EMPEZAR

 

Hoy he ido al reencuentro. Ha sido una comida excepcional, en Monkili, como otras veces (todas reseñables, desde luego) con mis compañeros de jurado. Antes por la mañana la cita fue el ayuntamiento y un nuevo pleno (ya dije que no hablaré por aquí de política pero estoy baremando la posibilidad de abrir un nuevo blog para hacerlo, porque... ¡madre mía!).

Suena Pablo Alborán en casa, me gusta. Compartir. Sueño y hago planes. Me preocupo por elegir qué me pongo y salgo a la calle. Pleno. Taxi bajo los nubarrones que anuncian tormenta. Ayer la revista en el dentista decía que hoy sería mi día: a espensas de ver qué más sucede, la comida ha sido un placer. Alejandro cuenta que se va a la India en unos días... Reconozco que me puede y vuelven a mí tantos recuerdos guardados y tantas ilusiones que no sé si se cumplirán y que ni tan siquiera sé si quiero que se cumplan... La India, tan lejana y cercana al mismo tiempo.

Tengo más calor que esta semana. Ahora mismo me recoge Angelita y nos vamos a cenar al Nolan. Entre el calor y el viernes noche, con la ausencia de mis muelas, el fin de semana se abre paso... Calor. Debería de planificar qué quiero hacer mañana o pasado. O dejar que pasen las cosas,... Volver a empezar canta Pablo en el ordenador... Y yo me mantengo ahí, llegado el viernes, sin tomar decisiones y sin saber si debería de tomarlas... El calendario, una vez más, me puede ganar la partida.