Para guapos, guapos, Raquel y Pablo que estuvieron el viernes noche excepcionalmente alegres y bellos en su boda, que fue un poco compartida, la de todos. Fue una fiesta en toda serie, sin dudarlo, llena de momentos emotivos y emocionantes. Hubo lágrimas por doquier, y muchas sonrisas. Especialmente la de ellos que disfrutaron de su boda como pocas parejas. Me alegra compartir la felicidad de mis amigos, las horas de barra y conversación, el himno a primera hora de la mañana, y pasearme con dos cirios entre naranjos cuando la vida alborea... Espectacular boda. Enhorabuena.
Y entre esto y aquello, ayer, el cumpleaños de Angelita, que no lo fue. Es decir lo celebramos pero como una fiesta general. Hubo muchos amigos y muchos momentos. Yo algunos bajoneros por un golpe de calor o un bajón de tensión que me llevó a seguir la noche en la silla, entre Toñi y Sandra, con Yajaira, Moncho, Sergi y Laura. Entre otros, porque aquello fue un desfile de gente con la que compartimos momentos muy grandes. Así que, ya sabéis. Un fin de semana agotador, como otro cualquiera...
¡Ah! Y yo también lo digo... ¡Qué se mueran los feos! Pero antes que acaben con otros...
No hay comentarios:
Publicar un comentario