sábado, 22 de octubre de 2011

LA SEMILLA QUE TENGO EN MI CABEZA


Me da la clave Troy: "la semilla la tienes en tu cabeza". Vengo esta mañana de un almuerzo del partido en Benetússer, anoche en la falla, pasamos por la semana cultural de Cuba - Puerto Rico y luego al Cyrano, con Nick y Marisa. Nos dan las tres de la madrugada cuando regreso con el taxi a casa. Por la tarde ayer tuve una comisión de Interior que duró dos horas. Esta mañana me comentan que andan diciendo cosas por facebook sobre mí, de repente parece ser que estoy entre los objetivos... Hay momentos que me recuerdan a la canción de Alaska. Lamentable. Esta mañana Troy, que vuela a Londres, como os decía me da la pista: "la semilla la tienes en tu cabeza". Y es cierto, la semilla que decide lo que me gusta y lo que no, lo que me apetece y lo que no, lo que busco y lo que no... Y sinceramente se dispara en mí, con mi soledad mismo, ahora, en este momento, la voluntad de hacer lo que no debo y dejar de hacer lo que presiento que sí que me toca. Esa semilla que revolotea alrededor volvió anoche a germinar: la comodidad frente al desafío, la tranquilidad frente al sueño, la seguridad contra el destino,... Y en la batalla se mecen los deseos y se despierta la semilla... una vez más. Troy, en una conversación de chat, me da la solución, que gana enteros, aunque me prometa a mí mismo que acabaré haciendo lo que no me apetece y postergando lo que querría... A veces voluntad y destino no van de la mano, ¿pero hacia adónde voy? No lo sé... Ni quiero plantearlo. Repito: no quiero.

Keko responde que si piensas en las semillas no pasa nada, que hay que regarlas para que florezcan. La mañana me ha puesto a los amigos como filósofos básicas de una realidad que desconocen. Y ahora, en un ataque de sensatez, saliendo del personaje que cada uno de nosotros llegamos a ser, me planteo: ¿sacamos la regadera a pasear y que germinen las semillas? Despierto. Vuelvo a la realidad. No crecerá la planta... Aunque cada vez hay más pequeños pasos que me llevan a decidir cosas distintas a las que mucha gente cree...

A menudo, por aquello de ser una persona más o menos pública, creo que mucha gente se hace a la idea de conocer perfectamente por la cabeza. Y yo, que soy un tío tan claro como transparente, pienso que es fácil averiguar cómo soy. Lamento que otros, intencionadamente, por aquello de la política, jueguen a decidir cómo soy o extiendan rarezas sobre mí. Lo lamento pero no porque me importe, sino porque me molesta algo que tengan una intencionalidad tan bárbara de oscurecer cómo soy en vez de sentarse en una mesa conmigo a tomar un café. Pero he descubierto en esto de la política que hay mucho "cerrao" de mollera que como la Esteban mata por sus siglas y no atiende a más... Nos estamos perdiendo mucho los políticos si no somos capaces de aportar nada más... Y así, entre aquellos pensamientos y estos, la semilla está en mi cabeza,...

No me preocupa tener una semilla por regar en estos momentos, me entretiene algo más saber que está, que la percibo, que la siento y que en caso de echarle agua podría empezar a germinar un nuevo camino... Pero de momento, ya os digo, latente y sin intención de regar nada...

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