martes, 3 de marzo de 2009

POR FEBRERO, UN DIA MALO Y UN DIA BUENO

El refranero es muy sabio. Nadie es tan sabio como él, ni siquiera los más sabios que conozco. Febrero ha tenido los mejores y los peores momentos, mezclados, salpicados, devorados, dormidos, rejuntados... ¡Impresionante! Y al final, la lluvia de marzo me hace recordar en positivo el mes pasado...

En positivo porque me hizo disfrutar de noches muy divertidas, como la Gala Fallera, entre otras muchas. Han sido muchas horas de diversión, de risas, de complicidades... Pero también de silencios, apoyos, amistades renovadas... No sólo es que febrero haya tenido sus noches de fiesta, que también, es que las horas de luna me han dado para pensar mucho, replantearme cosas, empezar a caminar... Y entre los días buenos y los malos de febrero, las noches se han convertido en protagonistas indiscutibles de mi vida...



Me gusta febrero porque he visto a mi gente disfrutar. Porque he notado como sufrían algunas amigas a las que les deseo vuelos altos, pensé que febrero sería malo. Pero confío plenamente en sus fortalezas... Otras, como Anita, no han dejado de disfrutar, de reír y de llorar, como en aquella tarde de Crida en que le acompañamos... ¡Menudo festival, Nueva York incluído! Por cierto, que casi me vuelo a la quinta manzana en febrero. Mi Tere se fue. Y ando a la espera de que me la regrese la Estatua de la... Estatua de la... ¡Estatua de la Libertad! para que me cuente detalle y medio...



El momento más bonito que recuerdo en mucho tiempo, es este abrazo. Son amigos nuevos, a excepción de Mabel (a la izquierda), que es como una hermana. Y Ángeles, alma gemela, que me abraza envuelta en un manto negro. La lluvia de premios que hemos alcanzado con La Sorpresentació (ocho premios) fue espectacular, emotiva, preciosa, especial, sentida, compartida, alegre,... ¡Única! Empiezo ahora a ser consciente de esa tarde, de lo que sentí, de como me sentí de arropado y querido, de los premios, algo impresionante... De verdad, qué difícil es contaros esta tarde. Tanto que no he sido capaz de sentarme a escribir con calma, a trasladaros lo que ha supuesto vivir despierto este sueño...




Febrero también me ha traído el pasado: me ha despertado el bueno con imágenes como la del balcón, con otras muchas, con recuerdos especiales,... Y por momentos, me despertaba un pasado con el que corté una vez más. Al final, febrero, de días buenos y malos, se ha portado conmigo, pese a todo. No sé cómo de bien, pero no mal, desde luego. Me hizo sonreír... Y eso ahora en mi vida, es más que suficiente. Febrero me ha devuelto a lo que era, tiempo atrás. No me queda la menor duda. Y me ha devuelto voces y caras que echaba en falta, como esa cena que no olvidaré en mucho tiempo... Con mi Nuri, Luis, Majo, Paco, Ana y Bea, Sara, Alfredo, Toni, José, Inés,... Con todos los que fueron y me hicieron volver a ser. Gracias chicos porque no me falláis nunca, ni aunque pase el tiempo.


El tiempo... ¡Ay, del paso! Febrero se ha ido rematando en tan pocos días con muchas cosas y con muchas sensaciones. Me ha hecho reposar, revivir, oler Sevilla a golpe de calleja por el barrio de Santa Cruz,... Comenzó con el cumple de mi pequeña Raquel y se acabó cenando con José Manuel y Ana (¡qué bellos sóis!) y con Laura Real, en una de sus noches más especiales, y muy probablemente de las mías...


Por eso doy gracias: porque febrero se ha enmarcado con los que siempre estuvieron y con los que se han ido añadiendo a mi vida, mi tremenda vida. Mi vida de ritmos frenéticos y segundos saboreados hasta el infinito... Gracias a todos, de verdad. Febrero, un dia malo y uno bueno,... Y el resto fenomenales...



1 comentario:

Anónimo dijo...

Brindemos por los dias buenos y los dias malos!!!
Y que tengamos más buenos siempre!!
Muchos besitos.
P.D:gracias....por cierto, y esa foto?? no tengo ni idea de cuando es....q fuerteeeeeeee

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