martes, 18 de noviembre de 2014

¡NI IDEA!


Esta foto, nacida de la nada, o bueno de todo el cariño que nos tenemos, me procuró un lunes distinto y creo que de una manera, u otra, me dio una fuerza que no me esperaba. Porque me hizo sentir feliz y sacó a pasear las miserias que se me agarraban a las tripas... Lo reconozco. La idea fue de Alberto y la secundó Juanjo: así que las gracias para los dos, porque además son dos personas que cuando pienso en ellos, sonrío. Y eso vale oro.

El sábado noche, que os conté hicimos la ronda de Jerusalén, el bueno de Alberto tuvo la idea de hacer una foto con Juanjo y competir contra una de Laura y mía en me gustas por facebook. El que perdiera paga una cena a los que ganaran. Intentamos convencerles de que no. Pero no hubo manera. Y el sábado Juanjo subió su foto. Ayer lunes subí la nuestra, pidiendo a la gente que, por cariño, nos diera un me gusta. Y ahora, que han pasado veinticuatro horas, tenemos 1.390 en facebook, un nuevo grupo de whatsapp donde vamos comentando y una sonrisa de oreja a oreja. Porque esto es una salvajada... De cariño. Y eso, ¿cómo se devuelve? ¡Ni idea!

Así que ayer lunes, que me hubiera agarrado a la cama todo el día, desbordado por la energía de este cariño disparado, pues fui creciendo. Comí en casa (clóchinas sin picante) y fui haciendo la tarde hasta completar agenda. Hubo reunión en la sede luego y me recogió en coche Cris para irnos al cine: Matar al mensajero. Me gustó mucho más de lo que me esperaba. Como la cena en la Mary, rápida, pero buena como siempre. La peli cuenta las vicisitudes de un periodista que descubre que el gobierno americano introdujo la droga en EEUU para potenciar la guerrilla en Nicaragua. Para verla.

Y luego me vine a casa. A dormir y a cerrar los ojos con la felicidad de una foto donde a parte de mucho amor hay el apoyo de mucha gente que nos ha sobrepasado.

Por cierto, el concurso sigue en pie, y si nadie lo remedia, nos valdrá por una cena que tendremos que decidir dónde...

Hoy seguí con la marcha de siempre. Y sigo. Después de las tormentas, las resacas. La calma. Y mi agenda no me deja de eso. Así que a seguir que es lo que se espera. Tengo una reunión a las seis del Hospital Militar. Y a las ocho una presentación del Club de Atletismo. Y seguiremos... Que no nos falte de nada. Ni cariño. El vuestro.

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