jueves, 29 de abril de 2010

NOS QUEDA LA VIDA



Venimos siendo amigos lo nuestro. Desde hace tiempo. Yo diría que la vida. Y mano a mano.

No hace falta que le diga nada, ni aún siendo su cumpleaños, porque él lo sabe como yo lo sé. Es lo bueno de esta amistad: que ya la conocemos. Que ya lo sabemos. Que nos entendemos y nos complementamos, tan polos opuestos nosotros... Puedo no decir nada más en este momento y sé que Hugo entenderá perfectamente todo: lo que quiero decirle, de qué estamos hablando, lo que pensamos,...

He recuperado de la memoria reciente nuestro viaje a Londres las pasadas navidades. Me he dado cuenta de los muchos momentos que vivimos, y hasta he llegado a paladear de nuevo aquella Cider of Pear, de la taberna,... ¿Recuerdas? He sentido el frío que pasamos, las horas de paseo (de pateo, a ver cuando Ibiza, por el pareo...) y el musical. La nieve de año nuevo, el cansancio descansado del hotel, Buckingham y la jota en Westminster, el paseo por St. James y el Mall,... Londres siempre ha sido mi ciudad (siempre he pensado que a ti también te pega mucho). Las últimas veces que he ido fue contigo y con mis padres: será por algo que Londres me gusta tanto.

Nos debemos una cena, un wok de esos nuestros que Manolo odia que nos comamos sin avisarle, un cine, unas risas, unas fotos, unos recuerdos, unos cuantos proyectos, una vida... Gracias por aparecer un día de repente, con tus gafas (horribles y exageradamente grandes) y quedarte a mi lado, para que nos soportemos. Me encanta saber que estás. Yo también estoy. Adelante (nos queda la vida).

No hace falta que te diga nada sobre nada, tú ya lo habrás entendido todo. Y por ello, soy tan feliz, como quiero para ti.

____

Nos queda la vida,
que ya es bastante,
nos queda el teléfono y el mail,
las quedadas nocturnas,
las conversaciones y los paseos de Arwen,
nos quedan las resacas al sol,
las comidas junto al mar,
tus paseos de mar,
los que yo no doy...

Nos queda la vida,
nos quedan los recuerdos
y los proyectos,
los vuelos, las idas, las venidas,
las avenidas,
la esperanza,
la alegría,
las noches y los días,...

Nos queda la vida,
el aliento, la risa, la sonrisa,
el volver a empezar,
la fuerza y el coraje,
tu bici y mi insomnio,
mi no parar,
y el tuyo,
la brisa y la montaña,
el pasado y el futuro,
nos queda el presente...
Que es inmenso...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias hermano. Un abrazo muy fuerte.

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