martes, 15 de julio de 2008

EN LA INDIA, CAPITULO 9: La ruta de los nomadas



Seguimos la aventura. Ayer manyana, cogimos el coche y nos fuimos a Tsomoriri, a unos doscientos veinte quilometros de Leh (seis horas en coche...). El viaje se hizo eterno, la verdad, pero llegar merecio la pena, ya que Tsomoriri son unos lagos azulisimos incrustados en una especie de tierra de nadie habitada en este tiempo por los nomadas que pastorean los montes, azuzan los yaks, vigilan de las marmotas y limpian sus ropas junto a las aguas heladas de los rios que surcan monte abajo la tierra dorada de esta zona del norte de la India.

Atardece en el momento en que alcanzamos el gran lago y el naranja solar rasga la montanya de enfrente de lado a lado. Los picos estan helados, llenos de nieve, y el agua, sorprendentemente mansa, parece mantenerse ajena a la realidad de una fotografia tan paradisiaca. Todo permanece en calma hasta nosotros. Es una estampa casi de pelicula, dificil de describir. Amable, apacible. Tan solo rota por los ladridos de algunos perros abandonados que, salvajes, atacan nuestro coche. Pero seguimos motor adelante, dejando tras nosotros una polvadera inmensa e intensa, como el desierto mismo que estamos surcando.

Llegamos ya de noche al campamento nomada buscando asilo, que no conseguimos. Emu, Stoby y Laza se pierden buscando por la ciudad un sitio donde dormir y cuando regresan Laza asegura que nos hemos quedado con el mejor, con el que no tiene ratas. No llego a describir el sitio donde hemos pasado la noche, no puedo. No puedo describiros la habitacion ajada, infrahumana ni el cuarto de banyo con el que topa a traves de una grieta que rompe de arriba abajo la pared. Como explicaros el cuarto de banyo para aquellos que no conozcan el concepto de pozo ciego? Como hablaros de la inexistencia de luz, del sonido continuo de un burro, que duerme bajo nuestros colchones, rebuznando a cada hora...?


A las doce y veinte me levanto sobresaltado. Me siento solo. Es la nota negativa de un mundo de sensaciones y sentimientos que hasta el momento os he contado en este blog. Pero igual que he vivido con vosotros cada momento de emocion, de alegria, de ilusion, de recuerdo... necesito contaros como ha sido la peor noche de mi vida. Y ha sido aqui. Me despierto angustiado y como todo en la India dispara al maximo los sentimientos de cuanto vivimos: soledad? la mas angustiosa. Claustrofobia? La mas absoluta. Ansiedad? La mas nerviosa... Desde este momento intento dormir a cada momento y a cada momento desfallezco. Hasta las tres y media de la manyana, cada media hora, veinte minutos a veces, me despierto y me siento enterrado, con cinco personas a mi alrededor a las que escucho respirar pero de las que dudo que existan... La angustia cubre la noche con la misma vehemencia que la oscuridad misma y me siento terriblemente fatal... Intento imaginar que hablo con algunos de vosotros por telefono. Al rato me imagino contandole a Edurne las aventuras de la India. Y sonrio, hasta que el miedo se apodera nuevamente de mi... Me siento sin aire. Agotado. Muerto de miedo. Y todo, como hasta ahora, con unas intensidades que se salen de la logica mas normal...


Son las tres de la manyana. He vuelto a incorporarme sobre el colchon esperando que alguien me coja la mano. Que alguien encienda la luz que no existe... La primera luz llegara a las cinco de la manyana y yo necesito que entre ya por la ventana. Porque me ahoga esta oscuridad, este silencio... Piru esta a mi lado. "Piru, estas despierto?". "Si, tio. No puedo dormir.". "Que os pasa?", pregunta Lazaro. "No lo se, pero no puedo mas. Lo estoy pasando muy mal... Estoy muy mal", le respondo...
Me tomo un trankimazin y caigo agotado. A las nueve y un minuto suena Manolo Garcia. Rosa de Alejandria, rosa amarilla... De repente, todo se convierte en una pesadilla. La luz entra con fuerza por la ventana. Con una intensidad descomunal. Los burros ya no rebuznan ni ladran los perros de un lado a otro. Ya no siento la asfixia, si acaso la resaca del miedo... Fuera los nomadas siguen su ruta. Y nosotros la nuestra: unos parajes inmensamente bellos que son dificiles de contar... Hasta de fotografiar... Regresamos a Leh (a casa). Primero nos quedamos atrapados en la arena de la playa con el todoterreno y por poco no lo sacamos. Luego nos paran los militares para pedirnos que les llevemos en el coche. Emu y Stoby les dicen que es imposible... Al rato, la tarde cae sobre los montes y vuelve a cubrirlo todo de ese extranyo dorado que mora en las montanyas de la India. En todas menos en las de color morado. Un intenso morado, que los nomadas se llevaron por siempre en su memoria a otras tierras...

5 comentarios:

tu madre dijo...

Jaime hebeis vivido los contrastes de loa India, creo que este viaje os marcara pero es una buenisima experiencia u umn recuerdo imborrable. Ya me contaras cuando yo vuelva de los pirineos, me voy de campa, besosssssssssssssss

Jose dijo...

Señora Rosario, ¿acaso usted para por Valencia más de 10 días seguidos?

Anónimo dijo...

HELLO JAI:
NOSOTROS TAMBIEN PENSAMOS EN TI, POR AKI LAS COSAS SIGUEN IGUAL, ESTA MAÑANA ME HAN HECHO UNA RESONANCIA Y EL DIA 30 ME DARÁN EL RESULTADO. PIDE A LAS ESTRELLAS QUE SALGA TODO BIEN, VALE?
AUNQUE NO ES IGUAL MUCHAS VECES YO TAMBIEN SIENTO MIEDO,ANGUSTIA Y SOBRE TODO EL COLOR NEGRO PERO LUEGO PIENSO EN TODAS LAS COSAS BUENAS QUE TENGO A MI ALEDEDOR QUE NO DEBO DEJAR QUE LOS SENTIMIENTOS MALOS SE APODEREN DE LOS BUENOS.
MUCHOS BESETES,
VUELVE PRONTO QUE EL LUBI YA QUIERE VERTE.
KRIS Y LUBI.

Angelita dijo...

Hola guapo!! Si hay algo que no estarás nunca es solo, haz como yo, cuando me siento sola me acuerdo de un amigo al que sé que podría llamar en cualquier momento y desde donde fuera y estaría ahí para ayudarme. Estamos aquí para acumular experiencias que van a ayudarmos a hacer más felices a los que tenemos alrededor. No lo olvides. Me voy a matear. Un beso loco.

Anónimo dijo...

Uff, vaya noche de angustia! Ese miedo es de los que se pegan a la piel como una sustancia fría y viscosa... pobre Jaumet, ya pasó. Pero tu mismo lo dices a cada rato: ahí se vive todo con una intensidad extrema. Me ha llegado tu noche de pesadilla...pero también me llegó el increible momento del bocata atún con aceitunas, hummm, qué delicia! Y aquel momento mágico con las estrellas suspendidas del cielo... Y aquel otro..y el otro... En fin, cosas del vivir con intensidad.
sssaltamontesss

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