lunes, 1 de diciembre de 2008

MI GENTE, UN PLACER

Veníamos de lejos cuadrando las agendas porque se ha convertido en algo especialmente difícil el que nos podamos ver todos. La cita en casa de Aurora, en Alquerías, como tantas otras veces. Y aunque debo reconocer que me costó Dios y ayuda levantarme para ir (porque la semana, ya lo sabéis, ha sido especialmente divertida), no me arrepiento en nada haber hecho el esfuerzo. porque me mereció más que la pena... Fue un reencuentro con mi gente. Un reencuentro esperado después de demasiado tiempo, porque al hacernos mayores, no podemos ya juntarnos tanto como querríamos... Desde verano, en el caso de muchos, no nos habíamos visto y abrazarnos en medio del frío de la mañana, fue un auténtico placer.

Ya sabéis que últimamente no tengo tiempo de aburrirme (no me he aburrido mucho en mi vida, la verdad sea dicha), pero ahora el tema está mucho más complicado de faena que nunca. Por eso, lo de ayer fue un gozadón, mayor de lo que me esperaba, porque me volví a casa con la sensación de saber lo que necesito a esta gente y, sobre todo, con un dolor de cara bárbaro de no parar de reír... ¡Que no pare!



La última incorporación ha sido un fichaje de oro. Ayer me sonreía, comía mandarinas con él, le daba mi tarta... ¡Y el seguía sonriéndome! Cada día, mi ahijado Álvaro está más guapo y más mayor, como su tío... ¡Jejejejeje! Lo mejor fue cuando alcanzó una velocidad vertiginosa gateando hacia mí, se agarró a mis vaqueros, se levantó y se puso a bailar... ¡¡¡El bandido reconoce perfectamente dónde está la fiesta!!!



La partida de guiñote fue otro respiro en mitad de la semana. Juanma y Manolo, que no paró de comer berberechos, jugaron contra Ricardo y servidor. ¿No hará falta que os diga como les vencimos, verdad? Jeje... Lo cierto es que disfrutamos muchísimo alrededor del tapete. Me recordó las noches del bar González y mucho las fiestas de agosto, donde nos hicimos la pandi festera. Tanto Juanma (Isra, para los amigos) como Ricardo fueron dos piedras fundamentales de las verbenas trinqueteras de verano. Y ayer, alrededor de la mesa, volvimos a recordar todos aquellos momentos... ¡Fue genial!



El momento anuncio de Minute Paid entre los naranjos de las Alquerías fue ya el remate a una tarde en la que no paramos nada. No paramos de hablar, de beber, de reír, de fumar, de cantar,... Y como yo dije, de comer. Porque si hay tres cosas que demuestran que nos hacemos mayores es: primero, que hacemos ruiditos con la boca cuando nos levantamos de las sillas en plan quejido aflamencao. Segundo, que somos incapaces de concluir una conversación llena de frases completas y hacemos, oralmente, mayor uso de los puntos suspensivos y de los olvidos. Y la tercera, es que hemos convertido nuestras comidas en improvisadas mesas repletísimas de comida que cuando se acaba son renovadas con nuevas, e innecesarias, piezas de comida... Por ejemplo, después de un café y una tarta, sacar bandejas de croissants y cuando se van a acabar, rematar con lionesas de nata y trufa... ¡Vamos! La siguiente será ya con tuppers...



Pues como era normal. Mucha alegría y mucho cansancio. A Álvaro le pasó como a su padrino, que estaba rendido de tanta fiesta. Me encantó parar en mitad de la algarabía, de esta vida de horarios tan complicada que tengo y de tan pocas horas de sueño... Me encantó un domingo dominguero, de paella castellonera y amigos alrededor de la mesa. Me encantó reencontrarme con el silencio cuando contaba historias y callarme para escuchar otras. Darle vueltas a un bombón caliente notando la estufa. Los chistes, las risas, la vida... Al fin y al cabo. Ayer volví a ser yo, conmigo. Y con mi gente, que son una delicia. Mi gente, un placer...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, je, je, je, je que bueno!! Como siempre lo has clavado!!!
Ahora la próxima cita es el 20 de diciembre en mi casa…
Mientras tanto seguiremos en contacto por el bloc.
Un besito
Aure
P.D. Cogistes el libro???

Anónimo dijo...

A mi también me encantó juntarme con todos vosotros...la verdad es q tenía muchas ganas. La pena es que me supo a poco, ésto de vivir tan lejos de todos m mata....
Para el 20 os aprovecharé un poquito más.
Me lo pasé muy muy bien.
Os quiero, Nuki

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