Se me fue de las manos. Debió de ser el sol, que me aleló algo más, pero desde el martes se me fue la pinza y no entré, pensando que os había abandonado mucho menos tiempo. El martes, ya os conté, fue día de playa con mi Teresita, que nos pusimos al día y algo de protección. El miércoles, como viene siendo habitual todo fue día de programa. No es que consagre al "Tot és Festa" la jornada completa, pero sí que es cierto que el miércoles, por la tele, lo tengo como muy señalado. Y es habitual que todo gire en torno a repasar temas, concluir contenidos, intentar cuadrar todo... Los miércoles siempre han sido un día que me ha gustado, tanto por el nombre, miércoles, como por estar tan centrado. Cada día soy un tío más centrado y me encantaría ser un tío más céntrico, pero válgame Dios que esto sólo es soñar. Acabamos el programa, del que salí supercontento y me fui con Laura a cenar. Nos hicimos un Neoyorquino y unas risas. Y nos fuimos para casa. El jueves, además de los saraos propios del Ayuntamiento, incluyendo la inauguración de una exposición, lo dediqué a cenar con Leo, Raúl, Laura y Piti en el Olayita. Nos fuimos enseguida a Las Ánimas, que inauguraban terracita invitados por Moët Chandon. Lo pasamos de maravilla y una vez liberados de la vip tengo que decir que me lo pasé en grande a risa suelta con la pequeña Laura. Se agradece cuando alguien te mantiene a risas hasta las cinco y media de la mañana.
De la noche me guardo las risas y esta foto. Y del día siguiente un comentario que hice en facebook: "Qué bien lo pasé anoche con Laura, si hoy me río más ya será por hacer eco.". De verdad, de las noches que recordará uno...
El viernes por la mañana tuve entierro del padre de Gina. Acudí a la parroquia y pensé en muchísimas cosas sobre la muerte, una vez más, y sobre el dolor insufrible de las personas más cercanas a quien se va. Por cierto, entre otras muchas cosas, la Iglesia debería de revisar el hecho de llamar "despojos" al protagonista de los entierros...
Comí en casa. Un primer arroz al horno que casi fue Trending Topic en mi facebook (rondamos los 100 "me gusta") y eso que sólo me lo comí yo. Al final apañé la tarde. Mi madre me enseño a planchar. Me llevaron a Gran Vía con Reino y recogí a Ángeles. Nos encontramos a María Jesús y Marcos. Luego me compré unos zapatos azules para la boda de David y Carol. Tomamos café bajo las nubes y anduvimos a otra tienda donde me guardaban los zapatos que finalmente compré. En tiempo récord fuimos a El Corte Inglés y conseguí un cinturón. Paseamos hasta la falla y cenamos. Richard trajo a Joaquín, al que ya hemos rebautizado como Chimet. Pasamos la noche cenando en la falla los poquitos que bajamos y nos tomamos una copa. Luego nos fuimos al Cyrano, fiesta de Rives. Vino Richard con Joaquínchimet y David, los nuevos fichajes, y acudieron los de Clero y Beto y con Cris, que habíamos recogido al pasar por el casal de los vecinos. Alargamos la noche y al final, de una manera tranquila y casi sin querer, nos dieron las cuatro de la mañana.
Hoy he decidido que quería dormir y estar descansado. Y así lo he hecho. Pepa y Gloria andan por Alicante con la Nuri, es el congreso del Partido. Yo, al final, con la agenda que me ha salido para el fin de semana no he podido ir.
Escribo a destajo ya. Son las 17:27. En una hora, David y Carol se casan. Anoche hablé con un David prenervioso. Espero que lo pasen de maravilla y que sean brutalmente felices. Desde luego.
David es una persona a la que recuerdo perfectamente como conocí. Si me hubieran dicho que íbamos a convertirnos en dos amigos tan buenos, el uno para el otro, me hubiera costado creerlo, porque básicamente somos antagónicos en todo. Quizá, por ello, nos complementamos de maravilla. Todo lo resuelto que yo soy, él lo gana en timidez. Todas las palabras que a mí se me desbordan, él se las guarda. Pero en definitiva, sabemos que los dos somos buenos amigos y que ahí estamos. A la espera de un segundo round, pero amigos al fin y al cabo, que es lo importante. Espero que sea tremendamente feliz al lado de Carol. ¡Enhorabuena chicos! Como cantaba Sabina, espero mañana cantar, que todas los días sean días de boda y que todas las noches sean noches de miel... ¡Ay Dios mío! ¿Pa qué vine si no es lo mismo venir que irse chillando...?
Con David y Carol viví momentos intensísimos, muy divertidos y recuerdos que más allá de las fotos guardo con cierto cariño especial. La vida va y viene con esa fuerza que se revierte la mar en resacas bajo las propias olas. En la ida, David y Carol completaron muchas noches de cenas, viajes a Ibizas o Culleras, propuestas de mañanas, risas y paseos por la ciudad que quedarán siempre como uno de mis recuerdos especiales en la vida. En la venida, quedan los momentos de silencios y distancias, los calendarios que vienen sin prisas y los ni cómos ni cuándos que tenemos todos en nuestros días...
Hoy pasan a vicaría, por el altar y espero que directos a la felicidad... Lo que desde hoy pase os lo iré contando, como siempre y espero que sin olvidarme de estas líneas... En términos generales, ha volado una semana más, con algunas cosas que habrá que ver si maduran como los claveles de mi balcón... 17:34, me afeito y a la ducha.
PD: David y Carol, espero muchas cosas. Una de ellas, vuestra felicidad... Las otras ya las iremos descubriendo. Un abrazo. Sed muy felices.
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