Mañana. Nubes. En el despacho. Con la mente en otras cosas, los pájaros de la mañana vuelan siempre en direcciones contrarias, distintas. Y yo a veces vuelo con ellos buscando lugares nuevos que se esconden tras el horizonte...
El día, por delante, vendrá completo. Cargado de trabajo y de preocupaciones, que se van liberando con el paso mismo del tiempo. Mañana, pausa y viaje a Pamplona. Estamos de sanfermines, estamos todos. Y allí nos vamos, a descansar un día.
Escucho la radio. Comprendo las voces. Miro por la ventana que se aleja del despacho, y fuera el cielo anda copado de nubes. Calma absoluta. El ventilador gira alrededor de la redacción sofocando el calor de la mañana de verano.
Noto la espalda, cansancio de la noche, apoyada sobre la silla. No tengo calor, el aire acondicionado escupe con rabia. Mis pies están fríos y mis manos, que no cesan de teclear el ordenador, notan la temperatura baja. Queda mucho día por delante, para ir contando, para ir viviendo, para ir pensando en las cosas que se complicaron...
Yo iré pasando el día con vosotros a mi lado...
jueves, 9 de julio de 2009
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