lunes, 15 de septiembre de 2014

LA MARCHA

Se han pasado los días y parece que algo la calor. Si el poniente ataca de tres días en tres días, hay que reconocer que tengo la sensación de que se ha alargado el verano, en el que aún vivimos. El fin de semana estuvo recargado de actos y agendas. Lo paré el sábado por la noche rematando con Fernando y Juan Carlos, Lauras y compañía en el Novelty. Antes, demanà en la Falla de Antonio Molle, cena en la Avenida de la Paz, picoteo con los andaluces y mañana de entierro. Escucho "Por fin", el estreno hoy de Pablo Alborán.

Lo estoy escuchando mientras escucho. No sé. Tengo que oírla varias veces, calculo. La verdad es que tenemos el nível alto. Muy alto. Como algunas personas el colesterol, la vergüenza, el morro y las aspiraciones. Y no. No hablo de nadie. De verdad. Pero es que hay gente para todo...


Ayer volví a la falla. A los ensayos. A darle vida a ese cabaret mortal que era semilla y del que saldrá todo. Impagable. Como siempre. Me despierto con la necesidad de alargar mi noche y remoloneo hasta que me voy a trabajar. Salgo a la calle, con su calor menos primaveral a cuestas. Y paso el día. Entre las seis y casi las diez con tres reuniones, con muchas decisiones para mañana, para pasado... Para hacer marcha. Y solo veo eso, la marcha. Que va llegando y se va yendo.

Me han quedado este fin de semana por el camino whatsapps que no esperaba. De gente que no imaginaba. Cosas que pasan. La verdad. Tere y Jorge regresaron de Cerdeña. A mi Ibiza me parece ya tan lejana... Y sin embargo, a veces, notando el calor por la espalda, pienso... Y vuelo.

No hay comentarios:

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...