miércoles, 1 de febrero de 2012

KONE


Qué sintomático que suenen los dieciséis añitos de Dani Martín mientras decido qué escribirle a Raquel por su cumpleaños... Lo primero, que este año me acordé niña. Yo que tantas veces te he mandado a nacer el dos de febrero, calculo que por rutinas, te traigo en este primero de mes a nuestras hojas perdidas, tantas veces compartidas, para desearte lo mejor... ¡Qué de cosas hemos vivido! Mi niña de ojos de color imposible, de sonrisa disparada, de pequeña nariz, de pelos de oro, niña por siempre entre sus pecas y mis pecados... La "Kone" fue la chica a la que todos quisieron por novia de niños menos servidor que, por ser tan maduro supe que era mejor tenerla de amiga para toda la vida. Nos recuerdo sentados sobre cartones en la calle del Planillo a la puerta de casa de sus abuelos, amigos de los míos, descubriendo la vida con Rebeca y mi primo Miguel a través de las gafas de pasta increíblemente grandes que ella llevaba y mis hierros gris plata, cuando la vida se veía de otra manera... La recuerdo con unos cabellos rubios hasta el infinito, exagerados... La recuerdo en noches de fiesta, los dos del brazo partiéndonos de risa, con las tonterías que Jose y yo le hacíamos, a ella que le divertían tanto nuestras gracietas a lo Martes y 13. La recuerdo aguantando las inocentadas que quisimos grabarle y sonriendo en todos momentos, enfadándose si alguien le ponía un caracol debajo del pie o llorando cuando no le salían las palabras con las que quería decir algo que le quemara por dentro...

Raquel se fue a Barcelona con una maleta, un amor y una promesa de que iré a verla. Y le debo tanto la visita que a veces, aunque ella no lo creo, paso vergüenza por no cumplir... Recuerdo la tarde que entre las estanterías de Carrefour me llegó un sms al móvil con la primera ecografía del pequeño Hugo, el niño rubio que ha pasado a formar parte de la gran familia que vamos haciendo... Y tantos momentos de confidencias, de abrazos, de la vida que va pasando... Ella y yo que nos hemor reído tanto y que no hemos discutido nunca. Ella y yo, que nos retratamos con el gorro de Isa bajo el invierno de Sarrión en blanco y negro... Ella y yo, que hemos vivido mucho...

Hace un tiempo,. cuando noviembre tiñó de gris oscuro el ánimo de mi corazón, cada mañana tenía un mensaje de la pequeña rubia de cabellos oro para darle algo de luz a mis días. Cuando todo se rompió, ella siguió allí, junto a mí desde una distancia increíble para cogerme de la mano y seguir viviendo... Y en ello estamos. En la vida. En ir viviendo. Yo con mi promesa de ir a verles y ella viendo crecer a su pequeño gran tesoro...

Raquel, hoy es 1 de febrero, como tantos días que me olvidé de felicitarte, como tantos años de pasarte de día el cumpleaños, algo que tú ya tenías por costumbre, sabiendo que el niño de las gafas de hierro gris siempre se acuerda de ti, aunque tenga esta desorganización tan testaruda que le obligaba a felicitarte el día dos... Gracias por aguantar todo, en el paso de los años. Gracias por cogerme un día de la mano y echarme a andar... Gracias por venirte a mi verita en tantos momentos como hemos tenido... Gracias por haber decidido un día que podría ser amigo tuyo para siempre yo que nunca quise ser tu novio... Gracias por la inocencia de tu sonrisa y por enfadarte cada vez que te queremos tocar la nariz... Gracias por cada mensaje que me ha llegado en el momento en que nadie lo esperaba... Gracias por estar a mi lado. Feliz cumpleaños Nuki... Gracias por haberte clavado en mi corazón un día viéndome a través de aquellas enormes gafas de pasta que nos enseñaron a ver la importancia del amor entre amigos. Te quiero. Mucho. Un beso y feliz día...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jo que precioso!! Muchas gracias, me has emocionado hasta el infinito, y aki sigo con la lágrima cayendo......
Gracias x estar ahí y por tú calor y tus palabras, eres un solete cari cari.
Y hago una mención a Auro x avisarme gracias chata. ( desde q existe Hugo en mi vida entro poquísimo en internet)
Un besazo gordo y cuídate mucho!!
Seguiremos esperandote con los brazos abiertos, sábanas limpias, nevera llena y un ron cola.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14.

DIARIO DE UNA CATARSIS. Capítulo 14. "Bendita locura" En la limpieza de fotos, anoche, volvió a aparecer el bueno de Paulin...