jueves, 31 de marzo de 2011
EL TIEMPO
El tiempo. Dador y ladrón de verdades y de sueños, que da y quita razones, que pone y quita, que dispone y desquita. El tiempo...
A las ocho de la mañana me he levantado para extracción de sangre y luego me he ido a la marcha habitual del trabajo. Hasta el mediodía. He comido de tapeo un algo con Gloria, que tenía Junta de lo suyo, y me he venido con los boquerones que me hizo la madre de Cris a casa. No he comido. He dejado la tarde apoyada en la cama, por dos horas y ahora, un poco de música, de la que despierta el alma y me sube, arriba... Me voy para el pleno. Con más ganas que fuerzas...
Ayer me deshice en tiempos libres, que es lo que hago, poco antes de irme a la tele, que fue un regreso en toda regla: con sus nervios, sus intranquilidades, su gusanillo en la tripa... Nos fuimos a cenar Leo y yo al Wok cuando acabamos con todo y nos repartimos la medianoche entre risas y puestas a punto.
La vida no deja de ser eso: una puesta a punto. Y a mí me pasan ya seis minutos de las siete. Voy a hacerme un café y caminito al trabajo... Suena Ana Torroja y se acaba la selección, algo repescaré de mi discoteca vital.
El tiempo, que da y quita...
martes, 29 de marzo de 2011
RÍO ABAJO
Cómo un sueño, lejano, que llegará, me reinvento estas horas de regreso a lo que mi vida ha llamado siempre normalidad. Hoy de nuevo en el despacho, haciendo de mi horario un sinfín de actividades que me cogí con aire. Me apetecía regresar al quéhacer diario, como me apetece el pasaporte y las maletas. Y en casa para comer, estrenando inercias. Y un rato de descanso y al tajo otra vez con una reunión en la sede. Y en el coche a casa, traído por Vicente, acercándome a la noche con un café bombón, Ristreto y dos llamadas perdidas por contestar. Hago agenda. Y la hago con costuras de tranquilidad sabiendo que se viene lo que se viene, con la celeridad que llega y las sorpresas que traiga. Y mucho trabajo: y la quietud se rompe por un terremoto disparatado de faenas y labores, que me hierven la sangre... Y la vida. En parte.
Imagino entonces dónde el destino será que me lleve ahora que por medio se yerguen las horas profusas de ardua labor. Y busco en mi mente, espacios nuevos o repetidos, lugares donde viajaría con mi memoria como alforjas para descansar un algo, hoy que empiezo a cansarme. Y miro al mar. Y quiero agua. Y miro a la montaña, y quiero volar.
Ángeles me cuenta emocionada un proyecto que tiene: adelante. Me gustan los proyectos que nos llevamos siempre entre las manos porque todos acaban, y siempre, por no decir casi siempre, lo hacen en positivo, con un sinfín de experiencias vividas y con a puerta abierta a un nuevo proyecto... Cuando se pueda contar sin que se gafe, contaré. Pero pinta bien, muy bien...
Yo también he vuelto a pintar, a dibujar. Y rallo continuamente sobre una hoja en blanco proyectos de nada y bocetos de todo. Leo, de nuevo. Y apuro un libro que me dejé en la estantería de mi dolor hace año y medio. Creo que llegó el momento de muchas cosas, también de cerrar algunas cosas o de dejarlas abiertas, que no todo tiene que ser poner fin. Pero me crezco entusiasmado ante este reseteo que me ha dejado la vida en las últimas horas y sueño, como sueña Tamarit con sus cucarachas, y yo con mis cosas, con volar montaña arriba o navegar río abajo....
La vida me vuelve a poner en mi casilla personal de salida. Y creo que habrá una vuelta interesante que ha comenzado ya. Con los proyectos de Angelita. Con los míos propios.... Hacia el futuro, en mi cascarón de nuez.
lunes, 28 de marzo de 2011
NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navios.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.
Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.
Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.
[Pablo Neruda, El Mar]
domingo, 27 de marzo de 2011
LA COMETA
Enlairar: coger aire. Enlairo.
Paseo de playa. Risas. El marítimo tiene siempre una sonrisa al final del caminar y una brisa fuerte, hoy, que revienta el sol de primavera y nos sacude con su arena de una manera firme. Imagino, como la cometa asida a su cuerda, emprender en mitad de esa tormenta el cielo y abrirse camino, viento arriba, moviéndose rítmica y convulsivamente, de un lado a otro pensando una caída que llegará...
¿Habéis visto algúna vez la contundencia con que esquiva una cometa su destino? Gira aquí y allá, de repente, en un nanosegundo, se vuelve abajo, pensando que morirá estrellada contra la arena, y un giro la relanza contra el cielo y le da vida de nuevo... Como nosotros. Girando. Subiendo. Bajando...
Mi agenda pasa por pocas escapadas, ninguna en los últimos días. Hoy he tenido un empeño de poner en marcha el motor y me mantuve cansado ya el resto de la tarde, pero valió la pena. Agua templada y pan, tomate. Clochinas y sepia, no nombraré los calamares porque me parecieron excesivamente la sal. Me sorprende que esta semana a mí me molesta la sal de las comidas... Un arroz rojo. Una variación de postres. Divertida conversación y paseo recorriendo el mar...
Mereció la pena. Me dejó con un cansancio inusual que rompo al escribir unas líneas, casi por obligación, pero poco más. Como una cometa, giro de repente, parece que contra el precipicio y me salva un golpe de timón que me enlaira de nuevo...
Si hubiéramos andado junto al mar, aún andaríamos andando...
viernes, 25 de marzo de 2011
LA CABAÑA
Salí de mis sueños, en bata, caminando ágil, atlético, por la vereda. Las hojas, verdes y naranjas, sé que las presientes, se amontonaban como se arremolinan las arenas de playa en una tarde de brisa.
Descalzo, anduve sobre la hojarasca notando la humedad inerte que crece del hielo. Y al fondo, como tapiz del caserón de madera, con su chimenea de humos ceniza, el manto verde oscuro y granate de un bosque que no acaba.
El cielo se pintó de dos azules distintos, degradados unos contra el otro, en una batalla irracional, como cuando dos luchan. Dos miradas que se encuentran. "No puede haber luz más bella para que me mires" pensé. Caminé por el camino en soledad mirando aquella batalla en lo alto, ganando el oscuro al claro por instantes y devolviendo pequeños rincones al rato para llegar a confundirlo todo, un poco más. Caminé. Y sentí aquella cabaña, con la puerta entreabierta, con el corazón entreabierto, como una nueva morada... Miré al cielo, partido en cielo oscuro y en otro más intenso aún. Y la hojarasca se convirtió en una ola de colores inagotables que, de manera salvaje, se batían contra mi paseo... Las ramas de los árboles ni se movían, desnudos, cuando yo regresé a la cabaña, con mi peregrinaje de sueños...
BARÓMETRO DE VIERNES
Hace mucho que no salgo de casa. Hace mucho para ser yo y para ser las cosas que yo quiero. Me mueve mi trabajo, mis aficiones, las aficiones de mis amigos, mis amigos, moverme, el metro, Valencia... No echo en falta la calle. Es extraño: surrealistamente extraño. Digo surrealista, no subrrealista, que se lleva mucho.
Este periplo existencial, sin salud ni cortejos, me ha destapado algunas querencias y un dolor de muñeca. Yo que no he jugado mucho con muñecas, tengo la izquierda jodida. Nos abstendremos de chistes llegados este momento:
1) Escribo sin querencia. Pero quiero.
2) En cuanto mis padres abandonen este hospital de campaña que hemos instalado previa prenscripción de mis doctores: desintonizo una cadena de televisión que ofrece gritos entre anuncios.
3) Me gusta dibujar algo de madrugada y que Angelita se sorprenda diciendo: ¡Hacía mucho que no pintabas! Me gusta. Compartir.
4) Quiero pasear. Me soñé esta tarde escapándome solo a los Viveros.
5) Llevo cinco días sin oír música. Y sin oír el móvil. No es comparable: una de las dos cosas debería ser delito.
Me voy a pasear (metafóricamente).
Este periplo existencial, sin salud ni cortejos, me ha destapado algunas querencias y un dolor de muñeca. Yo que no he jugado mucho con muñecas, tengo la izquierda jodida. Nos abstendremos de chistes llegados este momento:
1) Escribo sin querencia. Pero quiero.
2) En cuanto mis padres abandonen este hospital de campaña que hemos instalado previa prenscripción de mis doctores: desintonizo una cadena de televisión que ofrece gritos entre anuncios.
3) Me gusta dibujar algo de madrugada y que Angelita se sorprenda diciendo: ¡Hacía mucho que no pintabas! Me gusta. Compartir.
4) Quiero pasear. Me soñé esta tarde escapándome solo a los Viveros.
5) Llevo cinco días sin oír música. Y sin oír el móvil. No es comparable: una de las dos cosas debería ser delito.
Me voy a pasear (metafóricamente).
jueves, 24 de marzo de 2011
MADRUGADA
Ya no me caben más horas de sueño. 5:47 de la madrugada; 38,5 grados. Ha bajado la fiebre: vengo de cuarenta y un grados, y me mezo entre la hipotermia de los 35 y el calor extremo. Son ya varios días: desde el domingo. De ahí que no haya podido pasarme por aquí, porque el cuerpo, la cabeza y la palabra no se seguían... Tengo un virus. Mi ordenador otro. Ayer vinieron los médicos a casa porque la fiebre ya no bajaba. A las doce analítica y a esperar que los antibióticos, los ibuprofenos y los paracetamoles hagan su efecto. Si es que aún queda efecto qué hacer... 5:49: el cuerpo me pide escribir, ando despejado, me levanto, enciendo el ordenador y escribo. Sudo.
Ayer fue el cumpleaños de David. Felicidades.
Ayer murió Liz Taylor, la última gran estrella de Hollywood con permiso de Kirk Douglas. La mirada violeta del cine. La mujer que hacía que los hombres fueran más guapos: Paul Newman, Montgomery Clift, James Dean, Richard Burton... Se fue Liz Taylor, una de esas personas que te apena que se vayan porque los que somos mitómanos del Hollywood dorado, nos quedamos huérfanos de unos ojos inusuales y una elegancia sobrenatural. Descanse en Paz.
Sigo sudando. Voy a parar de escribir y a ver si consigo dormir algo, aunque lo veo complicado. Estoy demasiado agotado. Y sigo, cuatro días después, con este virus descomunal: proceso vírico.
El médico me ha recomendado relax. En ello estoy: estoy tan quieto que hasta me asusto. Porque no es mi modus de estar. En breve, actividad acelarada. Mientras tanto, a controlar el reloj que marca una pastilla cada cuatro horas y el vaivén exorbitado de un termómetro que me baila. Regresé de madrugada a mi blog. Me lo pedía el cuerpo... El que me queda.
lunes, 21 de marzo de 2011
AL SALIR DEL FUEGO
La soledad la administra uno. El abandono es lo que te desborda, lo que te puede doler, hacer daño. Hacer daño suena más contundente que dañar, caprichos del lenguaje. Me quise ir a dormir por la vereda del fuego echando el lastre de mi yo hacia las llamas y éstas enlairándose hacia el cielo con inusitada velocidad. Y todo lo demás, fueron cosas que pasaron.
He sentido en estas veinticuatro últimas horas muchas sensaciones: las del fuego purificador. Podría decir que todas o casi todas, yo que soy de tener un abanico amplio. Me aireo, con mis sensaciones y mis sentimientos, me doy aire para que no decaiga el cielo. Ayer, regresando solo a dormir, miré al cielo de la calle de Salamanca y soñé la luna llena más grande que recordara. Me llamó la atención su luz amarilla apagada, su tristeza lírica, su lento pasar... Y pasé yo con igual ritmo al paso de mi noche, haciendo en las primeras horas de este después de todo, un paseo conmigo mismo. De mi mano.
He soñado con abrir puertas en el cielo,
que se cubran las paredes de estrellas
amarillas, rectas,
polígonos recortados fielmente con las tijeras
de un niño sin destreza...
Y ese niño fui yo. Anoche. Vomité el alma en mi paseo y lloré por dentro, después del fuego, abriendo mi dolor al mundo y subiendo por la noche arriba a colgarme de la luna. La luna, lunera. Y sentí que me faltaban la destreza y la decisión, las estrellas colgaditas y la llave de aquella puerta que dibujé cerca del adios.
Me sale poesía esta noche para esconder entre los versos el peso de mis brazos y el paso de mis abrazos.
Me sale poesía esta noche para concienciarme de que ahora ya, después del fuego, todo cambió.
Y tocó romper con cosas que eran mi pasado y creía que mi presente, y con las llamas a cuestas, bailar entre los fuegos de la noche. Me sale poesía de dentro, repique de teclas nocturnas, pasada la medianoche, sintiendo el frío intenso en los pies y en el corazón...
Y me quedé solito. Con la mirada en la luna.
Solo conmigo mismo.
Y me sentí frío y anduve hacia el cielo...
Caminando, solito,
de la mano
de mi mañana...
Enhorabuena al combate de mi dolor contra la fuerza de las cosas en las que creo... Aunque camine solo, solito solo, hacia las puertas de nuestro cielo...
Me sale poesía. Esta noche, que no quiero. (Qué bello).
martes, 15 de marzo de 2011
LA ILUSIÓN
La ilusión empezó hace mucho. Hace mucho más de lo que algunas personas puedan creer,... De pequeño en la terraza de casa, con Javi, plantábamos nuestras fallas de cajas de cartón forradas con cuatro folios y algún muñeco pintado en temperas. Que por la época mía eran La Pajarita. La ilusión empezó entonces, cuando me escapaba con mi padre, de madrugada, y nos veíamos las fallas de Valencia y me enloquecía la idea de soñar con ser yo aquel Santaeulalia de Jordana, aquel Agulleiro del Pilar, aquel Convento,... Aquellas fallas de mi niñez que me despertaron la ilusión por el cartón-piedra, el ingenio, la gracia,...
Anoche hicimos el tombe de Noscarmientas, la falla que desde hace tres años me ha regalado los mejores momentos y de la que soy, con María Sol, presidente. Ayer plantamos con una expectación inaudita y la visita de la Fallera Mayor y Corte, amigos de la prensa, de la política,... Pero plantamos, sobre todo, con un equipazo que tira de espaldas...
Ayer recordaba la noche de abril que llevé la propuesta del guión a la falla, que enseñé cuatro retazos que había trazado una mañana, al despertar, imaginando la falla que en pocos días quemaremos. Anoche, cuando acabaron los gritos de "arriba, arriba" y estaba plantada miré hacia arriba y vi el cielo. Y entre el cielo y yo, la falla, el sueño, la ilusión... ¡Tanto!
La ilusión empezó hace tiempo. Mucho tiempo... Pero anoche se hizo más grande. Y me dijo Miguel: "Qué orgulloso se te ve". Y yo le dije: "Qué feliz estoy, Miguel, qué feliz estoy...".
lunes, 14 de marzo de 2011
HALLELUJAH
Si amanece y ves que estoy despierto... Me pongo las pilas con la Jurado, la descubrí mucho antes de que muriera y siempre me pareció un prodigio. Desde que Ana Belén y otros grabaron el disco Tatuaje, la copla ya fue intelectual y musicalmente pudimos decir en público que nos gustaba Rocío. Yo de antes: recuerdo toda mi vida oírla y creo que es una de las cosas que me ha aportado mi madre. Una de las muchas, claro.
Hoy el cielo sigue gris. Hoy veo que entrasteis ayer muy pocos al blog, porque estamos todos falleros. Y suena Mina: Moliendo Café... La selección musical no puede ser más peculiar. Spotify! Me siento alegre, más que ayer, más descansado, más inspirado, más contento,... Resaca de domingo fallero. Me cuesta adivinar en qué día del calendario estamos y cuento minutos para organizar maletas y volar a Russafa antes de la mascletá. Entramos en la semana grande... Y un cosquilleo especial lo invade todo. La vieja moliendo que en el letargo de la noche se siente gemir...
Hoy el suelo está mojado, víspera de una noche de lluvia, resaca de un chaparrón. Yo mismo vengo del chaparrón y del agua, de la tormenta de sentimientos que soy yo, en estas horas. Y mucho trabajo, con muchos proyectos, con muchas ganas, con muchas ilusiones... Y fortalecido ahora. Un poco más...
Hoy la vida es un día. Y ese día, de manera incansable, lo transitamos. Me llama Mabel desde la radio, llamo a Aurora, hago vida y pasa el día... Me voy a preparar la maleta.
Suena Ray Charles. Siempre aparece el viejo ciego para darme vida... Hallelujah, I love her so!
sábado, 12 de marzo de 2011
YA NO QUIERO HABLAR...
Ya no quiero hablar,
ya se dijo todo...
Duele aún volver,
cosas del ayer...
Hice igual que tú,
me quedé sin cartas,
ya no hay vuelta atrás,
no reparten más...
Va todo al ganador...
Escucho ahora la canción de Il Divo, que la he buscado. No sé. La música acaba apareciendo de repente, siempre. A veces me he preguntado por qué nos vienen a la memoria algunas canciones, algunas melodías... La lluvia me ha traído esta canción, esta pena embargada en ritmos lentos y voces melódicas y grandiosas. Y al final una idea: que va todo al ganador.
En estos días tengo poco espacio. Ahora escribo raudo, con la posibilidad de retrasar mi siguiente llegada. Será mi tercer taxi en hora y media, poco más. El ritmo de trabajo no para, no cesa, no baja. Me gusta la acción. Siempre he sido una persona de acción y de fondo... Y no hay carrera larga, ni meta lejana... Hay días que me siento con ganas de estar gris, como el cielo. Hoy me quedaría bajo la sábana de mis nubes y soñaría que vuelo solo. Sin más. No paro nada: me río sin cesar y me ausento de mí por ratos, huyendo del cansancio y de las malas vibraciones. No me gustan. Es más, algunas, hasta me suponen una tristeza honda que no se corresponden conmigo, ni en días como hoy. Y entonces, de repente, llega un mensaje de un amigo para decirte que está haciéndose un hueco en el sofá y te sientes importante. Y te gusta. Y ya no quieres nubes para tu tarde...
Pero reconozco que el cielo me mata. Que las nubes me agachan. Que me levanto por inercia hoy, que el cuerpo se quedaría a pasar la vereda, en la orillita de la noche... El cielo nos cubre, gris, un manto grande inmenso. Intenso. Y pienso hacia adelante y busco respuestas que no sé si encontraré. Y me preocupan los días cercanos con la inmensidad de las caras y de las voces, me preocupan por si son de nube, algodonera nube, gris, que surca mi tarde...
Va todo al ganador... ¡Qué canción!
viernes, 11 de marzo de 2011
UN BESO AL CIELO
11 de marzo. No ha dejado de llover en todo el día: el cielo llora entre recuerdos...
Hay fechas que quedan marcadas en nuestra memoria. Yo hoy vengo todo el día acordándome de la mañana de 2004, tal once como hoy, creo tan nublado como hoy... Lo del cielo oscuro no sé si fue real o fue la retina que me quedó de aquel momento. Hay fechas que quedan marcadas en nuestra memoria y en nuestra historia, pero las dos acaban siendo subjetivas y se confeccionan bajo las necesidades y prismas de nuestras voluntades... Yo recuerdo el 11 de marzo como un día nublado. Aquella noticia. Aquellos muertos, de repente. El teléfono. Amigos que ya no lo son hoy. Aquellas hipótesis, aquellas noticias, aquellos momentos,... Aquello.
Recuerdo (o creo recordar) los llantos de las familias. Y un llanto más duro aún: el que no se ve y te llora por dentro. Se desgarró el corazón y el alma. Se cortó el camino. El cielo gris, recuerdo. Casi doscientos muertos. El teléfono fuera de cobertura. Intentar contactar con las amigas de Madrid y vivir el miedo porque no se descolgaba. Ese fin de semana estuve con Hugo y Cris en el cine. Cenamos en el 100 Montaditos. Me cuesta recordar que anoche cené caldo, pero recuerdo perfectamente aquel fin de semana. En la previa de fallas y yo en Kinepolis. Todo era demasiado extraño...
A veces, cuando pasa la vida, cuando se agotan los años, esa memoria selectiva, esa selección de imágenes voluntaria, se pierde. Se borra. Se difumina. Pero yo creo tener todos los recuerdos de aquel 11 de marzo... Aquel dolor resucita hoy de nuevo. Bajo el cielo gris, lluvioso, el once eme lo recuerdo más triste aún. Y pienso en las familias y en los amigos, a los que no les descolgaron el teléfono aquella mañana, y lo siento por ellos, porque desde entonces arrastran aquel dolor y aquel cielo gris, que para mí es tan sólo un recuerdo.
Un doloroso recuerdo, pero un recuerdo al fin y al cabo.
Un beso al cielo,
ayer por hoy,
gris y nublado.
Cielo de muerte,
me quedo en el camino de la suerte.
con el consuelo
de que voy...
Y vivo con mis recuerdos.
Un beso al cielo,
ayer por hoy.
Y con la memoria voy,
haciendo de mi paso
una memoria de futuro
con cielo raso.
Y vivo con mis esperanzas...
miércoles, 9 de marzo de 2011
APUNTES DESPISTADOS
No dará tiempo a más: unos apuntes despistados ahora que cae la tarde, antes de entrar a una reunión de trabajo, de ir debería de decir porque ando por casa. Luego a la tele y cena en Jordana. Los tiempos corren con velocidad inusitada contra nosotros mismos y generamos de repente una contrarreloj donde la supervivencia es mayor que el cansancio. Apuntes despistados:
Ando organizándome como puedo por cantidades industriales, tengo cerrada hasta la agenda de mañana e intento por todos los medios que no se desbarate.
Me molestan de vez en cuando los pitidos del móvil: habrá que cambiar el sonido (cuando se pueda).
Aprovecho los caminos para hablar por teléfono... La tarde cayendo está. Los caminos de Machado...
Me duelen cosas que a otra gente no le importaría e intento pasar por alto cuestiones que crecerían en negativo. Me he acostumbrado a mí mismo a vivir por el sí y con el quiero: batallar es cuestión de fortalezas. Ando cansado y descansado a partes iguales, pero mi batalla sólo será por el sí.
Me tengo que ir. Regreso tan pronto como me sea posible... Gracias por soportarme, en pequeñas dosis.
Frío polar y nublado absoluto. Apuntes despistados. Como yo mismo...
Ando organizándome como puedo por cantidades industriales, tengo cerrada hasta la agenda de mañana e intento por todos los medios que no se desbarate.
Me molestan de vez en cuando los pitidos del móvil: habrá que cambiar el sonido (cuando se pueda).
Aprovecho los caminos para hablar por teléfono... La tarde cayendo está. Los caminos de Machado...
Me duelen cosas que a otra gente no le importaría e intento pasar por alto cuestiones que crecerían en negativo. Me he acostumbrado a mí mismo a vivir por el sí y con el quiero: batallar es cuestión de fortalezas. Ando cansado y descansado a partes iguales, pero mi batalla sólo será por el sí.
Me tengo que ir. Regreso tan pronto como me sea posible... Gracias por soportarme, en pequeñas dosis.
Frío polar y nublado absoluto. Apuntes despistados. Como yo mismo...
martes, 8 de marzo de 2011
INVIERNO NUCLEAR
El valor de la palabra: hoy lo he redescubierto. En mitad de la conexión de la radio y sin mayor voluntad que provocar una sonrisa dije que sobre la plaza del Ayuntamiento, la nube gris de pólvora de Reyes Martí, había convertido el cielo en un invierno nuclear. Y me mandó Tatín un mensaje para reírse. Y al rato me dejaron un mensaje en el face... Invierno nuclear. Dos palabras, que calaron, desde el chiste y que hizo que la gente las repitiese. ¿De dónde surge el éxito de un mensaje? ¿De dónde surge el éxito? Complicado... Si lo supiéramos, nos agarraríamos a él porque queremos todos tenerlo cazado entre las manos y somos incapaces de buscar el fracaso... Humanos. Sencillamente.
Ando descansando bien, más de lo que esperaba, y recuperando voz por momentos, lo cual es algo inaudito porque no termino de hablar nunca. La agenda se colapsa en estos días previos a la fiesta, al fin de fiesta. Mientras la gente tiene la sensación de que las fallas están a punto de llegar, yo cuento doce días ya para que concluyan. Hasta el momento nos han traído grandes momentos, incluyendo hoy, bajo la amenaza de lluvia que nos hemos ido a la Tasca Ché, marca de la casa, con Gabi, Boro, Vicente, Angelita, Leo y yo a comer, como solemos hacer. He descansado algo esta tarde, me voy ya para la tele y luego a la falla, que estamos rematando fallas. En una semana: plantà. ¡Qué ganas, la verdad!
Estoy pasando momentos fantásticos este año... Lástima que no me dé tiempo a resumir muchos de ellos. Anoche, tras el programa (y acabé bien contento del programa) me fui a la falla a cenar con los de la Federación de Ingenio y Gracia. Mañana, Jordana. Mascletà, si el tiempo lo permite: la autoridad seguro... Fallas, a un paso. Y bajo un cielo, que amenaza cielo nuclear.
domingo, 6 de marzo de 2011
FALTOS DE LUZ
Luces. Y sombras. El ser humano es así. El día que más brilla a tu alrededor puede ser el más gris. Y el oscuro y ojeroso bajo la tormenta puede ser radiante sin saber por qué. Ayer fue un día de luces: de sombras. Ayer no paré. Nada de nada. Me levanté (acostado a las cinco) y me fui al pleno. Nombramos hijo predilecto de la ciudad a Miquel Navarro y escuchando al genio, sentado en aquella silla, disparar de manera arbitraria las cosas que le rondaban, me sentí orgulloso de formar parte de eso. Mi trabajo es más difícil de lo que la gente cree. No suele ser un trabajo de reconocimientos, mas bien al contrario. Por eso, cuando tienes la fortuna de sentirte profundamente orgulloso de algo y no oyes voces en contra, se ensalza a algo sublime y se convierte en un momento importante. De los que importan.
De allí salimos a la inauguración de la Plaza Mayor y de la escultura Almassil. Estaban Francis Montesinos, Mayren Beneyto, Alicia de Miguel,... Y un sol de justicia: de sombras. Me fui a retrasmitir la mascletà: llegué en metro no sé cómo. Comimos en la tasca Ché: Boro y Elena, Leo, Laura y Sergio, Bausá y servidor. Salimos y taxi: tele. Salimos y taxi: inauguración de casal de l'Eliana. Paseo la ciudad de punta a punta y me ducho. Taxi y a Russafa: encienden las luces de Sueca. Me encuentro con amigos y más amigos. Nos vamos a por bocadillos a la Estrella para cenar en la falla... Se ha hecho de noche. Y es de noche.
Cenamos en la falla. Truc. Cyrano y conversación en el coche: cinco de la mañana. Quiero dormir. Siete horas por delante, ducha y me recoge Leo. Bienvenidos al día de la marmota. Mascletá de Gori en el balcón con mi hermana (espectacular momento), paella en la plaza de la Reina, espectáculo de Angelita para italianos (sin precio), comemos en el Tio Pep (arroz al horno), salimos y me trae Leo a casa. Me quedo aquí toda la tarde. Tengo las piernas frías y pocas ganas de moverme. Pero me voy para la cama ya. Igual leo algo. Igual dejo de escribir: no hay luces hoy...
sábado, 5 de marzo de 2011
BUENAS INTENCIONES
Me gustaría después de la tormenta tener más tiempo para abrir esta libreta y escribir ahora que, como me decía anoche Salva, los blogs pasaron de moda con el facebook y el twitter. He llegado a twitter, por si nos vemos, digo. Pero me encantaría no empantanar estas hojas perdidas que lo son, y mucho. Tengo poco tiempo. Administro mucho y muy bien, con severos descansos aunque no lo creáis, una agenda de infarto en la que no falta de ná, como suele decirse.
Anoche fue día de lluvias torrenciales. Ayer tuvimos junta en la falla, comimos en la Tasca Ché, Angelita, Boro, Leo y servidor. Ayer no hubo mascletá, pero la mañana en el Ayuntamiento lo cubrió todo. Ayer fue la fiesta del Cyrano por la noche y llegar a casa a las cinco de la mañana.
Y ahora me preparo para un pleno extraordinario, nombrar hijo predilecto a Miquel Navarro, inaugurar la Plaza Mayor, saltar a la mascletà del Ayuntamiento, comer con el resto en la tasca Ché, irme a la tele, encendido de luces en Cuba-Puerto Rico y Sueca. Cenaré con los de la falla y seguirá la noche...
No paro nada, absolutamente nada que no sean los momentos de descanso que me propicio por precepción propia. Me gusta un mensaje de repente de Gemma de que me cuide: y lo hago. Me emociona ver a Hugo, mi nuevo sobrino, enviarme un sms desde Barcelona... Me siguen gustando las cosas sencillas, aunque casi no tenga tiempo para contarlas... Intentaré remediarlo.
miércoles, 2 de marzo de 2011
NO SÉ SI MÁS QUE OTRO CUALQUIERA
Y si al final fuera que no... Porque me ha despertado una sensación extraña desde hace un tiempo y venido acompañando el pensar que sí, que entre grises, mi cielo será el que es. Pero, ¿y si de repente fuera otro el cielo y se llenara de nubes esponjosas de ensueño y me acariciaran otras brisas? Sería maravilloso, mucho más que la propia vida: hacer un alto en el camino, protegedme de mí, recordar una frase que Leo me dijo hoy que le habían dicho y que me supo a consejo velado... ¿Y si bajara del escenario un momento? Podría quizá, alrededor de ese cielo de ensueño entretejer otros vientos que avivarán mis velas y mi barco zarpar...
Hoy sentí el presentimiento: hoy me empeñé en ir a comer a casa de mis padres el día en el que no pude. Hoy me asusté cuando me dijeron dónde andaban y me tranquilizó saber que todo regresaba a la calma. Mis papás se hacen mayores: mamá alarga conversaciones que no pueden seguirse y papá tiene una voz de gravedad siempre y continua. Al final, parece ser, todo un susto. Y yo, desde la distancia, contento de que no fuera a más la cosa. Llamé a Aurora, porque quería desde hace días y me había ido superando la consecución de sucesos a mí mismo.
Suena My way en el ordenador: Paul Anka y Raphael. El final, se acerca ya, lo afrontaré serenamente... ¡Qué canción tan especial! Y miro al cielo, que se cruza con mi cielo real, dorado, sobre la isla que se quedó en mitad del mar y junto a mis sueños y tarareo... Jamás viví un amor que para mí fuera importante, corté sólo la flor y lo mejor de cada instante...
HOY YA ES DOS
Me encantó Anabel Alonso: un encanto de mujer. Vaya que sí. La sorprendí escudriñando la indumentaria valenciana poco antes de comenzar la mascletà, la entrevisté dos veces y me gustó su sonrisa, su simpatía, su algo especial, su quitarse las gafas para hacernos una foto... Me gustó. Vaya que sí.
Escribo ahora, cuando lo que me apetece es leer por no bajar la marcha durante marzo que será un mes difícil, por los excesos de trabajo en los que andamos batallando. Y aquí estamos. En cualquier caso este mes, por su fuego fatuo, es purificador: así que me condeno al cansancio absoluto pensando que, cual ave fénix, resurgiré eterno de mis propias cenizas... Sin parar, vamos.
Estuve esta mañana en el Ayuntamiento hasta que me fui a la radio, de aquí a grabar para la tele. Comí con los Stefano, Mabelón, Ernestín, Leomarín y Angelita. Pizza (fantástico lugar donde me gustó todo menos el nombre del local). Salimos, café en Gran Vía y en coche me trajo Angelita a casa. Me fui al rato a la tele: primer programa especial del calendario fallero. Llegué a hablar con mi hermana por teléfono, anoche con Teresa y hoy con Acosta y antes con David, a quien le envié un artículo que le debía. Vino la Guti a la tele, salimos y entramos, salimos y en coche a la falla para hacer algo de la cartelería. ¡Qué rebuena pinta tienen las fallas de Noscarmientas! Me vengo a casa, con Manolón, hablando de todo un poco y ahora, escribo, cuando quiero leer, y me asusta que sean las horas que son porque mañana es ya hoy...
Día 1 de marzo: conozco a Anabel Alonso (por la noche estaba en mi tele, nos saludamos de lejos). Veo a Toñi y a Sofi en un segundo... Chateo con Laura. Me vence el sueño.
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