martes, 22 de diciembre de 2009

QUERIDO SANTA



Querido Papá Noel,

hace años que no te escribía, porque hace años que andaba con lo mío en otros sitios. Pero irremediablemente, y sin que lo esperara, mi vida empieza a centrarse en una quietud que me permite escribirte unas líneas... El espíritu de la navidad hace tiempo que no pasa por mi casa con la misma fuerza que solía llegar, pero me empeño, entre esfuerzos, por alcanzar aunque sea un pequeño porcentaje de aquella alegría infantil que sentía cada vez que sabía que ibas a llegar por estas tierras... Hace tiempo que no hay villancicos en casa, ni siquiera unas luces, qué decir de un árbol... Pero este año, quiero decirte algo. Algo que supongo aún te llegará pese a la premura del tiempo, porque los mails son más rápidos que las cartas. Perdona que no te mande sms, pero no tengo tu móvil. No sé si lo tuve alguna vez, probablemente lo he perdido, y ande apuntado en alguna servilleta de bar, en una caja con mi espíritu navideño y mi alegría por estas fechas...

Te voy a pedir salud, porque es importante. Y fuerza. Mucha. Te pido que los míos vivan la ducha de esta doble virtud, la salud y la fuerza para que juntos podamos seguir viviendo el mejor regalo que me trajiste nunca: mi vida y la gente que me rodea. Para los más pequeños de la familia, para Edurne, Álvaro, para los recién llegados Mario y Paula, y para Claudia te pido un futuro feliz, porque es el mejor presente que les podamos dejar. Que sean felices, como lo soy yo. Y que disfruten cada segundo de su eterna infancia que es cuando más amor se te tiene Santa.

A mis amigos acércales un camino de suerte, largo y recto, por el que seguir caminando. Tráeles un buen saco de fortuna. Que se alineen los hados y les cubran con un manto rojo protector de todo que les haga seguir siendo dichosos y que un aciago porvenir les sea provechoso para el año próximo.

A mis padres llévales otro saco igual de grande, de salud y felicidad, para que la compartan con Rosa y conmigo. Y otro más pequeño, de serenidad, para que su vejez, junto a nosotros sea tranquila y apacible. Feliz.

A Rosa empaquétale la prosperidad y la riqueza del alma, que siga regalándome bondad a capazos cada día y que encuentre un año nuevo plagado de sus mejores momentos y que sea la felicidad su gloria.

Y a mí, a mí sigue trayéndome los regalos que me diste desde siempre, hasta todos estos años en que no tuve tiempo de escribirte: sigue regalándome buenos momentos con mi gente, procúrales lo mejor, porque me harás más feliz, déjame un poco de salud, amor por los míos, trabajo que no falte y sonrisas. Déjame un manto entero de sonrisas para que los pueda ir regalando a cada momento del año...

Santa Claus, sé que no te había escrito desde hace tiempo. Y que lo hago en el último momento y que tendrás tantas cosas que seguramente no podrás... Pero hazme un favor. Cuela mi carta y trae las cosas que te pedí, de ellas depende la felicidad de mucha gente. A los que más quiero...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bonito y sincero ... me ha gustado mucho.
FELIZ NAVIDAD Y UN MEJOR AÑO 2010 siempre rodeado de tu gente.

Anónimo dijo...

Me ha emocionado mucho...sigo con la lágrima...éstos dias son algo más difíciles....

Gracias Jaime.

Kone

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