miércoles, 9 de enero de 2013

BAJO EL SOL


Martes. Báscula y buenos propósitos. Es enero, estamos demasiado cerca de las obligaciones contraídas por contrato con uno mismo y después de ver los 90,3 me veo obligado a desempolvarlas. Literalmente. Cogí las zapatillas y estaban llenas de polvo, porque hacía mucho que no salían, tanto como yo, probablemente, por las calles de esta ciudad... Hacía un frío que invitaba a poco. A casi nada, la verdad. Pero al final nos enfundamos en mitad de la vida chandal y cogí recto el sol de la avenida del Cid que, cada vez que desaparecía, de verdad, se notaba y mucho.

Llegué al río, llegué entre flatos. La navidad pesa demasiado. Querría haber cruzado por la entrada a Mislata y regresar a casa, pero pensé que había que echarle arrestos y una vez mareado acabar con la tarea. Así lo hice. Y llegué hasta la Petxina, que no era ningún exceso, pero ya era más de lo que había hecho en todo el año. Regresé por el sol a Mislata, me encontré con Gilberto por el camino. Seguí hasta casa, me duché y bajé al partido. Acudió Pepa, recogimos a Gemma, nos encontramos con Gloria y nos tomamos una cocacola y una tostada de las del "Menjant". Bajo el sol. Me cuarteaba la cara, el sol. Nos recogimos y nos fuimos a ver unas obras y luego yo a casa y tú a California.

Comí nada y me fui a Bonaire: de rebajas. Me satisfizo no encontrar casi nada porque así sólo me compré un suéter gris. El 2013 viene también con la intención de recortarme aún más de mis recortes. Y volví en coche, con Pipa, a la tele. Allí me recogió Borja, porque teníamos un repor en Solepiel. Entrega de zapatos a las Cortes de Honor, saludos y profiteroles buenísimos. Y camino a la Virada. Me llevó Borja. Me tomé una cocacola más y una ensalada que me llevé empaquetada a la falla. Llegó primero Iván, cuando intentaba arreglar la tele, luego David y Carol y al rato Rafa. Yajaira y Naarah cuando ya habíamos cenado con Rosa, que llegó antes. Me fui a Clero porque teníamos reunión de La Santa Verbena y avisé de que me tenía que ir.



Las fallas apretan. Nos quedan 64 días para plantar y andamos contrarreloj en la falla. Ayer ya con las pilas puestas: pintando la barandilla infantil y empapelando el ninot para la exposición. Al final nos dieron las doce y pico: yo estaba rebentado. Me llevó Rosa a casa, puse un incienso de jazmín y me dormí. Mabel me ha despertado antes de las nueve, para recordarme que es miércoles. Ahora duchita y a la falla... Hace un frío interesante. Muy interesante. El miércoles, hoy, tiene una agenda casi igual...

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