sábado, 28 de marzo de 2009

LOS ABRAZOS ROTOS



Recién llego a casa. Después de tomar algo, al salir del cine. Y me pongo en internet a rastrear páginas, vídeos, artículos,... Necesito beber de ese jugo que acabo de ver en la pantalla grande. Salgo con la emoción recién sentida. No soy objetivo, no puedo serlo: me apasiona el cine de Almodóvar. Pero hoy, sabiendo muy poco, casi nada, cero, de lo que iba a ver, acudía escéptico porque no eran buenas las referencias. Se han caído.

Recuerdo haber dicho tres veces, por lo menos, "¡qué bueno!" a lo largo de Los Abrazos Rotos. Imágenes que me sorprenden. Escenas de las que no se olvidan: las escaleras de Penélope, su confesión doblando el vídeo, el monólogo de Blanca Portillo - grande - y la escena del gin tonic... Han sido dos horas de cine bueno, del que me gusta. Dos horas de película que no se ve, se siente... Una historia de abrazos rotos, de personajes más rotos aún, de vida sentida y mordisco real en el alma.

Necesito digerir un poco la sensación con la que he salido del cine: ahora me parece muy grande. Pero hay que volver a verla, para confirmar que me ha gustado. Tanto que necesitaba desbordarme en el blog y deciros que, una vez más, el manchego me ha ganado.

Estética. Historia. Personajes. Actorazos. El mejor recuerdo que tengo de Penélope. Ganar la apuesta por Blanca Portillo. Querer aplaudirle a Lluís Homar. Reconocer a Ochandiano, a Novas... La maestría de José Luis Gómez. La alegría de los cameos... Almodóvar en estado puro. Más puro que nunca.

Pd: El sketch final, Carmen Machi y Penélope: dos mujeres al borde de un ataque de nervios. Los abrazos rotos: no os la perdáis.

1 comentario:

Jose dijo...

Flojo Ochandiano, muy flojito.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...