MOLA MAZO

Ayer fue el gran maratón. Ayer fue un no parar y un no paremos nada. Nos fuimos, tras la mascletá a comer, casal del Tío Pep, Gueguel, Luis, Leo, Marta R., Marta A., cortes y periodistas. Fiesta alargada, botella de Mistela. Yo no. Copeo y a Mislata. Llaves y a Cyrano. ¡Matriuska! Yo no. Copeo y a la tele, programón.



Nos fuimos a Convento y lo pasamos requeté. Sillón final, conversación a la sombra de la falla de Paco López. ¡No le cabe más colores, tiene todos los del mundo! Frío polar. Intenso. Marta A., me llama , que no viene. Consue, que tampoco. Mañana nos vemos. Caminito de Malilla. Aquí estamos Pato Daniel. Conocidos por el sarao.



En la radio complacen una dedicatoria: de G.M. para los que pasan la tarde en el Cyrano. Aplausos y risas. Mola mazo. Empieza la semana grande cuando tengo aún las pilas cargadas. Mola aún más mazo... Leo, mola mazo. Las risas y las tremendas fiestas que entre trabajo y trabajo nos damos.

Llegan Bausá y kike. Ya he visto a los de la falla. Y a las amigas de Nuria, mi Nuria (que os echo de menos y a Mario de más). Copeo general. Toñi y Sofi. Camino del mirror. Yo camino de la cama, del lecho. Hecho.



Ahora, puerta. Ducha y coche. Mascletá y entrevistas. Vuelve la vida en la calle, ladra el perro del vecino... Mola. Mazo.