Apuro los segundos. Laura viene ya de l'Eliana a recogerme con la promesa de que la van a tirar del barco, por aquello de todo lo que ha decidido coger. Empezamos en nada la travesía un año más: el paraíso. Me encuentro esperando, con la maleta hecha, el MP3 cargándose en el ordenador, un brutal calor de 31,5 grados en casa, el cadáver de un escarabajo volador en la calle e Ibiza por delante. Es como si no fuera verdad que me voy: me pasa últimamente con cada viaje, no sé si es que la ciencia me pesa más que la conciencia, pero lo cierto es que aquí estoy, dejándoos las últimas letras antes de partir y sin saber bien qué va a pasar, ni cómo va a ir y, lo que es mejor, sin que me preocupe ahora mismo nada de todo eso...
Por delante, la isla blanca y un buen puñado de amigos. Os iré contando, porque Leo me dejará que use mis manos de escritor de vez en cuando, espero. Lo dicho, que voy a seguir esperando, calor brutal. Hoy que hice el último programa de radio en directo. Hoy que comí con Toñi frente a la tele. Hoy que mandé mi móvil a Madrid a ver si lo arreglan un año después de Formentera... Hoy que me vine y dejé la maleta para lo último... Hoy que escucho a Mecano y sudo que da horror... Sigo esperando.
jueves, 2 de agosto de 2012
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