domingo, 23 de octubre de 2011

PRINCIPIO O FIN

Hoy, ¿empieza una semana o acaba otra? Es una paradoja que al borde de las once de la noche me aborda. Habitualmente siempre he entendido que el domingo era el fin de todo y del fin de semana principalmente, pero ahora me planteo si hoy se acaba o a partir de ahora empieza... Y me parece una lucha consistente entre el optimismo latente que me acompaña siempre y el pesimismo que se fortalece en época de lluvia y grisores.

Hoy, ¿empieza o acaba? Por lo general para muchos es el fin de lo bueno porque llega el lunes, pero los lunes nunca fueron un día que yo odiara. No creo haber odiado nunca ninguno, pero a lo mejor, si tuviera que elegir, los miércoles que te dejan tan atrás el pasado como lejano el futuro... No sé.

El fin de semana que pasa ha sido más que intenso, intensísimo. El viernes cenamos todos en la falla y al acabar nos fuimos Angelita y yo al Cyrano a acabar la noche con Nick y Marisa, que echaban risas para empezar entonces el finde. Nos lo pasamos genial y casi me acostaba a las cuatro de la mañana con la vista puesta en el almuerzo que el sábado por la mañana tenía en Benetússer. Me levanté a las ocho de la mañana, reviscolé con una ducha caliente y me fui con Manolo en el coche. Almuerzo y recogida a casa. La tarde la pasé con una siesta de casi tres horas, que no llegué. Pero necesitaba descanso porque por la noche tocaba despedir el reinado de Marta y Cristina en la falla y dar la bienvenida al año de Sandra y de Mireia.

Comenzamos la fiesta con retraso de treinta minutos pero entre muchos amigos y con ganas de empezar el año. Casi fue la manera de dar pistoletazo a las fallas de 2012. Empezamos el camino hacia el fuego... que todo lo quema y casi todo lo purifica.


Fuimos echando la noche. Vinieron Boro y Elena con Sergio Abril. Salva Ferriol y Vanessa, que son un encanto. Y echamos las horas de risas contando cosas de aquí y de allí. Me llamó Susa que andaba por Cyrano y para allí me fui, me había dejado ya atrás un par de tristezas...



Eché el cierre al Cyrano a las tres de la mañana más o menos. Pablo me envió un mensaje que estaba en Indiana, bueno lo que ahora es Superclub, para que me pasara por allí. Y me pasé por allí y nos fuimos a Mirror. Nos echamos unas risas y un taxi nos dejó en mitad de la avenida cuando empezaba a clarear el alba... Me he despertado varias veces, con sueños repetitivos y reiterativos, pero a la una me levanté definitivamente. He cogido el metro y he llegado a casa de los papás a las tres de la tarde. Estaban Rosa y Edurne. Decididamente, Edurne ha crecido, pero tiene un talentazo que tira de espaldas... Está mayor y tiene dotes de maestra. Me ha dado clase y me he reído con ella muchísimo. Me ha recordado a mí mismo, como era de pequeño capaz de ausentarme de los mayores con cuatro periódicos en casa de la tía Ofelia y jugar a los colegios, a los pupitres, a los profesores,... Edurne se va haciendo mayor y nos regala momentos fantásticos, únicos, divertidos... Se le fue la carcajada hoy y me encantó su último abrazo. Es un cielo, un trocito pequeño de cielo que lo hace todo mejor y más bonito...

La tarde ha sido en casa de Ángeles escribiendo presentación, que la tenemos a la vuelta de la esquina. Y he regresado por la Gran Vía de los suelos llovidos a coger un autobús y volverme a mi realidad vía whatsapp. Llego a casa, tomo un vaso de leche con galletas y veo el "Tú sí que vales"... Mañana es lunes, empezará a acabarse la semana...

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