miércoles, 22 de junio de 2011
SEGUNDA FLOR DEL JAZMÍN, PRIMER DÍA DEL VERANO
JASMINE FLOWER SUMMERの最初の2日目... Parece un título de Haruki Murakami. Lo único bello del día fue comprobar cómo nació la segunda flor del jazmín. Le recuerdo a mi madre desde cuando no florecía la planta. Montado en una calesa surco la ciudad, miro al cielo y siento el viento contra mi cara. Es el segundo momento del día... Murakami dejaría algún personaje exquisito en el camino, hablaría de algo por saber sin decir el qué, y lo alargaría como un proceso largo y lleno de calor, como el día de hoy.
"Nucaelo llegó a obsesionarle. La llegada del verano le había atrapado, con su maraña de pelo extinguida, apuntada en una cresta y dos ojos que le invitaban a esperar. Calculó sus movimientos y sintió el roce de una mano que atravesaba en mitad de la multitud, ciega, que seguía con la música su desenfrenada madrugada. Nucaelo se convirtió en su deseo y en su promesa, en su única voluntad. Le buscó para conquistarlo y cuando se encontraba con su mirada se la retiró de manera veloz para sentirse fuera de allí, al alcance tan sólo de la mirada de Nucaelo..."
Recuerdo cómo me llamó la atención el primer libro que leí de Haruki Murakami, fuera de las calores que se llevan hoy la noche: ahora, desde la lejanía, desde el abandono y el olvido al que condeno siempre los libros, sin saber por qué, y a la espera del sueño, que se acerca, el día de hoy me recuerda a Tokio Blues, por lo espeso, por el desespero,... Hoy el día empezó para no ser mío: y no lo fue. Estuve al borde (hoy por ayer, martes) de mis propios nervios, saliéndome de mí. Llevo muchos días a la espera de saltar, pero ahora, más tranquilo, con la asfixia que trae la primera noche del verano, me siento más tranquilo y esperanzado...
"Jandiver llegó a obsesionarle. La llegada del verano le había atrapado, con su maraña de pelo sin estructura apuntada de lado increpando al cielo y a la espera de encontrarse con dos ojos, de toparse con una mirada negra en mitad de la noche. Si quería desatar la conversación tendría que conseguirlo. Siguió sus propios pasos y rozó la mano ante los testigos de aquel tacto silencioso. Jandiver podría ser algo más que un deseo y se hizo la promesa de no regresar para conquistarle. Le dejó la puerta abierta de la noche y de su coche, con el que desapareció sin saber cuando volvería el camino a ser la misma carretera por la que circularían los dos en un solo coche, en una misma snoche... Y se fue dejando a sus espaldas tan sólo la mirada de Jandiver, como en un exilio de su propio deseo..."
Aún queda algún suspiro de un aire algo más fresco. Compruebo con Telecinco encendida, la pandilla de freakies que pueblan la noche. David Bisbal y Elena Tablada se separan: alegría para mi amiga Aurora. Nosotros nunca fuímos muy de la Tablada... Podría sentirme incómodo si no empiezo a romper las nuevas rutinas: hoy de momento me salté la siesta, ya es suficiente. Tampoco tuve reunión de trabajo como ayer en la sede ni sonó el teléfono más que para recibir un par de directrices y la felicidad de hablar algo más con el amigo Acosta... Ha salido una segunda flor en el jazmín, es el primer día del verano... Como si fuera una novela de Haruki Murakami.
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