viernes, 23 de noviembre de 2012
ALGO CAMBIÓ HOY
Me desperté a las cinco de la mañana, con un pinchazo horrible en los lumbares. Me levanté como bien pude, llegue al baño, pasé por la cocina y cogí un paracetamol, lo tragué con un golpe de agua y regresé a la cama. A las ocho, Alcañiz me llamó al teléfono, pero fui incapaz de cogerlo. Llegó luego otra llamada, de Carlos Serantes, y algún whatsapp que ni oí. Algo cambió hoy.
A través de la ventana y sin salir de la cama intuí que el frío lo invadía todo. El cielo estaba plomizo y cubierto todo de un único gris, ceniza. La lluvia caía lentamente, leve, pero caía. Y me quedé en la cama hasta que decidí poner en órbita todo mi mundo... Mi mundo de sustos a amigos en las últimas horas, mi mundo que somatiza en el cuerpo cada trasiego de mi alma... Me acosté anoche con el dolor a cuestas, escribiendo algún whatsapp de última hora y el primer capítulo de "La Voz" con sus directos... Me fui a dormir, sabiendo que hoy sería la resaca de un "Tot és Festa" y que muy probablemente aquel dolor no desaparecería. Apoyé a mitad noche mi riñón sobre un cojín helado y esperé a que el sueño y la pastilla hicieran todo el trabajo por mí...
Me hice al día. No hubiera salido de casa, no habría ni salido de la cama. Me mantuve todo el día haciendo cosas ante el ordenador o por la casa, con la calefacción puesta y viendo el agua empapar la fachada de la finca de enfrente. Me duché y cogí el autobús, camino a la Giorgeta. Comí con Luis y Jorge, reemprendiendo en el California's Stars las reuniones de trabajo que hace tiempo ya no teníamos y que se me antojan más urgentes que nunca. Les dispuse mi preocupación por algunas cuestiones que aquí no competen (soy más capaz de desnudar mi alma que cuestiones empresariales... ¡siempre he sabido que era un bicho raro! jeje...) y echamos unas cuantas risas con un pingüino que hoy podría ser la foto de esta hoja perdida...
¿Por qué elegí esas manos que se mojan bajo la lluvia? Porque detrás de ellas, hay sol. Al salir de la reunión, con un listado de tareas y pensando que hay futuro, me dio un vuelco el ánimo. Me vi enfocado a algo, que necesitaba enfocar y la cabeza empezó a engrasarse para no dejar de dar vueltas. Cogí el metro y regresé a casa. Hablé con Teresa, al mediodía había dejado la mañana entre Mabel y Cris. Poco facebook hoy, nada de chat y algo de whatsapps... Me fui al Ayuntamiento, tenía comisión de Hacienda, y me perdí luego entre el frío de las calles de Mislata para regresar desde la sede a casa en compañía de Sanchis. Él se fue hacia la falla y yo me hice unas longanizas para cenar. Descubrí el programa de Chicote en la Sexta y luego la versión americana de esa cocina infernal... Ahora es la una y media de la madrugada y tengo sueño. Es fantástico. Los últimos días me he acostado pasadas las tres... Hoy necesito dormir y me siento fatal por estar de medianoche lunera, escribiendo aquí... Aunque merece la pena. Ya lo creo. Me voy a dormir, positivo.
________________
Noviembre encriptado (16)
Me encantó saber que tú también lo habías recordado, no podrías olvidarlo, lo sé, pero que tuvieras el momento y la delicadeza de hacer más vivo aquel recuerdo, me gustó. Mucho. Mientras nos quedé la capacidad de recordar, estaremos vivos...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.
DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...
-
Los árboles de otoño tienen la hoja caduca, pero su raíz sigue anclada al suelo, a la tierra, donde erguidos se crecen con el paso del tiemp...
-
Nunca dejo de remar, porque es lo que siempre aconsejo a tanta gente que quiero... Pero es verdad que hay días que son lunes absoluto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario