lunes, 3 de octubre de 2011

OCTUBRE OTRA VEZ


He escuchado esta noche "La vie en rose" por Louis Armstrong: ya hay pocas cosas hoy que puedan superarlo. Y el día ha sido de aúpa. Antes escribía por las mañanas y era un espacio de futuro, ahora escribo al acabar el día, o cuando llega la noche, y adquiere tintes de diario adolescente, de tímido adolescente.

Tengo cosas pendientes por hacer: llamar a mi hermana, por ejemplo, para oírnos la voz. Felicitar a José Manuel Acosta y Anita, que ayer fueron padres de Anita (¡ups! Anita pasará a Ana irremediablemente con la llegada de su hija). Vicente y Amparo me han llamado esta tarde, y con el pie apoyado sobre el banco de la calle he pensado: "soy un tío afortunado. Me vienen muy buenas noticias de mi gente...". Repito "soy un tío"... No es un convencimiento sexual, es una condición familiar (a los amigos me los adjunto como hermanos o primos y a sus hijos como sobrinos...). Así que con José y Ana, con Vicente y Amparo... ¡¡¡Soy un tío afortunado!!!

Maldito machismo, ponerles siempre a ellas detrás de ellos. Tiene una explicación: detrás de un gran hombre...

Esta mañana me levanté y me fui a andar. Recogí a Gloria en su casa y nos hicimos seis kilómetros. Casi escribo de nuevo km con Q, como cuando estábamos en la India y la madre de Lázaro se dio cuenta desde tan lejos. Tengo abandonado a Laza, a ver si quedamos pronto... He regresado a casa, me he puesto el traje y la corbata y he ido a misa, de lunes, para celebrar con la Nacional el día de los Ángeles Custodios. El vino de honor ha sido en la piscina. He llegado a casa a las tres y media, he descansado nada y a las cinco me ha recogido Leo para ir a grabar unas cuñas a la radio. He hablado con Piera (quien me manda por correo fotos con aroma a resaca glam de la fiesta del sábado) y me ha llevado Angelita a la sede... Al salir de la reunión me vine a casa. Estoy ensayando la obra, escribiendo en el blog y... después de cinco o seis semanas he vuelto a paladear una leche con colacao. Ains! Es lunes... Y mi carga que no falla...

RECUERDOS

Recuerdo aquella caja de galletas. Y de repente recuerdo que ya escribí sobre ella en 2008, que hubo una página perdida que se llevó, cielo arriba, aquel recuerdo mío:


Mi hermana se acordará, de aquellos , en los que nos levántabamos de la cama, en casa de los abuelos y llegábamos al comedor. Mi hermana se acordará como la Lina, nos decía si nos íbamos a levantar para prepararnos la leche. Mi abuelo escuchaba Radio Nacional de España, Radio 5, todo noticias... El cable del transistor le cruzaba por la izquierda desde la pared trasera y sostenía la radio sobre el hule ajado. La tele estaba apagada casi todas las mañanas. El único ruido era el trasiego de gente por la casa de nuestros abuelos desde primera hora de la mañana... La luz del comedor cegaba con el sol desde primera hora, atravesando el jardín de la "casalcura", donde nuestra niñez se había esfumado, con Dionisio y María... Sobre la mesa, siempre, aquél viejo y raído bote de colacao, convertido ahora, y por siempre, en caja de las galletas. El vaso de leche caliente, humeante, frente a la silla, bajo la ventana cegadora. Y aquél fantástico bote de galletas que partir sobre la leche... Todavía recuerdo aquél bote, aquél fantástico y oxidado bote de galletas, completo mágicamente cada mañana hasta el tope con las galletas Río, crujientes y dulces... Todavía recuerdo su tapa descolgarse, romperse por los extremos, capturar en su interior las migas, mientras el abuelo seguía escuchando la radio. Luego lavarse la cara. Al rato, coger la bicicleta, cruzar sorteando el mercado y bajar la calle Molino abajo raudo y veloz... Arriba, en casa, se quedaban los abuelos. Y la caja de galletas... 

Lo recuerdo hoy. Y me sorprendo al pensar que aquella hoja se perdió un 1 de Octubre. Por alguna extraña razón, octubre, me atrae los recuerdos y siempre, de la mano, aquella vieja y oxidada caja de galletas que nunca más volví a ver... 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Dónde estará la caja? Matarile, matarile...R.

Anónimo dijo...

Me encanta David de Maria el amor de mi vida... que envidia (pero sana eh!!!!) Besitos Jaime (a por cierto soy Leo la amiga de Maria y Jose)

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