viernes, 17 de mayo de 2013

LUNA REBOTADA



Me perdí entre las sábanas del insomnio, anoche al acabar al día. Fui tan imprudente que con mi cansancio a cuestas me metí en la cama pensando que los brazos de Morfeo me mecerían junto a su pecho, y así, con una esperanza ignorante, me quedé mirando el techo, al que como la canción de Serrat, no le vendría mal otra manita de pintura.

El color de la noche era azul, azul de luna rebotada, proyectada sobre la cama y sobre las desesperanzas. Y perdí el control de los segundos que caían como en un saco roto, mientras mi cabeza, cada vez más, iba haciendo crecer una madeja de desilusiones y penas que me arrastraba, como resaca de mar, afuera de mis sueños... Así llegué a la noche, intranquilo, roto, desperanzado...

Y hoy al despertar, con un dolor increíble de cabeza, con un pesar somnoliento, maldiciendo cada minuto que pasé en vela, me veo a mí mismo frente al espejo que no tengo, en ese cuarto sin luces ni sombras, y me preguntó, arrastrado por la víspera, si tengo algo mejor que ofrecerme que dolor y malos pensamientos, que es al fin y al cabo lo único que son.

Probablemente, más de uno, y de dos, probablemente digo, pasará sus noches despierto intentando coser sus malos augurios, las tristezas, los odios, los rencores... Pero esto poco más nos aporta que perder el tiempo y dejar de soñar. Es difícil, lo sé, pero mis primeros pasos de esta mañana, sin tener la mochila repleta de ilusiones, ha sido devolverme la tranquilidad. A menudo perdemos tiempo en contra de cosas o de personas que ni siquiera tienen un desvelo por nosotros. Y, así, nosotros, que deberíamos de andar a lo nuestro, nos quedamos instalados en el rencor, que nos enrabia, nos constriñe y nos deja vacíos...

No dejes que nadie te lleve a la oquedad. No permitas que nadie te aparte de tu felicidad, muy probablemente, si eres capaz de apartar de tus desvelos las reacciones de otros que no puedes controlar, entonces te sentirás pleno para seguir soñando. Y tú, como yo, que seguramente te sigues llevando la lágrima a tus insomnios, no te mereces perder más noches con eso...

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