor. 26,5 grados. Es una noche de esas de verano... De las de tormenta e insomnio.

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