miércoles, 5 de noviembre de 2008
REENCUENTROS
Anoche volví a compartir mantel con la dulce inglesa de la melena rubia. Ayer las graves risas de Kamp volvieron a repicar en mí. Y la astuta delicia de Imu. Y la bondad de Stoby, y la sonrisa de jugador de golf que tiene Steve... Anoche sentí la respiración entrecortada de Piru. Y volví a olvidar el nombre del primo, oriental y sonriente, patrón de un cibercafé en tierra de desconexiones... Anoche vi de nuevo la instantánea disparada al acabar la cena, tras darnos las direcciones, los teléfonos, los correos, los amores y la amistad de por vida. Anoche volví a sentir la aspereza del mantel de cuadros, me repitió la ridícula ración de canelones y sentí el calor de la pizza de Steve... Anoche recordé cómo se negaron a servirnos alcohol. Como ahuyentaba los mosquitos de la noche y sentía el fuego de la hoguera tan lejana... Ayer, rescatando mi memoria, los reencuentros me atracaron casi de medianoche. Saltaron a mi encuentro desde el objetivo de un fotógrafo que me empujó a la aventura de mi vida y me recordaron todos y cada uno de los segundos que vivimos juntos...
Anoche volví a jugar con la vela que alumbraba la mesa.
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