lunes, 16 de abril de 2012

SAN VICENTE


Lunes de san Vicente. Festivo en la ciudad. Me quedé hasta las tantas anoche haciendo el vídeo de Ibiza y esta mañana me faltaban horas ante el despertador. Tengo la piel reseca, el sueño a cuestas y un sobrepeso que, como dice el amigo Prim, me va a llevar a reñirme con mi báscula. De mañana en adelante espero que hacia abajo, porque toca. Además será una buena manera de reencontrarme con mi fuerza de voluntad: recordaba hoy que, en dos meses, hará dos años que la nicotina y servidor llevamos caminos diferentes, lo cual es una buena noticia... Me levanté y me fui a la falla, tenía como dije que cambiarme, uniformarme y acudir a la Ofrenda de San Vicente, acompañando a Galiana y Salva Ferriol por la calle de Ruzafa hasta el Ayuntamiento y recorriendo la Paz hasta la casa natalicia de San Vicente. Volví a la falla para regresar a los pantalones vaqueros y comemos juntos Beto y Cristina, Noemí, Noelia, Marta Martí y servidor. Acuden a los postres Guillermo y Rosa y nos echamos, en la terraza, unas risas a costa de lo que sea. Hemos ido luego a la falla y hemos echado la tarde hasta que Beto y Cris me han acercado a casa. Veo Número 1 y ahora, hago zapping, y me encuentro a Anthony Hopkins en La Primera, con "El silencio de los corderos"... Brutal actuación. A punto de abrir la trampilla... Y escapa.

Pd: Debería de pensar dónde escapar, más allá de mi báscula... A partir de mañana, en modo de pruebas.

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