Llevo una semana a tope. De verdad, de no parar. Hoy, viernes noche, me quedo finalmente en casa, porque llevo ya un tiempo que voy reorganizando mi vida para intentar cuadrarme cuanto mejor, mejor. El taxista de la mañana me dijo que no sabe cómo puedo organizarme. Y le digo que precisamente así, organizándome, que es lo que nos toca. Esta mañana llegué a trabajar después de la gran fiesta de anoche y vine a acabar una semana con festivo en el ecuador.
Precisamente con la excusa de que el miércoles era el día del trabajo, festivo absoluto, aprovechamos el martes para encerrarnos en la Oktoberfest, que casualmente, se celebra en mayo. Es lo que tiene la primavera valenciana. Comenzamos la tarde, recogiendo premio en el Ayuntamiento como artistas de nuestra "Ens han deixat a quadres", que ya es olvido. Ceniza. Viento. De aquí a Espartero, a grabar la entrega del premio Juan Canet, alargado un poco en conversaciones con Acosta y Javi Clero, con quien me fui hasta la plaza de toros.
Poco a poco nos fuimos haciendo pandi: Moni y M.A., Manolín que llegó de escapada, Adri con Esther, que hacían la tarde, Ainhoa y Asier que se sumaron a la mesa y esa parranda la alargamos entre risas y amigos que fueron apareciendo. Como Raúl Antón, al que hacía tanto que no veía. Y con el que nos cambiamos teléfonos para algún proyecto próximo... Siempre con proyectos. La verdad es que la semana nos vino bien para proyectar, para pensar en mañana, en el día de después, en lo que tenga que ir llegando... Y de aquí nos fuimos a Cyrano donde acudieron Mabel, Pablo y Pepe. Llegaron Pere y Fran con amigos. Y nosotros, que nos quedábamos pegados alrededor de la barra y de una conversación entre Laurita y servidor, que por cierto, nos dejaron pendiente...
Me levanté el miércoles y me fui a la ciudad del Artista Fallero. Era la fiesta del Gremio: compartimos mesa Angelita, Julián, Braulio, Boro, José, Moisés y servidor. En vísperas de la boda de Guti y con la conversación como plato principal. Fue una risa. El acto acabó tarde y no dejamos casi tiempo para la comparsa. Nos acercó hasta el río Fede Ferrer, grande, muy grande como siempre y nos fuimos caminando, por el Portal Nou hasta el Tossal. Nos tomamos un café en el Sant Jaume y nos pusimos al día: que nos hacía falta. A dormir, con un sueño arrancado, sin programa aún siendo miércoles y yendo a dormir tarde, pese a que casi ni me tenía de pie... El jueves, radio. Si el martes me llevé el corazón a la garganta, entrevistando a la Presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro; el jueves nos dejamos el programa entre la madre que quiere recuperar a sus hijos en México y Manu Tenorio, que por la noche actuaba en Valencia...
No fui al concierto porque teníamos la fiesta del Superdeporte, por donde fueron pasando muchos amigos. Trabajé grabando entrevistas y en el límite de la noche, empezamos la fiesta que acabó en Mya con Pablo, Pepe, Manolín y Mabel. Taxi a casa y pocas horas de sueño, que acabaron antes de lo que me había prometido. Estuvimos en la parranda, como siempre, disfrutando sobre todo de los buenos amigos. Tere y Jorge, con Isaac y su novio; Pepa y Gloria; Luis y Jessica; Lázaro, que apareció sin esperarlo y sin recordar que ahora lo suyo es la fotografía futbolera; con Laurita montada sobre dos zapatos de tacon inmensos... Y tanta y tanta gente que no dejaron hueco en una noche en que tuvimos casi de todo...
Y es que la semana ha sido de saraos. Lo fue con la llegada de Manu Tenorio, salao hasta decir basta, que por la mañana protagonizó uno de los momentos más divertidos que recuerdo con Aurora, a la que mandó un beso que la tuvo contenta casi hasta el día siguiente...
Nos hicimos esta foto, y luego otra con Adrián ya en la zona vip. Olvidé las magdalenas que no llegué a probar, pero fui riéndome a mandíbulas batientes toda la noche, sabiendo que al día siguiente, el viernes se iba a hacer demasiado largo... Demasiado.
Radio. Comida en casa. Siesta abortada. Entrevista con Pere para el periódico. Casa: siesta abortada (II Parte), me recoge Gloria y a la Passetjà de la Creu, cena en casa de ganchitos y helado (un asco) y ahora, tras hablar con Cris, al catre, como si no fuera viernes... Pero es que ya hemos tenido demasiados saraos esta semana. Y muchas, muchas horas de trabajo que nunca os cuento por aquí...
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