lunes, 9 de abril de 2012

CHULILLA

El día de hoy ha sido un día divertido que me ha dejado el estómago demasiado lleno y la risa en la cara. Me ha gustado comprobarlo al regresar a casa y ver las fotos que he hecho hoy. Hay una de ellas, la primera que aparece en este álbum personal de hojas perdidas, cuya sonrisa me debe una felicidad extrema. El otro sentimiento, más una sensación, es el calor intenso que noto en mis mejillas y en mis orejas después de la jornada al sol leyendo el periódico y comiendo papas con mis amigos... 
La escapada ha sido a Chulilla, el pueblo de Javi Sanz y de Noelia Donat, amigos que han nacido al cobijo de una relación entre dos fallas, Clero y la mía, de presidencias compartidas y una vecindad absoluta entre unos, aquellos, y otros, nosotros, que nos hemos unido a la parranda dominguera de día de Resurrección.
Marta Martí, su hermana Merche y Gerard, Noemí, Rosa y Guillermo, Cristina Mossi y Beto completaban junto con Ángeles la comparsa absoluta que nos hemos montado este domingo en el que no nos ha faltado de nada. Me desperté a las nueve y media de la mañana. Le mandé un whatsapp a la Caballero, que anoche, divertidos ellos desde Denia, se dedicaron a llamarme. A las diez y media, bajo la casa de Angelita, compraba unos croissants de chocolate y me sorprendía con la amistad de una clienta de la panadera que comprendía el cáncer terminal de una amistad como un exceso de prepotencia del propio amigo... Sin dar crédito salí de la panadería. Rosa se acercaba ya a por Angelita y en el coche esperaba Guillermo. Hicimos marcha, con el periódico comprado, esperando a Beto, Cris y Noemí en el hotel de la pantera rosa...

Llegamos a Chulilla, vergel encantador de toda delicia. Un emplazamiento bucólico, pintado en blanco andaluz y con un cielo de escándalo y temperaturas de verano. Llegamos al chalet de Javi y pasamos la mañana preparando la salida al pueblo. Nos recogemos pronto y en coche llegamos a la plaza central, recibidos por la banda de música y con unas coca colas sobre la mesa. Compraron en la carnicería Javi y Guillermo mientras el resto esperábamos en la plaza de Chulilla, whatsapp arriba, facebook abajo... Regresamos al chalet y emprendimos el fuego. Guardamos las cosas en la nevera y nos preparamos para la comida. Me frenté al sol, razón de mis orejas ardientes, para leer El Mundo. Me encantó el editorial de Pedro J. Ramírez. Y seguí la mañana entre risas y fotos, sin parar nada de nada. La comida estuvo pronto dispuesta y seguimos con lo nuestro: risas y comida. La semana santa va a tope, es lo cierto.

Nos empeñamos en acabarnos el embutido y con un ron cola empezamos la tarde, frente al sol, sobre el césped. Al final nos empujamos los unos a los otros y nos fuimos paseando desde la ermita al centro del pueblo y recorremos, cámara a cuestas, algunos rincones de Chulilla en escapada Merche y Gerard, Noelia y Javi, Angelita, Guillermo y servidor. Fue genial el paseo. Y nos encontramos con Moncho y Elena Dasí por la calle que se unieron a la expedición.
Seguimos por las calles y callejas, plazas y plazoletas, todas en un blanco estival absoluto, arriba y abajo por las calles llenas de gente.
Escribí vía whatsapp el cambio de proyectos y llegada la fría noche, regresamos andando de nuevo al chalet con la intención de volver a casa, a Valencia. Después de despedirnos de los fantásticos anfitriones (todo hay que decirlo) nos fuimos con Rosa y Guillermo, que me llevaron a casa...
En el coche, recuerdo de pequeño los cielos estrellados cuando volvíamos de Sarrión y sobre todo uno que me vuelve a la cabeza volviendo en coche de Onda. ¡Pero es que he recordado a la perfección el frío del cristal y al otro lado las estrellas colgaditas del cielo que empieza a ser noche! No sé por qué, pero ha regresado a mí el recuerdo de aquel cielo, que sabrá Dios adónde se fue...
En el camino pienso también en lo que he progresado en muchas cuestiones y que, en algunas en particular, la semana santa va a ser mi nochevieja de propósitos... Así que desde mañana, que ya es hoy, el lunes de pascua viene cargado de nuevos propósitos, nuevos futuros y otras preocupaciones... Sea como sea, al final, todo lo que dejo aquí, siempre es metáfora de la realidad, de las cosas que me suceden y ésta también... Quise que la entrada al blog fuera ayer, pero por unos minutos se cuela ya en este lunes de Pascua que invita a cosas nuevas... Mañana os iré contando.

Pd: me encantó ver una foto de mis chicas de Sarrión en el muro del facebook de Aurelia,...

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