jueves, 20 de junio de 2013

EL ESCONDITE DE MI ALMA



Hay días que solo te levantas con ganas de que pase el día, pero otros tienes la sensación de que pasará algo bello, algo importante, algo especial... Hay días que te puedes sentir en lo más alto y, otros, en lo más bajo, de esta montaña rusa que es la vida... Piensa siempre en ello, en que vives. En que te mueves. En que oscilan tus sentimientos y tu vida es capaz de explotar como un volcán. Y dále más valor a tu corazón, mientras dejas descansar tu cabeza... Siéntete siempre afortunada de tener la gran suerte de vivir, de sentir... De ser.

Cada noche, al dormir, los sueños ocuparán tu alma. No dejes que la pesadilla se apodere de los cielos estrellados y sueña también al despertar, porque esta vida tan injusta, que tantas piedras te pone en el camino, que tantos escalones te hace sentir, han ido haciendo que con cada embiste fueras más fuerte, más tenaz. Que lograras alcanzar cimas más altas por las que siempre tienes que sentirte satisfecha, contenta. Única.

Yo, escondido desde la lejanía, desde esta atalaya colorida y viva desde la que, como una cascada inmensa, caen mi optimismo y mi buena voluntad para hacer que tu sonrisa sea mi espejo, te digo que poca gente conozco tan fuerte, tan especial, tan intensa, tan maravillosa, tan capaz... Somos capaces de muchas más cosas de las que creemos. Nos sentimos doblados a menudo, con las miserias de nuestros días y las pobrezas de nuestras esperanzas, desesperados por encontrar un equilibrio pobre donde no nos pase nada. Y aspiramos tristemente a eso, a que por nuestra vida la tranquilidad pase por pasividad, a que no nos suceda nada, a que nada nos acompañe en el día a día, porque tenemos un temor horrible a que cualquier cambio nos sacuda aún más esta cabeza repleta de pesadumbres...

Grita, alza tu voz contra el cielo. Clama. Vive, en definitiva. Siente cada segundo de brisa que pasa por tu cuerpo como un aliento de quienes siempre estaremos a tu lado, buscando tu felicidad junto a la nuestra, como si no hubiera mejor futuro para este mundo. No te consientas pedirle a la vida que te dé tranquilidad: batalla contra los embistes, siente la fiereza de mi optimismo reconvertido en tu necesidad, y de la mano, camina hacia adelante, mirando atrás siempre con orgullo y adelante con ilusión y con esperanza. Aquí, desde el escondite de mi alma, despierta y ruidosa, se alza mi voz en silencio para acompañarte. Para decirte que adelante. Que hacia arriba. Como cuando compartíamos columpio en la niñez, para que nuestros pies subieran al cielo. Que cada vuelta en esta montaña rusa de la vida es una experiencia inalcanzable para aquellas personas que no saben vivir la vida. Pero tú, que me enseñaste desde niño, a confiar en mí y en tí, solo tengo para ti estos brazos que empujen fuerte tu columpio hacia el cielo, que se pierde entre azules intensos, que hoy no ves, y nubes esponjosas de ensueño que te están esperando para que te decidas a decir que sí. Que hoy sigues batallando tú. Que hoy, la vida, sigue siendo tuya y que caminas por ella con una fortaleza de la que los demás nos sentimos profundamente sorprendidos... El día se despierta contigo y para ti.Hay días que solo te levantas con ganas de que pase el día, pero otros tienes la sensación de que pasará algo bello, algo importante, algo especial... Siente que así son el resto de los días de tu vida, que en parte es la mía.

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