martes, 14 de octubre de 2014

SIN AGENDAS


Hace una semana, en estos momentos, estaba con una tranquilidad inusitada esperando que tocara levantar el telón. Creo que fue a las once. Subí con calma, quizá me puse nervioso al ver el hormiguero dentro del escenario y salí de aquel ataud con una tranquilidad absoluta. Me lo pasé genial, sintiendo ese gusanillo que nadie sabe llamar de otra manera y que nos retuerce cuando se sale a un escenario.

No se puede vivir del pasado: así que habrá que ir mirando a pasado mañana y ver los proyectos que nos llegan por delante. Que algunos nos tendrán que llegar... El fin de semana cayó entre puentes. No paré. Creo que entre ocios y almuerzos se me fueron los días. Los acabé ayer, con Cris, cenando en "La Mary" y pasando luego por el ABC Park a ver "La isla mínima". Me gustó. Me gustó más verla que finalizarla. Y nos volvimos a casa con los primeros pasos de fresco en otoño que anunciaron hoy una mañana nublada.  Había llegado después de una reunión en la sede de la calle Quart. Un paseo por las Torres y conocer la iglesia de San Nicolás. La plaza de la Virgen me pareció más bonita que nunca. Y la Virgen me cargó de protección para unas cuantas semanas más. Lo sé.

El domingo estuve ensayando en la falla: hemos empezado ya con Angelita y Moni y su "Cal desfer la casa" que en breve estaremos poniendo sobre el escenario. Cenamos en la falla y aún se nos hizo de madrugada cuando Adri y Alba me trajeron a casa. Había echado el día en plan hogareño a excepción de unas bravas y un plato de morro en el Galicia con Amparo, Tiby, Lola, Vicente y Laury. La noche anterior estuvieron también en la fiesta de la Pilarica que bajo la lluvia débil organizamos en Noscarmientas. Y rematamos en Cyrano, donde acudieron Fernando y Juan Carlos con la delegación mislatera. También el sábado por la mañana tuve almuerzo, en lo que era el bar de los Hermanos Moreno y que regentan unos chinos, aunque mantienen el nombre.

Y el viernes, noche, recuerdo las primeras gotas llegando al Albero a cenar con Laura y Alberto, la Guti, Amparo y Machu. Pasamos de nuevo por Cyrano, donde estaban Tiby y Laura, y alargamos la noche. Lo suficiente para volver a casa con unos chicles haciendo camino...

No he parado nada. Por eso miro hacia atrás y recuerdo aún aquel cabaret de muertos que ahora me parece tan lejano. La idea de adelgazar está más atrás, junto con el gimnasio o volver a correr. Algo más cerca mi voluntad de no dejaros sin escribir unas cuantas líneas en cuanto pueda...

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