lunes, 7 de julio de 2008

EN LA INDIA, CAPITULO 5


Nos hemos levantado a las nueve, empujados por la fiesta de anoche y por las muchas noches que llevamos sin descansar en condiciones. Stovy nos ha recogido porque a las nueve y media teniamos contratado un rafting. Ha sido espectacular: hemos bajado el rio Indo (aquel que salia en mis libros de geografia en EGB) viviendo una de las experiencias mas impresionantes que he vivido hasta el momento. El agua estaba terminalmente fria, muy especialmente en aquellos recovecos donde embestia con mayor fuerza. Pero ha sido increible. Primero por la sensacion de flotar sobre un rio casi sagrado, protagonista de la historia de la humanidad misma. Segundo, por la de parajes que hemos descubierto a derecha e izquierda. Una experiencia magica. Realmente un regalo. De Buda, supongo.

Durante veinticuatro quilometros hemos navegado un rio oscuro pero cargado de esencia, cautivos bajo un sol demoledor que nos ha quemado hasta el infinito y sintiendo las embestidas continuas del agua. En la barca, ademas de Lasa y Piru (nombres locales, a mi me llaman Chau-men), tripulaban cuatro indios y el encargado de llevarnos a buen puerto. Y nada mas bajar a tierra, he tenido que cubrirme porque las quemaduras son de consideracion. (En estos momentos que escribo, el dolor de brazos es brutal y los escalofrios, de vez en cuando, me dan un aspecto mas danzarin…).


De todas maneras, como imaginais, la experiencia ha merecido la pena. De una manera esplendida, este Himalaya me esta regalando momentazos que muy dificilmente podre olvidar. Que ni quiero ni sabre olvidar.

"Lasa" dice que las fotografias desfiguran los recuerdos (la frase es de Sontag), pero yo necesito dejar impresas las experiencias que estoy viviendo a golpe contra el tiempo. Esto es un paraiso: distinto, duro, peculiar... Pero un paraiso que necesito regalaros en fotos, de la manera mas generosa que se me ocurre: compartiendo esta infinita fortuna con la gente a la que mas quiero.
Despues de una siesta, hemos vuelto a Leh. Hemos ido a Leh View, un restaurante terraza desde el que se vislumbra una de las mejores panoramicas de la ciudad. El palacio real, el templo, las montanyas... Laddach es uno de los mejores regalos del mundo y esta envuelto con un papel especial que deja las sensaciones a flor de piel.

Luego regreso al cibercafe y me envuelvo con vuestros mensajes... Y joder! Todo se vive con mayor intensidad todavia, de una manera mas firme, con un recuerdo especial y la necesidad de lanzaros un abrazo a cada momento. Me lo estais diciendo en vuestros mensajes y yo en los mios: la India me esta golpeando fuerte. Y cada vez su fuerza, me atrapa y me convence mas.

2 comentarios:

Jose dijo...

Sr. Chau-Men nunca pensé que diría esto pero, tengo necesidades imperiosas de volver a verlo cerca!

Manuel Andrés Zarapico dijo...

Eres un convenenciero, bamba, que lo sepas. Por el interés te quiero. Lo malo del viaje de Jaime es que vamos a tener que pedirle con pelos y señales (mmmmmmm) que nos cuente el viaje de su vida. Mareeeeeee, qué relato. Estoy enganchado al blog como si fuera un packet de pipettes (ya sabeis, las amigas d los antílopes) Jaimitooooooo, vuelve pronto, que se te enfría la comidaaaaaaa!!!!!!! Y además se te echa de menos.
PD: Dale un abrazo a Lazaro.

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