Sobrevivir a la navidad, con la familia alrededor, con los amigos, acaba por ser más sencillo. Siempre le encontré un gusto melancólico a la Navidad, siempre me ha despertado nostalgia e ilusión a partes iguales... Siempre, menos este año, que se me hizo cuesta arriba. No sé por qué. Me llegó sin esperarla y se fue sin darme cuenta. Se fue en cuatro noches de Cyrano a ver cuál más divertida. La del 23: de traca, con chupitos y bombas, bombas. Yo creo que de las impagables... De verdad. ¡Qué risa! Nos fuimos de cena de empresa Jorge, Luis, Gueguel y yo. Cenamos de copete en Torrijos. Un espectáculo para los sabores oiga! Y amigo invisible: me regaló Gueguel un sombrero de Frank Sinatra, que me encantó y un juego de café por estrenar... Luego al Cyrano. Y luego la madrugada.
El 24 fue día de recuperar y compras. Cenamos por la noche en casa de María Jesús y Ángel. Pandereta incluída, campana sobre campana, orejitas de playboy y risas toda la noche. Nos faltaron las perdices escabechadas que se quedaron en su tarro, pero todo rico. Nos fuimos al Cyrano: Carol, David, Angelita, Alberto, Laura, Sergio, Nuria y Toni (qué corta se me hizo la visita), Merche, Cinthya, Salva, Isa,... Por allí pasó la noche y los amigos. Y vino el frío.
El día de Navidad comimos en casa y esperamos a que llegara Edurne con sus papis para ver qué nos había traído Papá Noel. La niña es una risa y una gran directora de escena: hizo un reparto de regalos de lo más televisivo... jejeje! Me trajo el gordo de rojo unos guantes, unos altavoces, un libro, un chaleco, un foulard, un sueter y unas zapatillas de ir por casa. Luego nos fuimos de amigos invisibles y risas. Me tocó Carol y yo, a Sergi. Echamos un tabú y llegué en taxi al Cyrano: Marta, Boro, Elena, Luis y Jorge. Poco más... Luis me trajo a casa, planes de nochevieja.
Ayer tuvimos comida familiar, una vez más, en casa de mis padres: con María Jesús, Ángel, Marta, Mercedes y Merche, los papás, Rosa, Óscar y Edurne, Mariano y servidor... La tarde se pasó rápida y nos fuimos al cine: Balada triste de trompeta. Ya os contaré... Salimos e intentamos buscar un sitio para cenar. Al final un Foster en Gran Vía. Suena ahora I dreamed a dream... ¡Qué espectacular! Nos fuimos a Cyrano, parchís y ron, a pasar el domingo... La navidad no ha podido conmigo, pero casi... (Queda nochevieja).
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