Tengo Diana Ross sonando con The Supremes mientras escribo estas líneas. Tengo las fosas nasales atascadas, también. Pero reconozco que ésto no es tan nostálgico como el pop disparado y sesentero que anima a cualquiera a cualquier cosa... Ayer me descubrí rememorando Ibiza, con ganas de volver, que es como estar siempre. Y volveremos. Ayer me descubrí, con los calores del ánimo, volcando las fotos que quedaban por volcar de Londres. Y me redescubrí con ganas de volar, de ser yo, de olvidar un lunes apático empujado por un virus que no acababa de llegar. Pero que llegó.
Acabo de hablar con Toñi por enésima vez. Con Angelita recién cuelgo. Proyectos de futuro para nuestras vidas en el albor de la primavera.
Es el cumple de Marta (¡Felicidades, guapa!). Le llamo esta mañana y hablamos luego por el facebook. Teléfono arriba y abajo. Y un mareo que no cesa. Trabajo desde el ordenador de casa y atiendo por teléfono. Ni malo se puede poner uno... Hago alguna tarea del hogar. Y me replanteo algunas cosas. Me llama Mabel. Me replanteo otras. Cuadro agenda y sigo... Qué calor tengo ahora. 27,9 grados en casa: llevo la sudadera puesta. Ibuprofeno. Paracetamol,... ¡Ay primavera, que nos ciegas!
Vengo decidido a dejar los equipajes que más pesan en el andén. Empezamos de nuevo, no de cero, porque de cero nunca se puede empezar, ni quiero en mi caso. Pero empiezo a cerrar frentes. Las fallas me han descolocado por completo el horario. La salud se resiente ahora a golpe de tos y mocos. Yo, aprovecho el parón que no para, para reemprender la marcha.
Diana Ross sigue sonando, con eso, a veces, ya es bastante...
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