viernes, 14 de enero de 2011

SUERTE


Dime quién está al otro lado del teléfono... Queda poco más de tres horas para que empiece la Gala de la Cultura. Cuatro nominaciones. La de mejor obra, la de mejor actriz (¡vive Dios!) y el mejor actor. Me parece imprudente dejar por escrito lo que creo que pasará... No lo haré. Pero en un caso lo tengo claro desde la noche de las nominaciones. Y me siento tremendamente feliz. Un palpito. Contamos además con una nominación al mejor apropósit: Ángeles y servidor, mano a mano. Como en aquellos tiempos de monjas que se antojan tan lejanos cuando fueron apenas hace tres diciembres... Hemos vuelto a la carga, Angelita, con ganas, con ilusión, con fuerzas. Todo podría hacer presagiar que no hubiera sido así, y sea lo que sean los premios, nuestras ganas, nuestras ilusiones, nuestras fuerzas siguen siendo nuestras. Y eso no te lo quita nadie, chata.

Va a ser una noche especial. Hay fiesta ya preparada. Alguno dirá: ¿y si no ganáis nada? Si no ganamos nada: habrá fiesta. No hay quedado entradas qué compartir en esta gala. Tenemos muchos amigos que han querido acompañarnos, otros tantos que nos esperarán en la falla, que hoy no tiene a Rafa (recupérate pronto!) y que harán que esta noche merezca la pena.

El día que hicimos "De perduts", "De perduts" es para mí "Las cabras" como "La Sorpresentació" eran "Las monjas", me desperté y creo que lo dije con una sensación de bienestar espectacular. Hoy ando relajadísimo. Si acaso un pequeño cosquilleo en el estómago, no tenerlo sería injusto. Pero tranquilo. La felicidad la hemos conseguido en los ensayos, en las toallas de Ibiza, en las risas de los que repetían nuestros papeles, en la felicidad de cerrar el telón...

Hoy, esta noche, todo pasa por esto. Pero pasa por muchas más cosas, y la felicidad que sentimos es más grande porque supera todo lo explicado... Es difícil de explicar: si llegan premios, habrá una fiesta grande. Si se quedan en el camino: habrá una gran fiesta. Pase lo que pase, rodeado de amigos... Eso es impagable.

Cuelgo ahora con Mabel al teléfono: sólo quería desearme suerte. Os tengo a vosotros, suerte ya tenía en la vida...

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