Esta foto ya apareció en el blog. Hoy viene por el recuerdo de volver a la India. El día de hoy ha sido de premoniciones, así que si miro atrás, si regreso a la India, al Tíbet, es por algo... Adivine el peso. La hora del reloj la supe antes de mirarla... miré la puerta que se estropeó a las horas... Hice premoniciones domésticas y salí de casa a tirar la basura. En la noche, la tele se confunde con la comunidad de vecinos que grita entre el calor, da portazos, pasea perros,...
Mi destino me invitó a la presentación del libro blanco de la juventud. Fui y regresé a casa, con un calor absoluto. Y una cita. Y el cumpleaños de Gloria, que felicito por teléfono.
Ángeles ha comido en casa después de su juicio, que es además la primera vez que no lo pierde... Sergio me dice de salir a correr, y tengo ganas de iniciarme, casi más ganas que pereza,... Me prometo un mojito con Diego Palacios, que pone un vídeo en internet para animar a quererse... Y en esos empeños estamos. Hablo con la tía Mercedes por teléfono y pienso ahora, bajo el calor castigador que aún está en la noche, que las cosas no pasan porque sí, que hay predicciones, premoniciones, sensaciones, deseos, anhelos, realidades, tristezas, caídas,... Yo no quiero caer. Me debo a mí mismo una subida, un ascenso... El río Indo es la metáfora de una subida. Lo bajamos (no fue el día 5, el día cinco abandonamos Delhi para volar a Leh: sonaba Ray Charles). Pero conseguir llegar a la delta de piedras fue un ascenso, en mi propia vida...
Primer escalón del ascenso: (pre)siento el runrún dentro de mí de algo que no me gusta, pero esta vez seré superior a esa sensación. Tengo la percepción de que irán ocurriendo cosas relacionadas con la casa que me devuelven a tiempos ahora que me parecen lejanos. Por lo pronto, me adelanté con la palabra a los reproches. Espero que esta sea mi noche de espera y a partir de mañana continuemos subiendo,... Ascendiendo.
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